¡®Asesinos de caca¡¯ y otras armas para conseguir agua y retretes y tratar sus residuos
Miles de millones de personas no tienen en pleno siglo XXI la posibilidad de algo tan sencillo como lavarse las manos cuando desean. La ciencia y la tecnolog¨ªa buscan soluciones. Estas son algunas
?D¨®nde van las heces que no desaparecen por un retrete? Gracias al The Shit Killer (asesino de caca) se convierten en agua limpia y fertilizante. Esta m¨¢quina dise?ada por el?Instituto de Educaci¨®n de Agua (IHE) usa microondas para conseguirlo y ha sido utilizada en pa¨ªses como Etiop¨ªa, donde tirar de la cadena a veces es un lujo. Otra de sus soluciones son ba?os port¨¢tiles con sensores que recogen informaci¨®n, por ejemplo, sobre enfermedades presentes en el entorno o gusanos que absorben y procesan los restos al instante. El mundo de la defecaci¨®n puede ser apasionante.
"No tenemos mucho tiempo para mejorar el acceso a agua y saneamiento, as¨ª que hay que acortar los tiempos. ?C¨®mo? Con ciencia, tecnolog¨ªa y demanda del mercado. Si la sociedad no pide innovaciones es dif¨ªcil que algo avance", explica Damir Brdjanovic, del IHE. En todo el mundo m¨¢s de dos mil millones de personas a¨²n tienen acceso a agua segura de forma regular, y falta tratamiento de residuos para m¨¢s de cuatro mil millones. Acabar con estas cifras es uno de los objetivos que se ha marcado la humanidad antes de 2030. Estocolmo acoge hasta hoy la celebraci¨®n de la Semana Mundial del Agua (WWWeek), organizada por el Instituto Internacional de Agua de Estocolmo (SIWI), a la que expertos, representantes de gobiernos y ONG acuden para volcar todos los avances y soluciones que se est¨¢n experimentando para gestionar mejor el agua y que el saneamiento llegue a m¨¢s gente. A continuaci¨®n desvelamos algunos de ellos.
Involucrar a los usuarios
Se habla de agua y saneamiento como conceptos difusos, pero no es nada m¨¢s y nada menos que la posibilidad de abrir el grifo y poder lavarse las manos, de poder regar tu campo sin tener que invertir toda una ma?ana de caminata, de poder orinar y tirar de la cadena. Que se lo digan a Miguel y Nora. Son dos de los habitantes de Thagoni, un pueblo de apenas 30 habitantes en Bolivia, alejado de cualquier centro urbano. La organizaci¨®n Water For People lleg¨® hasta la aldea, les entrevist¨® y dise?¨® varias propuestas para que el agua potable llegara a sus casas. Utilizaron los conocimientos de los manantiales de la zona de Nora y formaron a Miguel, para que realizara el mantenimiento de la instalaci¨®n. Al poco tiempo comprobaron como las hijas del matrimonio, Liliana y Marita, enfermaban con menos frecuencia. Involucrar a los propios usuarios es un m¨¦todo que da muy buen resultado y el mejor modo de evitar que las infraestructuras se echen a perder en tres o cuatro a?os.
Google Maps en las barriadas
Alrededor de un mill¨®n y medio de personas viven en barriadas informales en Calcuta (India). Las puertas que se cierran por no disponer de una direcci¨®n f¨ªsica son innumerables: no se puede abrir una cuenta en el banco, ni recibir asistencia social, no puede haber control para las campa?as de vacunaci¨®n... Y tampoco existe la posibilidad de implantar un sistema de saneamiento de calidad. En un mismo espacio se acumulan varias familias, o un usuario que un mes est¨¢, al otro se ha marchado.
La iniciativa Addressing the unaddressed (Dirigirse a los que no tienen direcci¨®n) pretende proporcionar una direcci¨®n a todos los habitantes de Calcuta que no la tienen. ?C¨®mo? Con las coordenadas en las que se ubica cada casa y que son f¨¢cilmente detectables gracias al GPS. "Empezamos poco a poco y en 2016 Google nos llam¨® para ofrecernos su tecnolog¨ªa y as¨ª poder avanzar m¨¢s r¨¢pido, ahora estamos dando direcci¨®n a mil viviendas por d¨ªa", explica ?lex Pigot, cofundador de la iniciativa. Ahora cuentan con personal que cada d¨ªa registra las viviendas y elabora una ficha de cada una, as¨ª empiezan a aparecer poco a poco en Google Maps. Cada casa recibe una placa con su coordenada que coloca en la puerta. "No pod¨¦is imaginar lo que es que el cartero llegue a tu casa a entregarte una carta a tu nombre", remata Pigot.
Pegatina con premio
La invenci¨®n de la australiana Macinley Butson, llamada pegatina Sodis, se llev¨® el Premio Junior de Agua, un galard¨®n que cada a?o se concede a una iniciativa revolucionaria. El m¨¦todo diese?ado por la estudiante allana el camino para desinfectar el agua en los pa¨ªses en desarrollo. En muchos lugares, est¨¢ desinfecci¨®n se logra con la exposici¨®n a rayos ultravioleta que hace que las bacterias, los virus y los protozoos se vuelvan incapaces de reproducirse e infectar. El invento de Butson proporciona un sistema muy simple para comprobar que los rayos han hehco su efecto. La pegatina consta de dos anillos de color verde y azul. El interior est¨¢ expuesto a la luz solar, cuando cambia de color y ambos anillos coinciden, el agua es segura para beber. Un gran avanec, ya que los medidores existentes son caros, mientras que la etiqueta adhesiva de Butson cuesta un centimo de euro.
Algoritmos que predicen el futuro
"Cada vez hay menos incertidumbre y m¨¢s certeza, y esta es que con el paso de los a?os vamos a tener menos agua", afirma M¨®nica Marcela Andino, del Departamento de Irrigaci¨®n del Estado de Mendoza (Argentina). Es su caso, juegan con la innovaci¨®n y han dise?ado un programa para estudiar la evoluci¨®n de las necesidades de agua que incorpora par¨¢metros de cambio clim¨¢tico. Esto les hace predecir 1062 escenarios del futuro y usar esta informaci¨®n para encauzar sus recursos.
Teatro para aceptar los contadores
Esta es la historia de la comunidad de Los Mart¨ªnez (M¨¦xico). "Los vecinos pidieron un nuevo sistema h¨ªdrico. Hasta la fecha estaban usando agua de un pozo antiguo y solo dispon¨ªan de agua tres d¨ªas por semana", explica Ernenek Duran, de la organizaci¨®n One Drop (Una gota). En 2017 el gobierno construy¨® un nuevo sistema que incorporaba contadores de agua. La implantaci¨®n no present¨® problemas, los vecinos s¨ª.
"Los hombres comenzaron a impugnar todas las decisiones que se tomaban porque no entend¨ªan el paso de una tarifa fija a una variable", contin¨²a Duran. En ese momento intervino One Drop, una entidad que utiliza el teatro para concienciar sobre el uso de agua. La organizaci¨®n se centr¨® en las mujeres de la comunidad, y 17 de ellas acabaron convirti¨¦ndose en agentes sociales para explicar a sus vecinos el nuevo funcionamiento de los contadores. La comunidad ya paga las tarifas para garantizar la sostenibilidad de la infraestructura.
Que el dinero fluya
Conseguir inversiones para ampliar o mejorar el acceso al agua es otro de los grandes retos. El problema es que muchas veces las instituciones financieras no tienen confianza en que recuperen su cr¨¦dito y por otro lado, los usuarios no tienen las herramientas para solicitar estos pr¨¦stamos. Organizaciones como Water.org se han metido en medio de este embrollo para asesorar a ambas partes. "Muchos usuarios est¨¢n pagando cinco veces m¨¢s de lo que deber¨ªan por su acceso al agua porque la consumen de un cami¨®n cisterna en lugar de tenerla disponible por red. Tenemos que decir a las instituciones financieras que por supuesto que estas personas van a pagar por el servicio", explica April Davis, portavoz de Water.org. La organizaci¨®n presume de que el 99% de los usuarios a los que ellos asesoran devuelven el dinero, y que el 87% de las solicitantes son mujeres. Han desarrollado este sistema en 13 pa¨ªses entre los que se encuentran Uganda, Etiop¨ªa, Ghana o Per¨².
Cada vez hay menos incertidumbre y m¨¢s certeza, y esta es que con el paso de los a?os vamos a tener menos agua
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) trabaja en algunas alternativas similares. En El Salvador, se calcula que hay 2.400 operadores medianos y peque?os de agua y saneamiento, de los que el 85% necesitan hacer mejoras. El problema es de nuevo el desencuentro de bancos y usuarios. Un programa en terreno ha permitido capacitar a los operadores para presentar una propuesta s¨®lida y aprender sobre mantenimiento y gesti¨®n. "Son inversiones peque?as, entre 50.000 y 500.000 d¨®lares, pero no tienen los instrumentos sofisticados para acceder a ellos", indica la economista del BID Mar¨ªa Julia Bocco. Otras soluciones que se plantean en el sector son los bonos verdes (pr¨¦stamos que incluya como garant¨ªa que el proyecto no tendr¨¢ un impacto medioambiental negativo).
Incluir a los que no 'existen'
Colombia el tercer pa¨ªs con m¨¢s recursos h¨ªdricos del planeta, pero solo el 40% de la poblaci¨®n rural tiene acceso a saneamiento. Uno de los muchos contrastes que existen cuando se habla de agua. Desde los 90, el pa¨ªs cuenta con una ley de acceso a este recurso, pero fue pensada para aquellas zonas en las que hay un sistema de registro y pago al alcance de todos. "?Pero qu¨¦ pod¨ªamos hacer con las zonas rurales y dispersas?", se preguntaba Karen L¨®pez, del Ministerio de Vivienda del pa¨ªs, en una de las sesiones del congreso. Este es el dilema que trata de solucionar el pa¨ªs latinoamericano, el de llegar a ciudadanos que en muchas ocasiones no existen. Por ahora han encontrado un modo de avanzar en las obras: "Para continuar con el saneamiento en los pr¨®ximos a?os se necesitan 550 millones de d¨®lares. Lo que hicimos ahorita fue pensar en la financiaci¨®n de manera diferente, as¨ª que desde hace un tiempo muchas de las infraestructuras salen de colaboraciones p¨²blico privadas", detalla Jose Luis Acero, del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio de Colombia.
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