El reto de ampliar las tasas de curaci¨®n del c¨¢ncer
El autor exige medidas a corto, medio y largo plazo que impliquen un cambio de rumbo en la investigaci¨®n oncol¨®gica
Cada vez va a haber m¨¢s enfermos de c¨¢ncer en Espa?a. Se prev¨¦, por ejemplo, que dentro de diez a?os se producir¨¢n en nuestro pa¨ªs un nuevo caso de c¨¢ncer y un fallecimiento cada 3,8 y 1,8 minutos, respectivamente. Ante estas cifras, la sociedad espa?ola tiene ante si un reto de enorme transcendencia: conseguir ampliar las tasas de curaci¨®n actualmente existentes, cercanas ya al 55% de los casos, a niveles que superen el 70% en la pr¨®xima d¨¦cada.
?C¨®mo podemos alcanzar este objetivo? Desde la Asociaci¨®n Espa?ola de Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer (ASEICA) creemos que la respuesta es clara: solo a trav¨¦s de la investigaci¨®n podremos descubrir los mecanismos que afectan al origen y evoluci¨®n maligna de los tumores, identificar los talones de Aquiles de estos y, a trav¨¦s de dicho conocimiento, desarrollar nuevas terapias y un uso m¨¢s personalizado de las mismas en funci¨®n de las alteraciones gen¨¦ticas de los pacientes. El reciente desarrollo de la Inmunoterapia, una de las v¨ªas m¨¢s prometedoras contra el c¨¢ncer que tenemos en estos momentos, es un buen ejemplo de c¨®mo la combinaci¨®n de investigaci¨®n b¨¢sica y aplicada puede dar lugar a nuevas terapias antitumorales en un periodo de tiempo muy corto.
Dentro de diez a?os se producir¨¢n en nuestro pa¨ªs un nuevo caso de c¨¢ncer y un fallecimiento cada 3,8 y 1,8 minutos, respectivamente
?Cu¨¢l es el estado de la innovaci¨®n oncol¨®gica en nuestro pa¨ªs? Pues, como en casi en todo en Espa?a, tiene sus zonas de luz y de sombra tal como ha revelado el primer Informe sobre la Investigaci¨®n en C¨¢ncer en Espa?a recientemente elaborado por la ASEICA en colaboraci¨®n con la Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer (AECC) y la Fundaci¨®n La Caixa.
Nuestro informe ha revelado que uno de los aspectos m¨¢s positivos de nuestro sistema de I+D+i es el capital humano: nuestro pa¨ªs cuenta con un gran n¨²mero de grupos de investigaci¨®n competitivos a nivel internacional y que demuestran una capacidad de captaci¨®n de fondos privados e internacionales muy por encima de sus hom¨®logos en pa¨ªses de nuestro entorno. Tambi¨¦n tenemos unas buenas infraestructuras, centros de investigaci¨®n punteros e iniciativas cooperativas como es, por ejemplo, el Centro de Investigaci¨®n Biom¨¦dica en Red de C¨¢ncer (CIBERONC).
La AECC, en estos momentos, dedica m¨¢s dinero a la investigaci¨®n en c¨¢ncer que el propio Programa Nacional financiado a trav¨¦s de la Agencia Estatal de Investigaci¨®n y el Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n
Otro aspecto positivo es la concienciaci¨®n social que existe sobre la importancia que tiene la investigaci¨®n para mejorar la vida de los pacientes. Esto hace que, por ejemplo, los fondos a la investigaci¨®n en c¨¢ncer realizados tanto por asociaciones de pacientes como por organizaciones privadas sin ¨¢nimo de lucro hayan aumentado casi un 350% durante esta ¨²ltima d¨¦cada. Esto contrasta con la lamentable p¨¦rdida de financiaci¨®n de fuentes gubernamentales que se ha producido en el mismo periodo. Como ejemplo, un bot¨®n: la AECC en estos momentos dedica m¨¢s dinero a la investigaci¨®n en c¨¢ncer que el propio Programa Nacional financiado a trav¨¦s de la Agencia Estatal de Investigaci¨®n y el Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n. Estos puntos positivos deben subrayarse en un d¨ªa como hoy, donde celebramos el D¨ªa Mundial de la Investigaci¨®n en C¨¢ncer.
Pese a lo anterior, existen aspectos negativos que est¨¢n poniendo en la picota nuestro sistema de I+D+i. Junto a la ca¨ªda dr¨¢stica de la financiaci¨®n p¨²blica mencionada m¨¢s arriba, caben destacar los problemas asociados con los pocos fondos destinados a la formaci¨®n, atracci¨®n y estabilizaci¨®n de nuevo talento, la falta de una estrategia cient¨ªfica clara y estable a medio-largo plazo en el ¨¢mbito oncol¨®gico o el aumento exorbitado de la burocracia asociada a la gesti¨®n de los proyectos cient¨ªficos. Los efectos de este estr¨¦s de materiales se est¨¢n viendo ya en nuestro sistema de I+D+i: p¨¦rdida del n¨²mero total de cient¨ªficos, un envejecimiento progresivos de los l¨ªderes de los grupos de investigaci¨®n nacionales y una p¨¦rdida de competitividad en la generaci¨®n de publicaciones y patentes.
Necesitamos medidas de urgencia dirigidas a la formaci¨®n de nuevas generaciones de investigadores
Lamentablemente, esta situaci¨®n persiste incluso despu¨¦s de haberse superado lo peor de la crisis. Y, lo que es m¨¢s descorazonador, es una pol¨ªtica de tierra quemada que no ha sido seguida por ning¨²n otro pa¨ªs de nuestro entorno: durante el mismo periodo, la financiaci¨®n media de la Uni¨®n Europea en I+D+i ha crecido por encima del 25%. Y, para mayor inri, se atisban m¨¢s nubarrones por delante. Por ejemplo, el nuevo calendario de solicitud de proyectos anunciado recientemente por la Agencia Estatal de Investigaci¨®n va a suponer que los grupos de investigaci¨®n pierdan entre un 14% a un 22% adicional de los fondos derivados del Plan Nacional durante los pr¨®ximos dos a?os como consecuencia de la implementaci¨®n de propio calendario. La nueva convocatoria electoral tambi¨¦n retrasar¨¢ la aprobaci¨®n de los presupuestos generales del Estado sin los cuales ninguno de los problemas anteriores podr¨¢ ser solventado.
Estamos, por tanto, en una encrucijada: o cambiamos la situaci¨®n a corto plazo o quedaremos progresivamente fuera del ¨¢mbito de la innovaci¨®n en c¨¢ncer tanto a nivel de investigaci¨®n, tratamientos hospitalarios y desarrollo empresarial. En este sentido, un art¨ªculo recientemente publicado por la revista Nature Biotechnology alerta ya de que Espa?a est¨¢ a la cola de los pa¨ªses europeos en cuanto a tasas de creaci¨®n de empresas en el ¨¢mbito biotecnol¨®gico.
Por todo ello, desde ASEICA exigimos medidas a corto, medio y largo plazo que impliquen un cambio de rumbo en la investigaci¨®n oncol¨®gica de nuestro pa¨ªs. Esta nueva estrategia debe contemplar objetivos estables en el tiempo y la inversi¨®n investigaci¨®n b¨¢sica y traslacional dirigida a afrontar retos presentes de nuestros pacientes y sistema sanitario. Tambi¨¦n se necesitan fondos competitivos acordes con el costo real de llevar a cabo investigaciones competitivas y de calidad. Finalmente, necesitamos medidas de urgencia dirigidas a la formaci¨®n de nuevas generaciones de investigadores, la captaci¨®n de cient¨ªficos j¨®venes ya formados as¨ª como la reducci¨®n de la burocracia asociada a la gesti¨®n de los fondos concedidos. Sin estos cambios, tememos que nuestro pa¨ªs pase de ser un l¨ªder a ser una mera comparsa en investigaci¨®n oncol¨®gica a nivel internacional. Esto no es solo un problema de ¡°marca de pa¨ªs¡±: sin investigaci¨®n dif¨ªcilmente se desarrollar¨¢n nuevas terapias, nuevas herramientas terap¨¦uticas y una mejor supervivencia y calidad de vida de los pacientes.
Xos¨¦ Bustelo es presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Investigaci¨®n sobre C¨¢ncer (ASEICA)
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