M¨¢xima, la reina que no quiere ser una mujer florero
La esposa del rey Guillermo es la m¨¢s popular de la familia real y una experta del microcr¨¦dito en pa¨ªses en desarrollo reconocida por la ONU
El protocolo tal vez sea el ¨²ltimo vestigio del misterio asociado durante siglos a la monarqu¨ªa. Algunas reinas, como Isabel II de Inglaterra, han reconocido que es una gu¨ªa indispensable en su quehacer, a pesar -o quiz¨¢ gracias a ello- de la rigidez que impone. Las nuevas generaciones de soberanas est¨¢n a¨²n por llegar: Leonor de Espa?a, Elisabeth de B¨¦lgica, Estela de Suecia, Ingrid Alejandra de Noruega y Amalia de Holanda. Pero entre las actuales reinas consortes, la madre de esta ¨²ltima, M¨¢xima, es el miembro m¨¢s popular de la Casa de Orange, encabezada por el rey Guillermo, su esposo. Isabel II les espera el 23 y 24 de octubre para una visita de Estado entre ¡°vecinos del Mar del Norte¡±, seg¨²n la Casa Real holandesa.
Ben Bot, ministro holand¨¦s de Exteriores de 2003 a 2007, ha declarado al rotativo De Volkskrant que M¨¢xima es ¡°entusiasta, aguda, inteligente y diplom¨¢tica¡±. Unas cualidades nada desde?ables, aunque es posible que el secreto de su ¨¦xito tenga un componente adicional. Como esposa del rey Guillermo est¨¢ en segundo plano desde el punto de vista constitucional. Sin embargo, ejerce una labor acorde a su formaci¨®n como economista. Es Abogada Especial de la ONU para la Financiaci¨®n Inclusiva para el Desarrollo, y le entusiasma.
Ban Ki-moon, exsecretario general de Naciones Unidas, la nombr¨® en 2009, y M¨¢xima promueve el microcr¨¦dito en pa¨ªses en desarrollo. Viaja sin parar en nombre de la organizaci¨®n para reforzar el entramado financiero de las peque?as empresas familiares creadas de este modo, que puede incluir la apertura de una cuenta corriente, o de ahorro. Antes de contraer matrimonio con el entonces pr¨ªncipe Guillermo, en 2002, fue vicepresidenta de ventas institucionales para Am¨¦rica Latina en la sede del banco HSBC, en Nueva York. Trabaj¨® tambi¨¦n en el Deutsche Bank, en Bruselas. ¡°Por eso, los expertos la toman en serio: sabe de lo que habla. Adem¨¢s, ya desde los 14 a?os, cuando viv¨ªa en Argentina, su tierra natal, le interesaba la capacidad de las finanzas para cambiar un pa¨ªs. Cuando preguntas a sus interlocutores, siempre dicen que le apasiona lo que hace. Que es aut¨¦ntica; ?de verdad¡±, asegura Sam Hoevenaar, periodista especializada en la Casa Real holandesa, en conversaci¨®n telef¨®nica.
Los 154 vestidos
Los costes de la Casa Real holandesa (41,4 millones de euros en 2017, seg¨²n los Presupuestos del Estado), y que sus tres miembros principales, los reyes Guillermo y M¨¢xima, y la hoy princesa Beatriz, no paguen impuesto sobre la renta, es criticado de forma peri¨®dica. Tambi¨¦n ha sido repudiada la compra de una villa, luego vendida, en Mozambique, y la adquisici¨®n de otra en Grecia. Los gastos de vestuario de M¨¢xima no entran en la ecuaci¨®n. Se considera que debe lucir el cargo, y as¨ª, sus modelos pueden firmarlos la casa belga Natan, el modista holand¨¦s Jan Taminiau, o el italiano Valentino. Ello ha dado lugar a c¨¢lculos curiosos. Como el del diario protestante ortodoxo Reformatorisch Dagblad, que en 2012 cont¨® 154 conjuntos, 54 de ellos nuevos. Todos los a?os, el vestido elegido por M¨¢xima para la apertura del Parlamento es analizado a fondo por la prensa nacional, y profusamente fotografiado.
La soltura con la que M¨¢xima se mueve a escala profesional, se debe a la aparente libertad con que ha podido modelar su funci¨®n en el seno de la Casa de Orange, con el apoyo de su esposo. De todos modos, tiene que ser muy cuidadosa, porque de los reyes responde el Gobierno. As¨ª que va acompa?ada del ministro correspondiente al programa establecido, y no puede tomar decisiones por su cuenta. De todos modos, en Holanda ha mantenido su querencia financiera, y la Asociaci¨®n de la Peque?a y Mediana Empresa tiene mucha m¨¢s visibilidad desde que apadrina su Comit¨¦ de Emprendedores. Su presencia en escuelas, centros c¨ªvicos, asociaciones de voluntarios y todo tipo de obras sociales es similar a la de otras reinas consortes. Como viaja mucho dada su labor internacional, es asidua a Skype, la aplicaci¨®n que permite verse por Internet. ¡°La usa para hablar con sus hijas [las princesas Amalia, Alexia y Ariane] cuando est¨¢ fuera. Es importante que M¨¢xima muestre que se puede trabajar, tener una familia y ser buena madre¡±, afirma Hoevenaar.
Las ventajas de su posici¨®n son innegables a la hora de promocionar las causas que considera importantes, entre ellas, la m¨²sica en la ense?anza como elemento de inclusi¨®n social. Aunque M¨¢xima tiene a¨²n otra ventaja: su propia personalidad e imagen. Su llegada a Holanda fue accidentada porque sufri¨® el rechazo del Parlamento por culpa del pasado de su padre, Jorge Zorreguieta, que fue secretario de Estado de Agricultura durante la dictadura del general Videla. Debido a ello, ¨¦l y su madre, Carmen Cerruti, no estuvieron en su boda. Tampoco en la entronizaci¨®n de Guillermo, en 2013. A cambio, su nueva patria la ha acogido sin reservas. ¡°La reina es hoy la principal raz¨®n por la cual la monarqu¨ªa es tan popular en Holanda. El propio rey dice de ella que es especial.?Tambi¨¦n es un acierto en un pa¨ªs como Holanda, donde se prefiere que los famosos y poderosos no se exhiban, su estilo a la hora de vestir. Ha conseguido que funcione su ropa colorida y las joyas nada aburridas que suele llevar porque ha sabido encontrar el equilibrio entre lo vistoso y lo cercano¡±, dice la experta. El exministro Bot ha dicho que M¨¢xima ¡°tendr¨¢ sus malos d¨ªas¡±, pero que ¨¦l no los ha visto.
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