Un admirable proyecto cojo
El presidente de M¨¦xico ya ha cambiado su narrativa para decir que lo importante no es el crecimiento sino el desarrollo social. Y en muchos sentidos tiene raz¨®n
Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador no lleg¨® al poder gracias a sus conocimientos de econom¨ªa, est¨¢ claro, pero s¨ª a su extraordinaria experiencia y habilidad pol¨ªtica. No es de extra?ar que el balance de su primer informe oficial como presidente de M¨¦xico arroje un resultado tan contrastante: aprobado en pol¨ªtica, reprobado en econom¨ªa. La pregunta de fondo es ?cu¨¢nto puede avanzar un proyecto tan ambicioso como el de la Cuarta Transformaci¨®n cuando una de las dos piernas flaquea de tal manera?
Que ha sido un ¨¦xito pol¨ªtico no hay dudas. Su partido controla el Congreso, la oposici¨®n formal e informal est¨¢ completamente desdibujada, sus niveles de aprobaci¨®n popular rondan el 70%, el poder judicial se ha mostrado apabullado por sus presiones y los grandes empresarios han preferido ceder y hacer las paces que enfrentarlo. En suma, en pocos meses el nuevo presidente ha dado los golpes necesarios sobre la mesa para hacer ver al resto de los poderes y actores pol¨ªticos que solo hay un soberano en el reino.
El problema es que el reino est¨¢ en la inopia. Los pron¨®sticos para este el a?o y el pr¨®ximo atisban pr¨¢cticamente un estancamiento. El nerviosismo comienza a extenderse. Est¨¢bamos acostumbrados a que el primer a?o de una nueva Administraci¨®n fuese de aton¨ªa debido al reacomodo de cuadros y a la contracci¨®n del presupuesto atribuido a la transici¨®n; tambi¨¦n se entiende que el contexto internacional y la volatilidad de los mercados (l¨¦ase Trump) no han sido el mejor de los contextos. En ese sentido, hab¨ªa y hay razones para extender el beneficio de la duda al Gobierno de AMLO frente a los magros resultados.
Sin embargo, cada vez son m¨¢s los indicadores que apuntan a la posibilidad de un per¨ªodo de vacas flacas m¨¢s all¨¢ de lo coyuntural y, peor a¨²n, que parte de las razones tendr¨ªan que ver con decisiones, o la falta de ellas, en materia econ¨®mica por parte del nuevo Gobierno.
Lo cierto es que ante el prop¨®sito inicial de L¨®pez Obrador de crecer 4% cada uno de los dos primeros a?os, ajustado despu¨¦s a 2%, hoy muchos analistas se dar¨ªan por bien servidos si el pa¨ªs no incurre en tasas negativas. Un estancamiento es mejor que una recesi¨®n. Pero el estancamiento dif¨ªcilmente prohijar¨¢ bienestar.
La pregunta de fondo ser¨ªa entonces ?qu¨¦ pasa con un proyecto pol¨ªtico fuerte en el contexto de una situaci¨®n econ¨®mica d¨¦bil? El presidente ya ha cambiado su narrativa para decir que lo importante no es el crecimiento sino el desarrollo social. Y en muchos sentidos tiene raz¨®n. Durante largos per¨ªodos tuvimos un crecimiento modesto, pero crecimiento al fin, que por desgracia no se tradujo en un beneficio para las grandes mayor¨ªas. En lo inmediato una mejor distribuci¨®n y pol¨ªticas p¨²blicas progresistas pueden mejorar el bienestar de la poblaci¨®n. Pero al mediano y largo plazo el desarrollo social sin crecimiento econ¨®mico est¨¢ condenado al fracaso. M¨¢s all¨¢ de la coyuntura se trata de un asunto de recursos. Y all¨ª est¨¢ el caso de Cuba y de Venezuela, pa¨ªses dotados de una poderosa maquinaria pol¨ªtica y de unas endebles estructuras econ¨®micas.
El crecimiento no basta para producir el bienestar de la poblaci¨®n, pero sin ¨¦l tampoco es posible. No es casual que las sociedades escandinavas sean el paradigma de los gobernantes que desean una comunidad pr¨®spera, han conseguido ambas cosas: una expansi¨®n material significativa y una envidiable distribuci¨®n de los beneficios. O para decirlo en t¨¦rminos m¨¢s crasos, es obvio que el dinero no proporciona la felicidad, pero qu¨¦ dif¨ªcil es conseguirla cuando se vive en la miseria.
Me parece que L¨®pez Obrador est¨¢ cada vez est¨¢ m¨¢s consciente de lo anterior. Sin aflojar en su empe?o de dotarse de un poder presidencial cada vez m¨¢s firme, ha comenzado a darse cuenta de que sin el involucramiento de la inversi¨®n privada y los mercados financieros su proyecto comenzar¨¢ a desinflarse. El aparato de Estado mueve directamente apenas el 25% del PIB nacional y dif¨ªcilmente podr¨ªa aumentar tal proporci¨®n; en los tiempos de globalizaci¨®n y de interdependencia en que vivimos resultan prohibitiva las tentaciones encaminadas a expropiar empresas privadas u operar con monopolios estatales.
Fue significativa la presencia de los grandes capitanes del dinero en la ceremonia del informe de Gobierno, incluso de algunos que hasta hace unas semanas eran pluma de vomitar del presidente. Germ¨¢n Larrea, el segundo hombre m¨¢s rico de M¨¦xico y ferviente antilopezobradorista, fue uno de los invitados especiales.
Lo que sigue es un enigma. ?Este ajuste en el tim¨®n ser¨¢ suficientemente r¨¢pido y flexible para evitar la tormenta econ¨®mica que se nos viene? ?Tales ajustes modificar¨¢n sustancialmente el proyecto social de AMLO? ?O se trata simplemente de meros gestos conciliadores, pero huecos en esencia, que no cambiar¨¢n la desconfianza entre los dos sectores? ?Cu¨¢n lejos llegar¨¢ un loable proyecto aquejado de cojera?
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