Los padres somos los primeros ¡®influencers¡¯ de nuestros hijos

Las madres y padres tememos a la adolescencia de nuestros hijos. M¨¢s a¨²n despu¨¦s de ver el primer cap¨ªtulo de Euphoria. Cualquiera dir¨ªa que nosotros fuimos adolescentes hace no tanto. O tal vez la temamos precisamente por eso, por ese conocimiento que nos otorga la experiencia de haber sido adolescentes; y tambi¨¦n, c¨®mo no, por todos los adjetivos terror¨ªficos con los que acompa?amos a esta etapa vital. ¡°Llevo 40 a?os trabajando con adolescentes y siempre vemos en ellos un problema y no un adolescente¡±, reflexionaba en una entrevista el psic¨®logo, educador y periodista Jaume Funes. Sucede algo parecido con los ¡°terribles dos a?os¡±. Con la expectativa que genera el adjetivo uno no puede m¨¢s que esperarlos con el cuchillo de juguete entre los dientes, armado de paciencia para una ¡°guerra¡± dom¨¦stica que, en la adolescencia, si no sabemos gestionarla, puede tener m¨¢s de guerra en su significado literal, con gritos, caos y trincheras levantadas tras las puertas de las habitaciones.

¡°Como padres tenemos que ser para nuestros hijos adolescentes, pero tambi¨¦n en cualquier otra etapa vital, como puertos de aguas calmas que los acogen y los ayudan a reponerse cuando llegan de sus traves¨ªas con las emociones agitadas. El problema es que muchas veces no solamente no sabemos calmarlos, sino que nuestros propios desajustes emocionales desatan o multiplican los suyos¡±, afirma la pedagoga Eva Bach, que acaba de publicar junto a Montse Jim¨¦nez, profesora de secundaria experta en innovaci¨®n tecnol¨®gica, Madres y padres influencers (Grijalbo).

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¡°La idea de que padres e hijos somos iguales y que tenemos los mismos derechos, no es cierta, en absoluto¡±

Con el concepto de influencers, las autoras quieren destacar el potencial de madres y padres como ejemplo para sus hijos, ya que en opini¨®n de Bach nuestra capacidad de influencia ¡°es mucho m¨¢s poderosa que ninguna y de lo que creemos¡±. No en vano, como se encarga de destacar la experta, nosotros, las madres y padres, ¡°somos los primeros influencers¡± de nuestros hijos.

El problema es que no siempre somos el mejor ejemplo. Y si creemos serlo, muchas veces nos falta capacidad para comunicarnos con nuestros hijos, no somos capaces de trasladarles el mensaje sin que suene a bronca o a charla vomitada desde un p¨²lpito de superioridad. Por eso, las autoras invitan en el libro a aprender de los j¨®venes y de sus ¨ªdolos, de esos influencers en el sentido literal de la palabra a los que siguen con devoci¨®n, ante nuestro asombro y desconcierto, en YouTube o Instagram.

¡°En el mundo de los influencers hay de todo, pero en general hay dos aspectos fundamentales de los influencers que nos ir¨ªa muy bien practicar. Por una parte, deber¨ªamos siempre buscar contextos adecuados en los que hablar con nuestros hijos con naturalidad y sin tab¨²es ni miedos de los temas que les interesan y les preocupan. Otro aspecto muy interesante es el tipo de comunicaci¨®n. Los influencers utilizan un lenguaje fresco y natural, un tono vital y optimista. Invertir en una comunicaci¨®n fluida con nuestros hijos e hijas, es invertir en su propio proyecto de vida¡±, argumenta Montse Jim¨¦nez.

Padres influencers en la era de las pantallas

¡°Tenemos que tomar conciencia de que actuamos como un espejo. No nos tiene que extra?ar que los chicos y chicas est¨¦n enganchados si nos ven hiperconectados¡±, suele afirmar el maestro, antrop¨®logo y asesor TIC Jordi Jubany. Y es que, si hay un aspecto en el que, por regla general, los padres y madres erramos en nuestro papel de influencers con nuestros hijos, adolescentes o no, es en el tecnol¨®gico. En un mundo de pantallas, redes sociales y egocentrismo desmedido les pedimos a ellos lo que nosotros no somos capaces de hacer: vivir sin estar enganchados a ellas y a las recompensas que nos generan en forma de likes.

Para Eva Bach nuestro trabajo como padres influencers pasa por aprender a congeniar ¡°de una manera inteligente, ¨¦tica y saludable¡± las dos realidades que definen el mundo actual, la presencial y la virtual, ya que prescindir de una de ellas ¡°supondr¨ªa ir cojos por la vida y el futuro¡±. En ese sentido, Montse Jim¨¦nez recuerda que las redes sociales conectan a los j¨®venes a la vida, a la comunidad, a su grupo y a lo que les interesa, pero que tambi¨¦n pueden desconectarlos de la realidad: ¡°Hay que educar y acompa?ar en diferentes par¨¢metros como, por ejemplo, en la gesti¨®n que hacen los adolescentes del tiempo. Las redes sociales no pueden absorber ni sustituir los tiempos imprescindibles (de desconexi¨®n, de actividad f¨ªsica, de juego, de sue?o¡­) para el desarrollo de la persona. Y por encima de todo hay que educar en aspectos fundamentales como el autocontrol, la responsabilidad o la autoestima¡±.

Y educar pasa necesariamente para Montse Jim¨¦nez porque los padres se ¡°involucren¡± en los procesos de cambio provocados por la aparici¨®n de nuevas tecnolog¨ªas y nuevas formas de comunicaci¨®n. ¡°No podemos ser meros espectadores de las transformaciones que vivimos y limitarnos a esperar para aplaudir o lamentar. Involucrarse activamente implica estar atento a lo que llega, seguramente despojarse de lo que hasta ahora hab¨ªa y abrir mente y coraz¨®n a nuevas maneras de entender el mundo. No se trata de rechazar sino de escuchar, empaparse de la realidad y empatizar para poder guiar. ?Qu¨¦ ven nuestros hijos/as? ?C¨®mo se comunican? ?Qu¨¦ buscan?¡±, reflexiona la miembro del equipo de innovaci¨®n, comunicaci¨®n y formaci¨®n de la red de centros Vedruna Catalunya Educaci¨®.

Un ejemplo de esa invitaci¨®n a los padres a implicarse, a involucrarse en el mundo digital, es el t¨ªtulo del primer cap¨ªtulo de Madres y padres influencers, Actualiza tu app: ¡°Es fundamental que las madres y padres conozcamos no solo las apps que utilizan nuestros hijos, sino tambi¨¦n a los influencers que siguen, los youtubers o instagrammers que les gustan, las p¨¢ginas que frecuentan. Todo ello nos da pistas de lo que buscan en las redes y en las pantallas¡±.

Tras encuestar a m¨¢s de 1500 adolescentes para dar forma al libro, Eva Bach y Montse Jim¨¦nez tienen respuesta a esa duda: los adolescentes buscan entretenimiento y diversi¨®n, consejo sobre moda y tendencias, pero tambi¨¦n buscan puntos de vista y opini¨®n sobre los grandes temas que les preocupan, que no dejan de ser grandes temas de la vida: relaciones personales, amor y enamoramiento, orientaci¨®n sexual, autoimagen y autoconcepto, igualdad de g¨¦nero, etc.

¡°Esos temas deber¨ªan formar parte de las conversaciones con nuestros hijos. Conocerlos nos da pie a poder conversar con ellos y compartir dudas y puntos de vista para poder guiarles¡±, concluye Jim¨¦nez.