Vuelta al cole: c¨®mo empezar bien el nuevo curso y no morir en el intento
Las vacaciones de verano ya han terminado e irremediablemente comienza un nuevo curso escolar para los m¨¢s peque?os y los no tan peque?os
Las vacaciones de verano ya han terminado e irremediablemente comienza un nuevo curso escolar para los m¨¢s peque?os y los no tan peque?os. En este art¨ªculo me voy a centrar en los ni?os de la etapa de Educaci¨®n Infantil, pues son los que m¨¢s suelen sufrir al incorporarse a las clases una vez concluido la etapa de piscinas, playas, juegos y casi ausencia de horarios. La gran mayor¨ªa de ni?os se suelen adaptar bien a la nueva etapa, pero no siempre es as¨ª.
No hay m¨¢s que ir a las nueve de la ma?ana a la puerta de un colegio, una escuela infantil o guarder¨ªa para ver lo mal que lo pasan algunos ni?os en estos primeros d¨ªas de clase. Llantos, gritos, mocos y s¨²plicas. Algunos ni?os van relativamente tranquilos el primer d¨ªa de clase hasta que se encuentran con otros compa?eros que est¨¢n llorando desconsoladamente. El efecto contagio no suele ayudar. Debemos entender que esta etapa supone una nueva adaptaci¨®n que requiere tiempo, cari?o y paciencia. Es un duelo en el que tenemos que acompa?ar a nuestros hijos para favorecer una adaptaci¨®n lo menos dif¨ªcil o traum¨¢tica posible. Adem¨¢s, cada ni?o es un mundo, debiendo amoldarnos a sus ritmos, caracter¨ªsticas y momento evolutivo. Por si todo esto no fuera poco, son muchos los ni?os que cambian de colegio, de etapa educativa y de profesor. Algunos pasan al colegio de mayores. El aula es nueva y seguramente haya compa?eros nuevos. Todo esto, metido en un mismo recipiente y agitado, tiene distintos resultados. Algunos de nuestros hijos y alumnos no digieren bien esta mezcla de tantos ingredientes y la consecuencia son algunos d¨ªas algo agitados y convulsos. Ya s¨¦ que muchos padres se plantear¨ªan como objetivo de estos primeros d¨ªas que sus hijos no sufran, pero debemos ir m¨¢s all¨¢. Mirar m¨¢s a largo plazo. El objetivo deber¨ªa ser hacer de la experiencia un aprendizaje. Seamos conscientes de que este ser¨¢ uno de los primeros cambios significativos de los muchos que tendr¨¢n en su vida. Aprovechemos la oportunidad de construir aprendizaje y resiliencia.
Son muchas las emociones que nos asaltan a padres e hijos en estos primeros d¨ªas de colegio: nervios por el comienzo de la nueva etapa, tristeza por dejar atr¨¢s el verano, alegr¨ªa por volver a ver a los compa?eros de clase, curiosidad por c¨®mo ser¨¢ el nuevo profesor, miedo a no encontrarme c¨®modo en clase y a la separaci¨®n, etc. Todas estas emociones son normales y deben ser reconocidas, permitidas y legitimadas. No podemos hacer nada para que estas emociones tan variopintas surjan. Los ni?os m¨¢s peque?os tienen miedo a la separaci¨®n de sus padres. No pasa nada, es normal. Es un miedo universal. Miedo a ser separados de las personas de las que depende su supervivencia. Este miedo se activa, evidentemente, cuando la situaci¨®n es novedosa o desconocida, cuando hay un potencial peligro. Y todo aquello que es nuevo para un ni?o puede ser concebido como peligroso. Es por ello por lo que el periodo de adaptaci¨®n suele ser m¨¢s llevadero para los ni?os que siguen en la misma clase, con el mismo profesor y con los mismos compa?eros que aquellos que entran ¡°de nuevas¡±. Lo ideal ser¨ªa que nuestros hijos comenzaran el colegio de manera progresiva. En verano est¨¢n con nosotros las 24 horas al d¨ªa y, de repente, se separan bruscamente de nosotros. Ser¨ªa fant¨¢stico que el primer d¨ªa, en vez de estar de sopet¨®n seis u ocho horas, estuvieran un par de horas acompa?ados por sus padres, pero desgraciadamente son pocos los centros que as¨ª lo organizan.
A continuaci¨®n se desarrollan algunas ideas u orientaciones que os pueden resultar de inter¨¦s para preparar de manera anticipada estos primeros d¨ªas de colegio:
Legitimar todas las emociones que experimenten: como ve¨ªamos antes, son muchas y variadas las emociones que pueden vivir en estos primeros d¨ªas. Es fundamental que todas ellas sean permitidas y reconocidas. Las emociones no se pueden controlar, lo que s¨ª que podemos gestionar es la conducta asociada a la emoci¨®n. Es normal que el ni?o no quiera ir al colegio los primeros d¨ªas, es normal que lloren, que est¨¦n m¨¢s nerviosos, etc. Todo esto debe ser legitimado y permitido.
- Expresa tus emociones de manera controlada: las emociones son un denominador com¨²n a todos los mam¨ªferos. Por esa raz¨®n debemos normalizarlas. Y qu¨¦ mejor manera que seamos los padres los que manifestemos nuestras sensaciones y emociones ante esta nueva etapa que en breve comenzar¨¢. No hay ning¨²n problema en que los padres les digamos frases como ¡°yo tambi¨¦n estoy un poco nervioso por el comienzo del curso¡±. Eso s¨ª, la expresi¨®n de las emociones debe estar acompa?ada de firmeza y serenidad para evitar el descontrol y el caos.
- Comunicaci¨®n emocional durante las cenas y comidas: podemos aprovechar los momentos de estar juntos alrededor de la mesa para hablar de los diferentes acontecimientos, sensaciones y emociones que surgen con relaci¨®n al comienzo del curso (hablar de c¨®mo habr¨¢ pasado nuestro profe el verano o, si es nuevo, c¨®mo nos imaginamos que ser¨¢). Podemos normalizar pero sin ser pesados con el tema.
Anticipaci¨®n: ya dec¨ªa hace casi un siglo Freud que uno de los mecanismos m¨¢s efectivos que tiene el ser humano es la anticipaci¨®n. Por eso, habla con tus hijos con total naturalidad los d¨ªas previos al comienzo del curso. Tambi¨¦n podemos adelantarles que, dado que el primer d¨ªa es un d¨ªa cargado de emociones, es posible que algunos ni?os lloren, incluso ellos. Explicarles paso a paso c¨®mo ser¨¢ el primer d¨ªa: nos levantamos, desayunamos, nos vestimos, vamos hacia el colegio, nos despedimos, t¨² te quedas en el cole con tu profe y tus amigos, mam¨¢ y pap¨¢ se van a trabajar y por la tarde iremos a recogerte.
Poner palabras a su caos emocional: para muchos ni?os, los primeros d¨ªas de colegio son un verdadero suplicio. No pueden soportar separarse de mam¨¢ y de pap¨¢. Por eso es conveniente los d¨ªas previos hablar con ellos de c¨®mo viven ese primer d¨ªa de colegio. Es fundamental ponerle palabras y orden a su caos y sus miedos. Podemos hablarles de c¨®mo vivimos nosotros de peque?os los primeros d¨ªas de cole. Por lo tanto, normalizar y explicitar todo lo que sienten o lo que pueden sentir el primer d¨ªa de colegio.
Ajustar las expectativas: es importante no crear falsas ideas o expectativas del estilo ¡°ma?ana va a ser un gran d¨ªa¡± porque a lo mejor no lo es. Decirles lo que puede ocurrir y normalizar las emociones desagradables que puedan experimentar. Es posible que el ni?o se muestre triste o tenga miedo. Nunca caer en el error de mentirles: ¡°enseguida vengo¡±.
Una vez que ya hemos preparado el terreno en los d¨ªas previos, ya solo queda esperar a que todo lo que hemos trabajado con nuestros peque?os tenga su efecto positivo. ?Qu¨¦ cosas debemos tener presente para el primer d¨ªa de colegio?
Despedida r¨¢pida y firme: no conviene prolongar m¨¢s de lo debido la entrada al colegio y a la clase. Debemos estar seguros y mostrarnos firmes en la decisi¨®n de llevar a nuestro hijo a su aula, a la vez que cari?osos y comprensivos con su estado an¨ªmico.
Recuerda, es normal que llore: ten presente que es posible que prefiera estar contigo que quedarse en el colegio. Es normal y leg¨ªtimo. Esto es una buena se?al Qu¨¦ mejor noticia que nuestros hijos quieran estar con nosotros. Esto implica que la relaci¨®n de apego entre nosotros es segura.
Amabilidad y firmeza: como venimos diciendo a lo largo de todo el art¨ªculo, es importante que estemos tranquilos, seguros y convencidos de lo que estamos haciendo. Como bien establece la disciplina positiva, debemos mostrarnos amables pero firmes con nuestros hijos en la tarea de llevarles al colegio. Entendemos y respetamos sus miedos pero deben ir al colegio.
?Y qu¨¦ cosas debemos tener en cuenta para el momento de ir a recogerles los primeros d¨ªas de colegio? Veamos algunas ideas:
No somos salvadores: es importante evitar darles el mensaje de que somos los que les ¡°salvamos¡± del profesor y del colegio. Una cosa es que lo pasen mal y que lloren, y otra bien diferente es que aparezcamos como las figuras que les salvan de los ¡°malos del cole¡±.
Evitar los chantajes emocionales: dec¨ªamos antes que el objetivo es aprender estrategias y sacar fortalezas de esta nueva experiencia. Por ese motivo no debemos caer en el error de decirles ¡°como te has portado muy bien en clase te voy a comprar una bolsa de chuches¡±. Recordemos que el mejor refuerzo para nuestros hijos somos nosotros.
Reconoce el gran esfuerzo que ha hecho: estar todas las horas que est¨¢n los ni?os en el colegio no es tarea sencilla, y menos los primeros d¨ªas. Por ello es por lo que resulta muy efectivo felicitarle por el gran esfuerzo realizado. Mejor reforzar actitudes (¡°te has esforzado mucho¡±) que conductas (¡°te has portado muy bien¡±).
?Qu¨¦ podemos decirles cuando los recogemos?: Lo mejor que podemos hacer al recoger a nuestros hijos en la puerta de su clase, adem¨¢s de recibirles con una gran sonrisa y los brazos abiertos, es preguntarles por c¨®mo lo han pasado. Dejemos a un lado su comportamiento, si han pegado o no, lo que han comido, etc.
Consecuencias de los primeros d¨ªas de colegio: es probable que las consecuencias de estos primeros d¨ªas tan cargados de emociones se vean reflejados en otras ¨¢reas del desarrollo del ni?o. Por ejemplo, es probable que el patr¨®n de sue?o pueda cambiar. Les puede costar m¨¢s dormir, no solo por el cambio horario de verano a ahora, sino por lo emocionante del d¨ªa. Aunque est¨¦n cansados, puede ser que no caigan rendidos en la cama debido a su excitaci¨®n emocional. Adem¨¢s, pueden tener sue?os y pesadillas sobre estos momentos de separaci¨®n. No os preocup¨¦is, son consecuencias naturales y sanas de la adaptaci¨®n. En cuanto a la alimentaci¨®n, es posible que tengan menos hambre o que devoren la nevera. Ambos extremos son normales. Cada ni?o lo exterioriza de una manera diferente y ¨²nica. Y los m¨¢s peque?os de la casa pueden experimentar regresiones como que vuelvan a querer el chupete, que se hagan pis en la cama, que est¨¦n m¨¢s agresivos de lo normal, etc.
Para concluir, seamos conscientes que nuestros hijos pasar¨¢n por esta etapa de la mejor manera posible (y lo har¨¢n con nota) pero necesitan nuestro apoyo, cari?o y paciencia. Son d¨ªas muy dif¨ªciles y complejos para todos, sobre todo para los m¨¢s peque?os. Como dice mi cu?ada, para estos d¨ªas debemos recetarnos a nosotros mismos muchas tortillitas de paciencia. Mucho ¨¢nimo para estos primeros d¨ªas de curso. Recordad que sois los mejores padres que pueden tener vuestros hijos.
Rafael Guerrero Tom¨¢s es psic¨®logo y doctor en Educaci¨®n. Director de Darwin Psic¨®logos. Profesor de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid. Autor del libro ¡°Educaci¨®n emocional y apego. Pautas pr¨¢cticas para gestionar las emociones en casa y en el aula¡± (2018) y ¡°Cuentos para el desarrollo emocional desde la teor¨ªa del apego¡± (2019).
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