Del pl¨¢tano a las estrellas
El astrof¨ªsico Francisco S¨¢nchez sale en defensa del telescopio gigante en Canarias: "No estropea el cielo, qu¨¦ barbaridad"
Los canarios sienten que el pl¨¢tano es natural de las islas. Fue plantado aqu¨ª en el siglo XIX, ven¨ªa de Vietnam y pas¨® por Escocia. Fue tra¨ªdo por brit¨¢nicos que viv¨ªan en el Sitio Litre, un para¨ªso ingl¨¦s radicado desde 1730 en el Puerto de la Cruz. Sobre la posible instalaci¨®n del telescopio de treinta metros que podr¨ªa venir a La Palma, y la oposici¨®n de ecologistas, el actual director del Instituto Astrof¨ªsico de Canarias, Rafael Rebolo, ha dicho: "Ojal¨¢ que los canarios se sientan tan orgullosos de su cielo como del pl¨¢tano".
Pues el cielo es ahora, como el pl¨¢tano, uno de los orgullos de Canarias..., y, como el pl¨¢tano, nacido en otro pa¨ªs, exactamente en el pa¨ªs de las estrellas. El predecesor de Rebolo al frente del Astrof¨ªsico, Francisco S¨¢nchez, que en 1961 puso la primera piedra de esta utop¨ªa, se hall¨® aqu¨ª con la indiferencia y la lejan¨ªa que ahora le dan m¨¢s valor a su experiencia.
Fue m¨¢s f¨¢cil plantar los pl¨¢tanos. S¨¢nchez vivi¨® en precario, y ahora ha contado en un libro ( So?ando estrellas. As¨ª naci¨® y se consolid¨® la Astrof¨ªsica en Espa?a ) aquella experiencia que uni¨® ciencia y penuria. Toledano de 1936, naci¨® a la Astrof¨ªsica por azar, se vino a la isla con su mujer, Mar¨ªa Anselma Almeida, tambi¨¦n cient¨ªfica, para poner rudimentos que parec¨ªan m¨¢s ¨²tiles de choza que materiales para llegar a lo que ahora es la otra esencia de las islas, el cielo estrellado.
"Era un sitio como el mejor". Y se puso a competir con los cielos de Chile o de Hawai, abri¨® sede m¨¢s cerca aun del cielo, en el Roque de los Muchachos de La Palma, y atrajo a cient¨ªficos y a pa¨ªses y ahora lo que empez¨® siendo una choza de origen militar es, como quiere ¨¦l y quiere Rebolo, algo de lo que los canarios (y los espa?oles) "se deben sentir orgullosos". "Canarias y Espa?a ten¨ªan que aprovechar este cielo, no s¨®lo para hacer ciencia de primera, sino tecnolog¨ªa", dice S¨¢nchez, sin nostalgia, con convencimiento. Fue una utop¨ªa, "y ahora es un milagro... Fui el primer catedr¨¢tico autodidacta de Astrof¨ªsica, y ahora nuestra gente est¨¢ distribuida por todo el mundo, y gente de todo el mundo viene aqu¨ª, desde chinos, japoneses, peruanos, alemanes..., jovenzuelos que se matan por hacer la tesis con nosotros".
Ahora, ante la posibilidad de tener otro telescopio en La Palma, se revuelve la oposici¨®n ecologista... "No saben, y es algo de lo que hay que saber: no se puede imaginar. El telescopio no estropea el cielo, qu¨¦ barbaridad. Son instrumentos pasivos: nos ponemos a mirar, recogemos los fotones, los analizamos y sacamos conclusiones. No es un instrumento del que salen cosas al exterior. Qu¨¦ ignorancia... Pero as¨ª ha pasado: para saber qu¨¦ hab¨ªa en el Teide, la riqueza inmensa que hab¨ªa all¨¢ arriba, tuvo que venir Humboldt de Alemania. El cielo se ha ido descubriendo a empujones. A empujones hasta el final".
El universo no se apaga nunca. "Ni un segundo, siempre est¨¢ la luz de las estrellas". Bajo esa luz hall¨® inspiraci¨®n para sus canciones el astrof¨ªsico ingl¨¦s Brian May, guitarrista del grupo Queen. En el pr¨®logo al libro de S¨¢nchez, May dice que aqu¨ª se despertaba cada d¨ªa "ve¨ªa cielos ultramarinos y respiraba un aire vigorizante, y con el silencio de la naturaleza, tales vistas me penetraban el alma, y jam¨¢s me han dejado". Eso respiraban Francisco S¨¢nchez y su mujer cuando, en 1961, sintieron cerca del Teide que estaban m¨¢s cerca del cielo.
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