Vamos a hablar seriamente de canibalismo sexual
El ejemplo de la mantis religiosa nos empuja a reflexionar sobre la funci¨®n del macho en algunas especies
Es sabido que a la hora de caracterizarte de macho de cualquier especie una de las peores opciones es la de mantis religiosa. La mantis es ese bicho verde con cara (?) de malas pulgas que parece un extraterrestre cabreado de portada de revista pulp de ciencia ficci¨®n. Yo una vez me disfrac¨¦ de mantis para un pasacalles. Entonces no sab¨ªa del dimorfismo sexual de la familia Mantidae y no podr¨ªa decir si iba de macho o de hembra aunque es verdad que luc¨ªa unos leotardos verdes muy apretados. Solo mucho despu¨¦s supe que el macho es m¨¢s peque?o y la hembra suele merend¨¢rselo despu¨¦s de la c¨®pula o incluso durante, que ya es faena porque t¨² est¨¢s como en otra cosa y es una forma poco civilizada de decir vamos acabando.
Viene al caso la nota de color de biolog¨ªa porque me he visto sacudido por espectaculares revelaciones al respecto de los mantis y otros machos desgraciados. Hace unas semanas, en el Delta Birding Festival, el encuentro ornitol¨®gico del Delta del Ebro que no se pierde ning¨²n birder o pajarero que se precie, pude conversar con el gran et¨®logo brit¨¢nico Tim Birkhead, autor de la mejor y m¨¢s reveladora monograf¨ªa que se ha escrito jam¨¢s sobre los huevos (de las aves). Promiscuidad (Ed. Laetoli) habla de la competici¨®n de espermatozoides, asunto al que los que recuerden Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevi¨® a preguntar (1978) pondr¨¢n la cara, la capucha y la colita de Woody Allen.
El macho es m¨¢s peque?o y la hembra suele merend¨¢rselo despu¨¦s de la c¨®pula o incluso durante, que ya es faena porque t¨² est¨¢s como en otra cosa y es una forma poco civilizada de decir vamos acabando
Pues bien, Birkhead tiene una buena respuesta a la pregunta de qu¨¦ diablos ganan los machos de mantis con ser comidos. Porque algo debes ganar evolutivamente con ello, solo faltar¨ªa que te comieran gratis. La primera ventaja es que, contrariamente a lo que uno podr¨ªa pensar, que te coman alarga la c¨®pula, hasta duplicarla en el caso de las mantis, de 11 a 25 minutos, y es que la hembra est¨¢ entretenida y no le pasa el tiempo por as¨ª decirlo. La segunda es que mientras te est¨¢ comiendo, ella no folla con otro (lo cual, por otro lado, ser¨ªa una verdadera falta de delicadeza), lo que te da m¨¢s posibilidades de transmitir tus genes, que es de lo que se trata en general y no de pasarlo bien como muchos vivalavirgen creen. De hecho, se ha determinado que despu¨¦s est¨¢n mucho menos dispuestas a copular. Sea como sea, sintetiza el estudioso, ¡°lo adaptativo en estos casos es ser comido¡±.
Meditaba yo en eso cuando otra especialista en el mismo festival del Delta, la bi¨®loga Evelyn Segura, abund¨® en el tema. En su libro Adaptarse o morir (Paid¨®s) ¨Cque present¨¦ yo a falta de alguien mejor¨C, la naturalista explica t¨¢cticas de supervivencia de machos de especies en las que se da el canibalismo sexual. El de la ara?a vivero finge estar muerto, valga la paradoja, mientras que el de la ara?a tigre aprovecha para copular cuando la hembra est¨¢ mudando. Con lo que me pareci¨® bastante sorna, Evelyn explic¨® que el hecho de que la mantis empiece a comer por la cabeza no es inconveniente pues los machos decapitados siguen siendo ¡°funcionales¡± y, al no inhibirles el cerebro (como nos pasa a tantos, concentrados en estad¨ªsticas), resultan ¡°m¨¢s efectivos¡±. En fin, ser macho es lo que tiene.
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