Asesinato prehist¨®rico bajo el campo de hockey
Descubierto uno de los casos de muerte violenta m¨¢s antiguos de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en una necr¨®polis de 6.200 a?os de antig¨¹edad sobre la que se construy¨® una instalaci¨®n deportiva
En 2007 comenzaron a descubrirse en la tierra huesos humanos. Las excavadoras que allanaban el terreno para construir un campo de hockey hierba en San Fernando de C¨¢diz dejaron de trabajar. Llegaron los arque¨®logos y se toparon con una enorme necr¨®polis de 59 tumbas construidas hace 6.200 a?os. A pesar del abismo temporal, all¨ª ya estaban presentes los pilares de las sociedades actuales: clases sociales, desigualdad, creencias religiosas, amor, violencia. La mayor¨ªa eran sepulturas individuales, sin lujos, los nichos de la ¨¦poca. Unas pocas eran de mayor tama?o y conten¨ªan ricos ajuares funerarios. En una de ellas aparecieron los cad¨¢veres de un hombre y una mujer fundidos en un abrazo, una imagen entra?able que dio la vuelta al mundo.
Ahora, los investigadores del yacimiento del campo de hockey presentan el an¨¢lisis de los dos cad¨¢veres hallados en la sepultura m¨¢s monumental y rica de todo el cementerio. Su conclusi¨®n es que est¨¢n ante uno de los casos de muerte violenta m¨¢s antiguos de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
En aquel tiempo San Fernando era una isla separada por una buena lengua de mar de las costas continentales, el foso perfecto ante posibles invasores. All¨ª se viv¨ªa de la agricultura, de la ganader¨ªa y de la pesca. Por el tama?o del cementerio se trataba de un asentamiento importante y permanente. El an¨¢lisis del ADN de algunos de los muertos muestra que eran poblaciones europeas con una buena parte de genes procedentes de agricultores, pero que a¨²n conservaban un 20% de ADN de cazadores y recolectores europeos. Algunos de ellos estaban emparentados.
En la sepultura n¨²mero 11, de unos dos metros de di¨¢metro y cubierta con lajas de piedra, aparecieron los cuerpos de dos hombres. El primero ten¨ªa unos 30 a?os. En medio de la frente presentaba una profunda herida en el cr¨¢neo que podr¨ªa haberle ocasionado la muerte. Se le enterr¨® en posici¨®n fetal y la tumba fue sellada. Un tiempo despu¨¦s la reabrieron, retiraron los huesos ya pelados y all¨ª se dej¨® un segundo cad¨¢ver, el de un hombre de unos 45 a?os. Este tambi¨¦n presentaba una gran herida en el cr¨¢neo, tambi¨¦n posiblemente mortal. Ante la ausencia de otras lesiones y las pocas posibilidades de que las heridas sean de accidentes, los antrop¨®logos y arque¨®logos creen que lo m¨¢s plausible es que sean dos muertes violentas.
En esta tumba se hall¨® el ajuar funerario m¨¢s rico de la necr¨®polis. ¡°Hab¨ªa un collar de ¨¢mbar que probablemente se hab¨ªa tra¨ªdo de Sicilia, vasijas de barro, cinco agujas de hueso que pod¨ªan ser de un tocado en el pelo, y un hacha de s¨ªlex que por su composici¨®n podr¨ªa proceder del sistema Central, de la zona de Segovia¡±, explica Eduardo Vijande, arque¨®logo de la Universidad de C¨¢diz y coautor del estudio. ¡°Estos ajuares tan exclusivos nos hablan de las primeras desigualdades en sociedades humanas. Surgen justo en este momento, el Neol¨ªtico, cuando la invenci¨®n de la agricultura y la ganader¨ªa genera las primeras acumulaciones de productos y sus due?os pasan a ser los primeros ricos, frente a una mayor¨ªa con menos recursos. Estos desequilibrios generan violencia. Aparte de un caso de muerte violenta de hace 400.000 a?os?localizado en Atapuerca entre Homo heidelbergensis, creemos que este es el caso m¨¢s antiguo de muerte violenta que se conoce en la Pen¨ªnsula. A partir de esta ¨¦poca la violencia se generaliz¨®, los casos de agresiones mortales, incluso matanzas, comienzan a aparecer por toda Europa¡±, explica el arque¨®logo. Los resultados de su estudio se acaban de publicar en International Journal of Paleopathology.
La antrop¨®loga de la Universidad de Granada Lydia S¨¢nchez-Barba, que ha analizado los restos craneales, reconoce que es muy dif¨ªcil conocer los detalles de ambas muertes y saber si los dos hombres eran parientes. Aunque se intent¨®, no se ha conseguido extraer ADN de los restos. Tampoco es posible determinar el tiempo que pas¨® entre un enterramiento y otro. ¡°Lo que s¨ª sabemos es que recibieron un rito funerario diferente al del resto, con el ajuar m¨¢s valioso, y que ellos son los ¨²nicos que muestran lesiones craneales¡±, explica.
Hace ya a?os que terminaron las excavaciones arqueol¨®gicas en la necr¨®polis. Sobre ella est¨¢ ahora el campo municipal de hockey Pablo Negre, al que a menudo va a entrenar la selecci¨®n espa?ola, comenta Vijande. Probablemente los jugadores no saben que bajo sus pies hay todav¨ªa decenas de muertos de hace 6.200 a?os, pues un tercio de toda la necr¨®polis no pudo ser excavada.
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