M¨¢xima de Holanda, la reina trabajadora
La esposa del rey Guillermo protagoniza el primer documental sobre su labor como embajadora de la ONU para la inclusi¨®n financiera donde ha ayudado a 1.200 millones personas
¡°Y ahora, un selfie para mi madre¡±, dice M¨¢xima de Holanda, mientras se fotograf¨ªa sonriente junto a su secretaria personal, Gabriela Sancisi, a bordo del autom¨®vil camino de una reuni¨®n sobre su labor como embajadora de la ONU para la Inclusi¨®n Financiera y el Desarrollo. Es un instante privado captado por la televisi¨®n p¨²blica holandesa, que ha seguido a la esposa del rey Guillermo durante seis meses mostrando su compromiso con la causa que representa desde hace una d¨¦cada. Emitido la noche del mi¨¦rcoles, tuvo una audiencia de 721.000 espectadores y permite constatar dos cosas: su soltura de economista en el manejo de cifras y la firmeza en busca de resultados tangibles, y una naturalidad que no parece impostada. ¡°Solo puedes irte a la cama tarde si pap¨¢ te deja¡±, le advierte al tel¨¦fono, con la c¨¢mara filmando, a una de sus tres hijas, en una pausa de otra cita laboral.
¡°El 30% de la poblaci¨®n adulta mundial carece de acceso a medios financieros esenciales, y mi tarea consiste en ?perseguir? a la gente para que las cosas funcionen. Todo el mundo debe poder usar la banca digital en lugar de caminar dos d¨ªas para recibir su salario. Y si no lo consigo, seguir¨¦ insistiendo¡±, se?ala en el programa, de 46 minutos, cuyos responsables la han acompa?ado desde Nueva York a Etiop¨ªa o Pakist¨¢n, entre otros lugares.
Como otras consortes reales, ya sea Letizia de Espa?a, Matilde de B¨¦lgica [objeto las tres de un documental reciente firmado por la televisi¨®n alemana] o bien la princesa heredera Mary de Dinamarca, tiene M¨¢xima un cometido p¨²blico que no debe interferir en la pol¨ªtica oficial, y por eso escogen asuntos sociales. La reina holandesa, sin embargo, ejerce una labor directamente relacionada con sus estudios de Econom¨ªa y Finanzas, y el trabajo en la banca desarrollado antes de su matrimonio. Ella misma explica ante la c¨¢mara que estudi¨® la carrera en Argentina, su tierra natal, porque le preocupaban los picos de inflaci¨®n que dejaban en la pobreza a grandes sectores de poblaci¨®n. Tropiezos diplom¨¢ticos como su cita con Mohamed Bin Salm¨¢n, pr¨ªncipe heredero de Arabia Saudita, en la cumbre del G20, celebrada en Jap¨®n, en julio de 2019, no figuran en el programa.
Luego juega un papel esencial la personalidad, y en su caso, al menos tal y como puede verse, no la enmascara. En un momento, se equivoca en una grabaci¨®n oficial con el verbo digitalizar, se echa a re¨ªr y borra la palabra. ¡°No lo puedo decir en antena, as¨ª que se queda en ahorro, y nada de digitalizado¡±, concluye. En otro, cuando su enlace en Pakist¨¢n le comunica que el ministro de Finanzas y el jefe de Hacienda han sido sustituidos, muestra su desencanto sin reparos. ¡°?Me est¨¢ diciendo que todos los oficiales con los que habl¨¦ la ¨²ltima vez ya no est¨¢n? As¨ª no avanzamos¡±, replica, en una conferencia a trav¨¦s de Skype. ¡±Su ingl¨¦s es fluido y sin necesidad de apoyos en la conversaci¨®n regular, y asegura que ¡°no vengo a decir unas palabras y ya est¨¢; invierto mi tiempo lo mismo que mis interlocutores y hay que obtener resultados¡±. Tambi¨¦n hay comentarios espont¨¢neos al principio de una reuni¨®n con representantes nigerianos, como este: ¡°Me gustan las mujeres en la finanzas¡±. La suya ¡°es una tarea diplom¨¢tica delicada, y al principio hay una cierta magia en el ambiente porque es una reina¡±. ¡°Pero enseguida ves que est¨¢ comprometida y quiere un di¨¢logo real¡±, dice Eric Duflos, director de la oficina de la ONU adscrita a la labor de M¨¢xima, en la filmaci¨®n.
A lo largo del programa, la reina consorte holandesa aparece con gafas y diversas fases de peinado, no siempre perfecto durante los vuelos a larga distancia, y sin maquillaje y cara de sue?o, como al aterrizar en Etiop¨ªa. ¡°Aqu¨ª, fuera de los despachos, ves la situaci¨®n sobre el terreno. Y me gusta hablar sobre todo con las mujeres sobre el uso de las cuentas bancarias digitales para sus microcr¨¦ditos¡±. Una vez al a?o, M¨¢xima presenta su informe al secretario general de Naciones Unidas, del que resalta una cifra: ¡°Hemos ayudado a m¨¢s de 1.200 millones de personas desde el a?o 2011 con la financiaci¨®n inclusiva, y los pa¨ªses que visitamos hacen un esfuerzo enorme, porque all¨ª no solo pueden ir mal los asuntos financieros, pero yo me centro en lo que puedo, que es esta labor¡±, dice, al final de la grabaci¨®n.
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