La pasional vida del canciller Helmut Kohl
Una amante del pol¨ªtico alem¨¢n desvela en un libro detalles ¨ªntimos de su historia de amor
Beatrice Herbold tiene 61 a?os, trabaja como agente inmobiliaria en Berl¨ªn y, desde el pasado fin de semana, su nombre ha traspasado las fronteras del negocio de bienes ra¨ªces y ahora es conocido en gran parte de Alemania por un libro de memorias que ha escrito con la ayuda de una periodista de la revista Bunte. A lo largo de 190 p¨¢ginas, Beatrice Herbold, due?a de una memoria casi fotogr¨¢fica, recuerda con cari?o y nostalgia los a?os durante los cuales fue la amante secreta del famoso canciller Helmut Kohl, con quien vivi¨® un apasionado romance que se inici¨® en la sauna de un hotel austriaco durante la Semana Santa de 1990, el a?o de la reunificaci¨®n de Alemania.
Despu¨¦s de un largo viaje en coche, Beatrice, que entonces ten¨ªa 28 a?os, decidi¨® reponerse del trayecto en la sauna del hotel St. Georg en Bad Hofgastein, en el Estado de Salzburgo. El entonces canciller alem¨¢n iba al establecimiento cada primavera a someterse a severas dietas para bajar de peso y, cuando ella entr¨® en la sauna, all¨ª estaba Kohl, sentado desnudo y rodeado de sus guardaespaldas. La primera reacci¨®n de Herbold fue intentar dar media vuelta y abandonar la sauna, pero no cont¨® con la espont¨¢nea reacci¨®n de Kohl que, sin atisbo alguno de apuro, le pidi¨® que se quedara. Al parecer fue un amor a primera vista por parte de ¨¦l y el comienzo de una intensa y larga historia clandestina.
¡°Cuando fui a la sauna del hotel por la noche, ¨¦l estaba sentado all¨ª con todo su s¨¦quito. Quise salir lo antes posible, pero ¨¦l no lo permiti¨®. Tuve que sentarme a su lado, totalmente sonrojada, y luego mirar hacia adelante para no tener que ver al canciller desnudo. A ¨¦l le gust¨® la situaci¨®n¡±, cuenta Beatrice Herbold en su libro Geliebte Freundin. Meine geheimnen Jahre mit Helmut Kohl, algo as¨ª como Amiga amante. Mis a?os secretos con Helmut Kohl.
El inc¨®modo encuentro en la sauna del hotel fue el comienzo de una intensa relaci¨®n, que inicialmente estuvo marcada por cartas y llamadas telef¨®nicas. Pasaron algunos a?os antes del primer beso. Sucedi¨® en un ascensor del mismo hotel St. Georg. ¡°Le tom¨¦ la mano, pero de repente me atrajo hacia ¨¦l y me bes¨® con pasi¨®n. En ese momento estaba muy molesta¡±, recuerda.
Escapadas secretas
Lo que parec¨ªa un romance plat¨®nico, se convirti¨® en una relaci¨®n en toda regla cuando Kohl visit¨® a su futura amante en su casa en Wiesbaden. La mujer hab¨ªa preparado muslos de pollo a la parrilla, verduras, patatas y puso a enfriar un vino blanco del Rhone. De postre hab¨ªa mousse au chocolat, peque?os detalles que Herbold recuerda minuciosamente. Cuando Beatrice se dispuso a recoger la mesa, Kohl la cogi¨® de la mu?eca, le dijo que eso era perder el tiempo y la llev¨® hasta el dormitorio. ¡°Mi coraz¨®n lat¨ªa salvajemente. Fue el momento en el que se concret¨® nuestro amor secreto. Todo lo que hace que el amor entre un hombre y mujer sea completo y ¨²nico¡±, relata Beatrice Herbold. ¡°Fue muy hermoso. Incluso despu¨¦s de tantos a?os sigo llevando la sensaci¨®n de nuestra primera noche dentro de m¨ª¡±.
El libro est¨¢ lleno de detalles sobre las escapadas secretas de los dos amantes pero tambi¨¦n ofrece una imagen casi picaresca del famoso pol¨ªtico que fue bautizado con el sobrenombre del Canciller de la Unidad debido a su labor para conseguir la reunificaci¨®n de las dos Alemanias. Los detalles que aporta su amante en el libro retratan a un Kohl experto en el arte de enga?ar a su esposa Hannelore.
Una prueba de ello es el relato de c¨®mo el entonces canciller invit¨® a su amante a pasar un fin de semana en Bonn. Sin avisar a su servicio de seguridad, Kohl llev¨®, casi de forma clandestina, a su amante a la zona privada del edificio de la canciller¨ªa y de all¨ª a su bungalow oficial, una construcci¨®n fr¨ªa que ten¨ªa una gran piscina. ¡°Es magn¨ªfica, l¨¢stima que no he tra¨ªdo mi bikini", afirma en el libro Beatrice Herbold sobre su reacci¨®n en ese momento. ¡°Aqu¨ª no necesitas bikini¡±, le respondi¨® Kohl y le asegur¨® que no hab¨ªa vecinos indiscretos y que tampoco hab¨ªa c¨¢maras. Los amantes se ba?aron desnudos en la residencia oficial.
Aunque entre ambos, seg¨²n recuerda Herbold, hab¨ªa una fuerte afinidad y el amor era profundo, la relaci¨®n acab¨® en 1999 poco despu¨¦s de que la carrera pol¨ªtica de Kohl llegar¨¢ a su fin, despu¨¦s de ser derrotado en las urnas en 1998 y sustituido en el cargo por el teleg¨¦nico candidato del SPD Gerhard Schr?der.
El esc¨¢ndalo de la financiaci¨®n ilegal de la CDU, que estall¨® a finales de 1999 y que terminar¨ªa con la definitiva marginaci¨®n pol¨ªtica de Kohl, lo convirti¨®, seg¨²n Herbold, en un hombre ¡°resentido, abrupto y gru?¨®n¡±. La relaci¨®n acab¨® sin una explicaci¨®n y sin que trascendiera a la opini¨®n p¨²blica hasta 2016 cuando la sac¨® a la luz la revista Bunte. Entonces fue una revelaci¨®n extraordinaria porque hasta ese momento la prensa alemana no sol¨ªa hacerse eco de las infidelidades de sus figuras relevantes.
De la vida amorosa de Helmut Kohl se sab¨ªa pero no se comentaba. El ya excanciller enviud¨® en julio de 2001, cuando su esposa Hannelore se suicid¨® a los 68 a?os con una sobredosis de morfina y somn¨ªferos. Los secretos de su vida personal, incluido su largo matrimonio con el pol¨ªtico, quedaron reflejados en el libro La mujer a su lado, escrito por el periodista Heribert Schwan y que cuando se public¨® en 2011 encabez¨® las listas de ventas en Alemania.
Kohl se volvi¨® a casar en 2008 con Maike Richter, una economista 34 a?os m¨¢s joven que ¨¦l con quien hab¨ªa iniciado una relaci¨®n a finales de la d¨¦cada de los noventa. Un enlace que lleg¨® cuando en todos los cen¨¢culos pol¨ªticos se hablaba de Julianne Weber, su jefa de gabinete, como su amante.
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