Oc¨¦anos, mares y r¨ªos que pueden salvar ?frica
Los expertos advierten que las oportunidades que el sector de la llamada 'econom¨ªa azul' podr¨ªan representar para el desarrollo del continente dependen de la buena gobernanza
El oc¨¦ano Atl¨¢ntico, el mar Mediterr¨¢neo, el mar Rojo y el oc¨¦ano ?ndico ba?an 30.500 kil¨®metros cuadrados de l¨ªnea costera africana. Aut¨¦nticas masas de agua dulce como las que ocupan los 68.000 kil¨®metros cuadrados del lago Victoria, los cerca de 33.000 del lago Tanganika o los casi 30.000 del lago Malawi, los 6.800 del r¨ªo Nilo, los cerca de 5.000 del r¨ªo Congo o los 4.200 del r¨ªo N¨ªger, riegan el interior del continente africano. Adem¨¢s, ?frica dispone del 17% de los recursos h¨ªdricos del mundo. Por ello no es extra?o que para la Uni¨®n Africana, la denominada econom¨ªa azul (aquella que reconoce la importancia de mares y oc¨¦anos como motor de desarrollo) sea ¡°la nueva frontera del renacimiento africano". Y que las actividades relacionadas con el agua otorguen al continente una nueva posici¨®n geopol¨ªtica y estrat¨¦gica mundial que podr¨ªa contribuir a reducir la pobreza, mejorar la seguridad alimentaria y energ¨¦tica, el empleo, el crecimiento econ¨®mico o las exportaciones del continente.
¡°La econom¨ªa azul se deriva de los principios del desarrollo sostenible, pero con una perspectiva especial en los ecosistemas marinos y acu¨¢ticos. Seg¨²n algunas estimaciones, pueden compensar m¨¢s de dos tercios de los servicios que emanan del capital natural del planeta¡±, explica la especialista Daya Bragante, Jefa del Grupo de Iniciativas Subregionales de la Comisi¨®n Econ¨®mica para ?frica en ?frica Oriental.
Surgido de la Conferencia de R¨ªo+20 de 2012, el concepto de econom¨ªa azul se postula como un impulsor primordial para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este modelo econ¨®mico en boga hace hincapi¨¦ en la conservaci¨®n y la gesti¨®n sostenible, basado en la premisa de que los ecosistemas oce¨¢nicos saludables son m¨¢s productivos y representan una forma de garantizar que los Estados en v¨ªas de desarrollo se beneficien de manera equitativa de sus recursos marinos. Es as¨ª como la pesca y el turismo, el transporte mar¨ªtimo y los puertos, la miner¨ªa costera en aguas profundas o la energ¨ªa marina se han convertido en sectores cada vez de m¨¢s inter¨¦s para los Gobiernos africanos.
¡°M¨¢s all¨¢ del objetivo 14 de los ODS sobre la conservaci¨®n y el uso sostenible de los oc¨¦anos, mares y recursos marinos, la econom¨ªa azul ofrece una variedad de oportunidades para contribuir a erradicar la pobreza (el ODS 1), mejorar la seguridad alimentaria y eliminar el hambre (ODS 2) y para acceder a agua limpia (ODS 6)¡±, explica Bragante sobre la capacidad de este sector como impulsor de desarrollo.
Otro experto en la materia es Essam Yassin Mohammed, investigador principal de econom¨ªa ambiental del Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (IIED). ¡°La econom¨ªa azul siempre ha sido un sector importante para ?frica y es clave para su desarrollo. Las ganancias de las exportaciones de pescado por s¨ª solas son de unos cinco mil millones de d¨®lares al a?o y m¨¢s del 90% del comercio de ?frica se realiza por mar¡±, expresa. A lo que la experta de la Comisi¨®n Econ¨®mica para ?frica a?ade un ejemplo que elucida la importancia de este nuevo modelo de desarrollo: ¡°Los Grandes Lagos africanos en ?frica oriental contienen la mayor proporci¨®n de agua dulce superficial en el mundo (27%). Esta y la pesca oce¨¢nica contribuyen de manera vital a la seguridad alimentaria y nutricional de m¨¢s de 200 millones de africanos y proporcionan ingresos a m¨¢s de otros 10 millones¡±.
El mar, la nueva 'fiebre del oro'
Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Uni¨®n Africana, el valor agregado del sector pesquero en ?frica se estima en m¨¢s de 24 mil millones de d¨®lares, lo que representa el 1.26 por ciento del PIB de todos los pa¨ªses africanos. Adem¨¢s, en su conjunto (incluida la acuicultura) emplea a 12,3 millones de personas, aproximadamente el 2,1% de la poblaci¨®n continental de entre 15 y 64 a?os, incluidas las mujeres, que representan cerca de un tercio del total. Sin embargo, la pesca est¨¢ en gran medida infraexplotada y hace falta m¨¢s profesionalizaci¨®n.
Otro de los sectores pujantes, el de las actividades energ¨¦ticas relacionadas con los asuntos mar¨ªtimos, alcanzar¨¢ los 2.500 millones de euros en 2020 seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE). Las energ¨ªas renovables mar¨ªtimas pueden proporcionar hasta el 400% de la demanda energ¨¦tica mundial actual.
El mar tambi¨¦n es objetivo para lo que se conoce como "la nueva fiebre del oro". Pa¨ªses como Namibia, ya est¨¢n explotando de manera efectiva la industria minera marina. Debmarine Namibia, una empresa creada por el Gobierno de Namibia y el gigante de los diamantes De Beers, est¨¢n dragando diamantes a m¨¢s de 120 metros de profundidad, y la empresa planea construir un buque cisterna de 142 millones de d¨®lares para 2021, el mayor buque minero de diamantes del mundo. Al otro lado del continente, en el Mar Rojo y alrededor de Madagascar, la empresa saud¨ª Manafa International tambi¨¦n barre las costas africanas en busca de cobre, oro, cobalto o manganeso. Sin embargo, ambient¨®logos y cient¨ªficos marinos argumentan que la miner¨ªa de los fondos marinos degrada el h¨¢bitat de especies marinas como tiburones, ballenas, delfines o focas.
Otro segmento de la econom¨ªa azul, la industria del turismo, parece ser uno de los m¨¢s pujantes. ¡°Los pa¨ªses insulares y costeros de ?frica representan m¨¢s del 95 % del total de las llegadas de turistas e ingresos por turismo en el continente. En Cabo Verde, Mauricio y Seychelles, el sector contribuye con el 45%, 24% y 65% del PIB, respectivamente¡±, afirma Bragante. Adem¨¢s la experta asegura que ?frica tambi¨¦n podr¨ªa aprovechar sectores emergentes como el de las energ¨ªas renovables y la miner¨ªa en aguas profundas debido al crecimiento de la demanda global de minerales y el r¨¢pido avance tecnol¨®gico. ¡°La Agencia Internacional de Energ¨ªa estima que la renovable oce¨¢nica tiene el potencial suficiente para satisfacer hasta el 400% de la demanda energ¨¦tica mundial actual¡±, expone.
A pesar de todo, si bien la econom¨ªa azul puede proporcionar empleos muy necesarios para ?frica, el desaf¨ªo radica en c¨®mo explotar los recursos h¨ªdricos de manera sostenible. Por ello, Essam Yassin Mohammed es precavido y advierte que con "demasiada frecuencia", los Gobiernos y las empresas "ven el oc¨¦ano como algo para explotar o saquear". Adem¨¢s, opina que a medida que se realizan esfuerzos para explotar el ecosistema oce¨¢nico de ?frica, el principal recelo viene de la necesidad de preservar los recursos marinos. ¡°Para que la econom¨ªa azul sea eficaz, es fundamental que sea sostenible y equitativa y que beneficie verdaderamente a las comunidades costeras de ?frica¡±, cuenta.
Pero, ?c¨®mo?
Seg¨²n Daya Bragante, el requisito previo para generar impactos positivos es la formulaci¨®n de pol¨ªticas elaboradas con el consenso y la participaci¨®n de todas las partes interesadas. ¡°La realizaci¨®n de todo el potencial de la econom¨ªa azul requiere la inclusi¨®n efectiva de todos los grupos sociales, especialmente las mujeres, los j¨®venes, las comunidades locales y los grupos marginados o insuficientemente representados. Para la Visi¨®n 2063 de la Uni¨®n Africana, los j¨®venes africanos, tanto hombres como mujeres, deben contribuir significativamente a la innovaci¨®n y el esp¨ªritu empresarial. Por ello, facilitar el acceso de estos grupos a la educaci¨®n, capacitaci¨®n, habilidades, tecnolog¨ªa, servicios de salud y actividades recreativas y culturales, as¨ª como fuentes adecuadas de financiaci¨®n, ser¨¢ esencial¡±, asegura.
Para ello, Bragante insta a los Gobiernos a trabajar en esta direcci¨®n y los emplaza a sensibilizar a los j¨®venes tanto como ofrecerles herramientas para que puedan desarrollar este sector de forma sostenible. ¡°Los pa¨ªses africanos tienen una oportunidad ¨²nica para crear incentivos para el empleo juvenil en sectores especializados de la econom¨ªa azul, que puede ayudar a promover el conocimiento y aumentar la conciencia sobre el agua, el cambio clim¨¢tico y la administraci¨®n ambiental, y fomentar pr¨¢cticas comerciales amigables con el medio ambiente¡±.
El reto de preservar recursos que ya est¨¢n amenazados
Los desaf¨ªos econ¨®micos, geopol¨ªticos, sociales y ambientales, incluido el cambio clim¨¢tico, tienen un impacto negativo en los activos existentes de la econom¨ªa azul y afectan negativamente a sectores como la pesca o el turismo. Seg¨²n los expertos, un conocimiento insuficiente de la escala de los recursos, la falta de enfoques multisectoriales y marcos legales o reglamentarios d¨¦biles, son algunas de las luchas pendientes que ponen en riesgo las potencialidades de la econom¨ªa azul.
¡°El cambio clim¨¢tico y la mala gesti¨®n ambiental son amenazas crecientes para la integridad y sostenibilidad de los recursos acu¨¢ticos y marinos en los que se basa la econom¨ªa azul. ?reas extensas de ?frica ya sufren impactos clim¨¢ticos como inundaciones y sequ¨ªas, aumento del nivel del mar, erosi¨®n costera, intrusi¨®n de agua salada, calentamiento de las aguas del mar, acidificaci¨®n de los oc¨¦anos, decoloraci¨®n de corales y un aumento de especies invasoras como resultado del calentamiento global¡±, advierte Bragante, que apunta a la mala gobernanza ambiental como conductor de la contaminaci¨®n industrial, la deforestaci¨®n por actividades agr¨ªcolas, la sedimentaci¨®n de r¨ªos y lagos, la disminuci¨®n de la biodiversidad, la contaminaci¨®n por transporte mar¨ªtimo o el vertido de residuos t¨®xicos. ¡°La contaminaci¨®n del agua se ha convertido en una de las principales causas de muerte y enfermedades en ?frica¡±, alerta.
Si bien un tercio de los pa¨ªses africanos no tienen salida al mar, el transporte mar¨ªtimo sigue siendo la principal puerta de entrada al mercado mundial, especialmente para los principales puertos: Marruecos, Egipto, Sud¨¢frica, Yibuti, Togo y Mauricio. Seg¨²n la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), ?frica contribuye con una participaci¨®n al comercio mundial mar¨ªtimo del 7%, de los cuales un 40% fue petr¨®leo crudo en 2017, y cuyos principales socios comerciales son la Uni¨®n Europea, Estados Unidos o China. Sin embargo, si se plantea aumentar las exportaciones mar¨ªtimas, la mejora de pol¨ªticas de preservaci¨®n del medio ser¨¢ obligatoria.
Los pa¨ªses africanos tienen una oportunidad ¨²nica para crear incentivos para el empleo juvenil en sectores especializados de la econom¨ªa azul
Una evidencia de esta necesidad es la peligrosidad de los desechos pl¨¢sticos acumulados en lagos, r¨ªos, mares y oc¨¦anos. ¡°ONU Medioambiente ha estimado que alrededor de 8 millones de toneladas entran a los oc¨¦anos en todo el mundo por a?o, lo que representa el 80% de toda la basura mundial. Un art¨ªculo de 2017 titulado Desaf¨ªos y soluciones emergentes para los residuos pl¨¢sticos en tierra en ?frica destaca la falta de medidas precisas como las brechas de conocimiento¡±, explica.
La econom¨ªa azul, a su vez, enfrenta desaf¨ªos relativos a dimensiones geopol¨ªticas y de seguridad, como ocurre con la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, que prevalece a lo largo de toda ?frica. Muchos buques extranjeros sin licencia sobreexplotan las poblaciones de peces de la regi¨®n generado devastadoras consecuencias sociales, econ¨®micas y humanas. Seg¨²n el Africa Progress Panel solamente en ?frica Occidental se pierden 1,3 mil millones de d¨®lares al a?o a causa de estas pr¨¢cticas. Adem¨¢s, entre las flotas con bandera nacional solo Liberia est¨¢ en la lista de los estados con mejor bandera en cuanto a tonelaje seg¨²n la UNCTAD.
¡°Es crucial que los beneficios de la pesca u otros usos del oc¨¦ano se distribuyan equitativamente, para asegurar que las comunidades m¨¢s vulnerables no se queden atr¨¢s. Y, es importante que al desarrollar la econom¨ªa azul, la automatizaci¨®n no le quite el trabajo a las personas. Esto es particularmente importante para ?frica, que para 2030 albergar¨¢ al 25% de los j¨®venes del mundo¡±, advierte Essam Yassin Mohammed.
Pero, ?c¨®mo actuar cuando en la mayor¨ªa de pa¨ªses africanos no hay suficientes recursos ni buques guardacostas para monitorear y frenar asuntos como la pesca ilegal? Mohammed cree que la respuesta principal debe conllevar al apoyo de los Estados. Y a su vez, dice: ¡°Los gobiernos tambi¨¦n deben proteger a las mujeres y los hombres que dependen del oc¨¦ano para su sustento. Deben proporcionar redes de seguridad social, como compensaciones durante las prohibiciones de pesca, alimentos, refugio y dinero durante per¨ªodos de crisis econ¨®micas. Es crucial que al desarrollar pol¨ªticas se consideren las necesidades de las comunidades costeras¡±. Y adem¨¢s, reivindica: ¡°Hace falta un frente com¨²n contra al cambio clim¨¢tico¡±.
Medidas para una econom¨ªa azul sostenible
A pesar de la escasez de estrategias nacionales en vistas a una econom¨ªa azul sostenible, ?frica est¨¢ tomando medidas tanto a nivel nacional, regional como multilateral, mientras organismos internacionales y expertos del campo del desarrollo convienen en la dimensi¨®n estrat¨¦gica de la econom¨ªa azul para el futuro del continente.
¡°Los foros internacionales, regionales y nacionales y otras actividades de sensibilizaci¨®n, como la pr¨®xima Conferencia en econom¨ªa azul sostenible en Nairobi [que se ha celebrado entre el 26 y 28 de noviembre en la capital keniana], representan tambi¨¦n oportunidades para mejorar el conocimiento de los recursos azules, el desarrollo de capacidades, identificar y difundir nuevas tecnolog¨ªas, promover la innovaci¨®n y fortalecer la formulaci¨®n de pol¨ªticas¡±, opina Daya Bragante.
Seg¨²n la experta, modelos como la Operaci¨®n Phakisa, lanzada en 2014 en Sud¨¢frica, desbloquean el potencial econ¨®mico de los oc¨¦anos y trazan sendas a seguir para el resto de pa¨ªses africanos. ¡°Hasta la fecha, Sud¨¢frica ha creado 6.633 empleos de la econom¨ªa azul desde octubre de 2014. Esto ilustra los impactos positivos que este modelo puede producir en la sociedad y las econom¨ªas¡±, concluye.
La econom¨ªa azul puede proporcionar empleos muy necesarios para ?frica, el desaf¨ªo radica en c¨®mo explotar los recursos h¨ªdricos de manera sostenible
La Agenda 2063 de la Uni¨®n Africana da un papel fundamental a las actividades econ¨®micas que emanan de los oc¨¦anos, mares, fondos marinos, lagos y r¨ªos de ?frica. De la misma forma, el manual pr¨¢ctico sobre econom¨ªa azul lanzado en 2016 por la Comisi¨®n Econ¨®mica de las Naciones Unidas para ?frica (UNECA), es una metodolog¨ªa muy interesante para la incorporaci¨®n de los principios de la econom¨ªa azul en programas y planes de desarrollo regionales y nacionales.
Otro mecanismo de protecci¨®n de este sector es la Carta sobre seguridad mar¨ªtima y desarrollo o Carta de Lom¨¦, firmada en Togo en 2016 y d¨®nde m¨¢s de 30 pa¨ªses africanos acuerdan una acci¨®n coordinada de cooperaci¨®n en formaci¨®n, educaci¨®n y desarrollo de capacidades o un compromiso para establecer agencias nacionales de coordinaci¨®n mar¨ªtima y armonizar la legislaci¨®n mar¨ªtima estatal. Adem¨¢s, por su lado, el Banco Mundial, la FAO y la Agencia Africana de Desarrollo se han asociado en una estrategia com¨²n ¡ªel Paquete africano para econom¨ªas oce¨¢nicas resilientes al cambio clim¨¢tico, un impulso para apoyar a 29 estados costeros e isle?os africanos?¡ª, considerado el mayor mecanismo de apoyo multilateral para la econom¨ªa azul africana, que prev¨¦ una inversi¨®n total de 3,5 mil millones de d¨®lares.
Por otro lado, el Grupo del Banco Mundial acaba de firmar un acuerdo apodado PROBLUE donde varios donantes se han comprometido a la creaci¨®n de un fondo fiduciario para hacer frente a la contaminaci¨®n marina, gestionar la pesca y facilitar el crecimiento sostenible de las econom¨ªas costeras. Acuerdo que se suma a los esfuerzos realizados durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas por la FAO para promover las pol¨ªticas y pr¨¢cticas sostenibles de pesca y acuicultura con el C¨®digo de Conducta para la Pesca Responsable (CCPR) como marco de referencia mundial para lograrlo.
Preservar los recursos marinos africanos (y eliminar el pl¨¢stico)
Concienciar sobre el cambio clim¨¢tico y la conexi¨®n oce¨¢nica o la contaminaci¨®n de pl¨¢sticos en los oc¨¦anos es una de las prioridades b¨¢sicas de muchos Gobiernos y organismos, que incorporan cada vez m¨¢s estas tem¨¢ticas en su trabajo. Uno de los proyectos m¨¢s atractivos que se est¨¢n desarrollando actualmente en ?frica es el Flipflopi, el primer prototipo de barco hecho con pl¨¢stico 100% reciclado, que navegar¨¢ 500 kil¨®metros desde la isla de Lamu, en Kenia, hasta el archipi¨¦lago de Zanz¨ªbar, en Tanzania, a principios de 2019. Se ha construido a partir de miles de sandalias (flip-flops) reutilizadas y pl¨¢stico recolectado durante batidas de limpieza en playas a lo largo de las costas de Kenia con el objetivo de que visite escuelas, comunidades e intendencias gubernamentales para compartir conocimientos sobre c¨®mo reducir la contaminaci¨®n por pl¨¢sticos y contribuir a la conservaci¨®n del medio ambiente.
El mar es de vital importancia para el futuro del continente y es capital preservarlo como recurso que es. As¨ª lo aseguraba el Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, el pasado mes de junio en motivo de los D¨ªas Mundiales del Medio Ambiente y del Oc¨¦ano, diciendo que hay m¨¢s part¨ªculas micropl¨¢sticas en el oc¨¦ano que estrellas en nuestra galaxia. Por ello hay que actuar cuanto antes, especialmente en un contexto como el africano, donde las bajas tasas de desarrollo, el aumento de la poblaci¨®n y la amenaza del cambio clim¨¢tico hacen que las opciones de un futuro sostenible sean complejas.
?Qu¨¦ hacen los Gobiernos? La pol¨ªtica gubernamental m¨¢s com¨²n en ?frica es la prohibici¨®n o los impuestos sobre las bolsas de pl¨¢stico, como ocurre en el caso de Kenia, Camer¨²n, Egipto, Eritrea, Ghana, Marruecos, Nigeria, Ruanda, Sud¨¢frica o Tanzania. Mauritania fue uno de los pioneros en prohibirlas, despu¨¦s de que en los a?os setenta se perdiera el 70% del ganado debido a la ingesti¨®n de pl¨¢stico. Asimismo, proyectos y empresas sociales como Wecyclers en Nigeria, Congo Salubrit¨¦ en Rep¨²blica Democr¨¢tica del Cono u Ocean Sole en Kenia, generan empleos e ingresos de los desechos marinos.
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