La bi¨®loga que oblig¨® a los pol¨ªticos a proteger los r¨ªos
La cient¨ªfica Jackie King cre¨® por primera vez modelos que permit¨ªan predecir c¨®mo afectaban los cambios a un sistema fluvial y a los que dependen de ¨¦l. Estuvo detr¨¢s de una de las leyes m¨¢s vanguardistas en defensa de la biodiversidad
A Jackie King le dieron el mar y eligi¨® los r¨ªos. Esta bi¨®loga inglesa fue pionera en su modo de estudiar ecosistemas fluviales y c¨®mo les afectan los cambios. Su voz en la materia es tan importante, que fue decisiva en que Mandela aprobara en Sud¨¢frica en 1998 una de las leyes de protecci¨®n de agua m¨¢s vanguardistas y en la que luego se han fijado muchos otros pa¨ªses. Y todo eso dedic¨¢ndose a la investigaci¨®n a tiempo completo desde los 46 a?os. "En ocho a?os hice mi tesis y tuve a mis dos hijos, no es el modo ideal de estudiar, pero as¨ª lo hice", recuerda con una sonrisa.
Con 76, acaba de recibir en Estocolmo el conocido como Nobel del Agua, el premio m¨¢s prestigioso en este sector, durante la Semana Mundial del Agua. "Con los 15.000 d¨®lares podr¨ªa comprarme unos zapatos, pero creo que este dinero pertenece a ?frica", bromea. En los ochenta se mud¨® de Reino Unido a Ciudad del Cabo (Sud¨¢frica) por el trabajo de su pareja, y all¨ª fue donde esta bi¨®loga desarroll¨® su devoci¨®n por los r¨ªos. ¡°Por aquel entonces ya estaba casada y ten¨ªa una hijastra. La mayor¨ªa de los bi¨®logos all¨ª eran marinos, pero yo me di cuenta de que aquello no era lo m¨ªo¡±. Por eso, cuando le dieron a elegir entre tres posibles temas para su doctorado, dos relacionados con los oc¨¦anos y uno con el agua dulce, escogi¨® esta ¨²ltima opci¨®n. ¡°Por el trabajo de mi marido, no sab¨ªa si me iba a tener que mudar en cualquier momento y alejarme del mar, pero pens¨¦ que siempre tendr¨ªa agua dulce all¨¢ donde fuera¡±, explica sin grandilocuencia.
Y as¨ª fue como se dedic¨® a estudiar c¨®mo viv¨ªa el pato negro alrededor de un peque?o r¨ªo sudafricano. "Cuando mis hijos empezaron a ir al colegio todo el d¨ªa, ped¨ª financiaci¨®n para trabajar en una investigaci¨®n a tiempo completo. Comenc¨¦ a intentar responder esta pregunta: ?cu¨¢nta agua necesitan los r¨ªos?". Con las respuestas que fue encontrando en su carrera cre¨® un modelo ¨²nico de gesti¨®n de r¨ªos que pone al mismo nivel el beneficio econ¨®mico y el impacto medioambiental. King ha asesorado a gobiernos y jefes de proyecto en m¨¢s de 20 pa¨ªses: Vietnam, Tanzania, Costa Rica, Angola... ¡°Nuestro trabajo consiste en mostrar que si cambias esto o lo otro en el curso del r¨ªo, esto es lo que le pasar¨¢ al ecosistema y a la gente que depende de ¨¦l. Es lo que tratamos de transmitir de la forma m¨¢s amable posible a los que toman las decisiones o financian proyectos¡±, detalla.
Investigar en pleno 'apartheid'
King demostr¨® que bi¨®logos, ingenieros, soci¨®logos, veterinarios y expertos en salud p¨²blica deben trabajar juntos en el estudio de un r¨ªo. Esto no fue tan f¨¢cil en Sud¨¢frica en pleno apartheid (que dur¨® hasta 1992). "En ese momento, las comunidades blanca y negra estaban separadas, no sab¨ªamos nada del vecino. ?Mezclarse estaba prohibido por la ley! Yo dije que ten¨ªamos que hablar con los que viven alrededor de los cauces incluirles en el proceso. As¨ª fue c¨®mo pasamos de investigaciones para salvar una especie en concreto a analizar todo el escenario, a entender cu¨¢nta agua necesita un r¨ªo para estar sano", resume. Aprendi¨® con tanto detalle el lenguaje fluvial que hoy recuerda con desparpajo que dej¨® impresionados a unos ingenieros en Taiwan cuando con solo ver una piedra en un cauce adivin¨® que r¨ªo arriba hab¨ªa una presa.
A su lado, en muchas de estas tareas ha estado Cate, a la que conoci¨® cuando supervis¨® su tesis y que lleva con ella m¨¢s de 25 a?os. Juntas recuerdan algunos de los trabajos de los que se sienten m¨¢s orgullosas. Como cuando lograron el primer reconocimiento en el mundo por parte de un pa¨ªs de ser responsable de la disminuci¨®n en la calidad de un r¨ªo y acord¨® compensar a las comunidades que depend¨ªan de ¨¦l. Ocurri¨® en Lesotho en 1997. ¡°Cuando consigues llegar al nivel en el que se toman las decisiones, que un pol¨ªtico tenga en cuenta los aspectos medioambientales al mismo nivel que los econ¨®micos o t¨¦cnicos es cuando logras el objetivo¡±, puntualiza King. Una de sus ¨²ltimas misiones ha sido la de poner de acuerdo a Angola, Namibia y Botsuana en c¨®mo gestionar el Okavango. "A¨²n no sabemos qu¨¦ decisi¨®n van a tomar, pero que los pol¨ªticos se hayan molestado en poner esto encima de la mesa es buena se?al, ?no crees?".
Casi todos los ingenieros eran hombres, y muchas de las bi¨®logas, mujeres. Mi estrategia fue hacer mi trabajo tan bien, que no pudieran ignorarme
Como mujer y bi¨®loga admite que tuvo que enfrentarse al menosprecio en muchas ocasiones. Una piedra que apart¨® de su camino con mucha inteligencia. "Casi todos los ingenieros eran hombres, y muchas de las bi¨®logas, mujeres. Adem¨¢s, est¨¢bamos tratando de entrar en un mundo en el que no ¨¦ramos muy bien recibidas. As¨ª que mi estrategia fue hacer mi trabajo tan bien, que no pudieran ignorarme. Aprendimos el idioma de los ingenieros, sus gr¨¢ficos, sus sistemas de an¨¢lisis, recopilamos datos y cifras y les hablamos en un idioma que entend¨ªan. Eso nos hizo obtener mejores resultados", cuenta con naturalidad. Con el paso de los a?os, King ha visto c¨®mo el n¨²mero de ingenieras va aumentando y las diferencias se liman: "Durante toda mi vida, he seguido encontrando personas que me trivializan y que son groseras conmigo, pero hay muchos, muchos, muchos m¨¢s que me escuchan y trabajan conmigo".
La ciudad en la que vive ha pasado por momentos cr¨ªticos de escasez de agua en los ¨²ltimos tiempos. Ciudad del Cabo ha vivido racionamiento del agua y durante un tiempo se temi¨® que verdaderamente pudiese acabar con sus reservas. Tal y como relat¨® en la sesi¨®n inaugural de la Semana del Agua en Estocolmo, ¡°fue duro, pero creo de verdad que sirvi¨® para cambiar la mentalidad del pa¨ªs y que ahora hemos aprendido a valorar m¨¢s este recurso¡±. La paradoja de que se junten en un mismo pa¨ªs la sequ¨ªa y la matriarca de los r¨ªos.
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