Berl¨ªn, la ciudad donde los perros no est¨¢n de adorno

En la secci¨®n de arqueolog¨ªa romana del Museo J. Paul Getty, en Malib¨² (Estados Unidos), se exhibe una tumba del siglo II a.C. hallada en Roma, con la escultura de un perro malt¨¦s anexionada a una piedra y la inscripci¨®n: "Helenae alvmnae animae incomparabili et benemerenti" (A Helena, hija adoptiva, alma incomparable y digna). La hip¨®tesis de que este epitafio rinde homenaje a un perro procede del departamento de Historia Antigua de la Universidad de Chicago, pero el rastro de estas mascotas en la vida humana es bastante m¨¢s antiguo. Estudios recientes sugieren que una de las ventajas evolutivas sobre los neandertales podr¨ªa estar en la alianza entre humanos y perros, por c¨®mo estos nos ayudaron a cazar.

Su compa?¨ªa tambi¨¦n ha sido crucial en el desarrollo de los espacios p¨²blicos. La huella canina ha quedado impresa en las transformaciones urbanas de los siglos XIX y XX en ciudades como Londres, Par¨ªs o Nueva York, tal y como muestra un proyecto de la Universidad de Liverpool materializado en la app Sniffing the past. Gracias a este trabajo sabemos que los cementerios para mascotas empezaron a ser habituales a finales del XIX, o que uno de los primeros refugios se estableci¨® en el norte de Londres en 1871; que en el Par¨ªs de 1901 las labores de rescate para las ca¨ªdas al Sena fueron durante un tiempo desarrolladas ¨Csin demasiado ¨¦xito¨C por una brigada canina, y que en el Nueva York de los a?os noventa se empezaron a establecer espacios p¨²blicos donde pudiesen corretear en libertad, como v¨ªa para fomentar la cohesi¨®n vecinal en las zonas del Village o el Soho.

Actualmente, el estatus de las mascotas ocupa un lugar m¨¢s relevante que nunca. Un auge que se manifiesta en cerca de 900 millones de mejores amigos repartidos a lo largo del planeta. La cifra va en aumento, a consecuencia de fen¨®menos como la concentraci¨®n de la poblaci¨®n en grandes ciudades, su envejecimiento o el problema de la soledad, y por la cantidad de estudios que apuntan a la repercusi¨®n positiva en la calidad de vida de las personas.

As¨ª, desde capitales europeas y americanas expertos en urbanismo, ONG y movimientos ciudadanos trabajan unidos para desarrollar propuestas denominadas pet-friendly (cuando lo lea en un lugar es que las mascotas son bien recibidas), para aumentar los recursos que favorezcan la convivencia en las urbes. Entre ellas, destaca Berl¨ªn como aut¨¦ntica ciudad de perros, seg¨²n la comunidad de propietarios de mascotas Dog Gone Walking y la web de dise?o y estilo de vida para canes Style Tails.

El mejor refugio del mundo para animales abandonados

El fomento de la adopci¨®n es un punto clave en la inclusi¨®n de las mascotas en esta ciudad, que cuenta con el refugio m¨¢s grande de Europa y el m¨¢s puntero del mundo, el Tierheim Berlin. Dotado de diferentes ¨¢reas de especialidades veterinarias, destaca un edificio entero para el cuidado de los m¨¢s ancianos. Tambi¨¦n hay sitio para especies ex¨®ticas, animales recuperados de circos europeos, v¨ªctimas del comercio ilegal... La pasada Navidad impulsaron una norma efectiva en todo el pa¨ªs: cerrar las adopciones durante el periodo festivo para evitar la adquisici¨®n no meditada de animales como regalo (y su posterior abandono).

Lagos, estanques y amplias zonas verdes pensadas para todos

En el exclusivo barrio berlin¨¦s de Grunewald, perros y humanos disfrutan de un frondoso bosque de robles, pinos y abedules, con un castillo y un lago donde el ba?o est¨¢ reservado a los canes. No es el ¨²nico parque en esta capital habilitado para que las mascotas puedan darse un chapuz¨®n; tambi¨¦n Jungfernheide, Arkenberge o Pichelswerder. Algo importante, porque una buena zambullida es necesaria especialmente en olas de calor. Otra cuesti¨®n, como es el problema de los excrementos, uno de los principales focos de conflicto y quebradero de cabeza para los ayuntamientos por el coste a las arcas p¨²blicas, se resuelve con una normativa implacable y penalizaciones solo por salir a la calle sin las bolsas de recogida.

Permiso universal para usar el transporte p¨²blico...

Da igual que se trate de tren de cercan¨ªas o larga distancia, metro, tranv¨ªa o autob¨²s. De un chihuahua o un San Bernardo de 70 kilos. Pero, claro, con normas. Siempre con correa y los perros grandes deber¨¢n ir con bozal y pagar un billete reducido. La medida beneficia a toda la ciudad: al no limitar los movimientos de sus due?os, se reducen los desplazamientos en veh¨ªculo privado.

... Y para hacer turismo de lujo

Ning¨²n lugar en el mundo alberga m¨¢s hoteles donde estos animales de compa?¨ªa son tan bien recibidos como en Berl¨ªn. Un 55% de estos establecimientos no tiene problema en alojarlos, desde el exclusivo Adlon y su restaurante Quarr¨¦, emblema de la pompa en Berl¨ªn, al eco chic Bikini. Son bienvenidos en la mayor¨ªa de restaurantes, cervecer¨ªas y tiendas de ropa. Pero esto no significa que tengan acceso a todos los sitios. Deben esperar fuera en supermercados y tiendas de comida; tampoco pueden entrar en guarder¨ªas infantiles, cines, museos o piscinas.