40 d¨ªas de acoso
Un grupo religioso en Brasil persigue a las mujeres v¨ªctimas de violaci¨®n. Su misi¨®n es avergonzarlas y presionarlas para que no aborten
La promesa es: 40 d¨ªas ininterrumpidos de acoso a mujeres. El grupo es peque?o, pero ruidoso. Algunas personas murmuran oraciones y maldicen a las mujeres que se acercan al hospital de aborto legal en S?o?Paulo. Ellos se llaman a s¨ª mismos "40 d¨ªas por la vida", pero hay un mal uso de la identidad en el t¨ªtulo: son cat¨®licos, adoctrinados por el imperialismo religioso estadounidense y utilizan el tiempo productivo de la vida para perseguir a las mujeres. Ignoran los derechos o cuidados de la dignidad de una mujer v¨ªctima de violaci¨®n. La misi¨®n es avergonzarlas y presionarlas para que no aborten, aunque eso signifique dejarlas a su propia suerte despu¨¦s del parto.
Para hacer esto, establecieron una tienda de campa?a con la estatua de una santa en la puerta del Hospital Perola Byington, principal centro de atenci¨®n para mujeres y ni?as v¨ªctimas de violencia sexual en Brasil. Santa Gianna Molla muri¨® en el parto. Sufr¨ªa de c¨¢ncer y decidi¨® no abortar a pesar de que hacerlo podr¨ªa salvar su vida. Lo hizo como las feministas creen que debe ser el mundo en el que se respetan las libertades individuales. Ninguna mujer debe verse obligada a mantener un embarazo por violaci¨®n ni tampoco verse obligada a interrumpir un embarazo en contra de su voluntad, incluso si eso representa una forma indirecta de suicidio. Santa Gianna Molla rechaz¨® los tratamientos que le salvar¨ªan la vida por su convicci¨®n religiosa individual.
Pocas mujeres nacieron para la santidad como Gianna Molla. Desafortunadamente, en el curso de la vida, muchas ni?as son v¨ªctimas de violaci¨®n y quedan embarazadas. Muchas de ellas sufren violencia en su casa y los agresores son hombres de su familia y su red de afecto. Tienen miedo, se sienten desamparadas y la interrupci¨®n del embarazo es una forma de proteger sus planes de vida. Seg¨²n los datos del estudio Servicios de aborto legal en Brasil: un estudio nacional, el 94% de los casos de atenci¨®n de aborto legal (violaci¨®n, anencefalia y amenaza para la vida) fueron el resultado de una violaci¨®n y el 15% de las v¨ªctimas eran ni?as de entre 11 y 14 a?os. No hay datos confiables sobre el escenario actual de asistencia para v¨ªctimas de violaci¨®n en el pa¨ªs, pero se estima que el acceso y la atenci¨®n en los 37 servicios identificados por la encuesta sean a¨²n m¨¢s restrictivos que en 2015, cuando se recopilaron los datos.
La coordinadora de la barricada bendita no se describe como parte de una misi¨®n inhumana. Por el contrario, explica en detalle el combo de persecuci¨®n para mujeres. La acci¨®n en los hospitales sigue el prototipo de grupos antiaborto cat¨®licos y evang¨¦licos en Estados Unidos frente a las cl¨ªnicas de planificaci¨®n familiar de la red PPFA. Primero maldicen a las mujeres esperando que sufran y que desistan del aborto y, a partir de ello, las mujeres v¨ªctimas de violaci¨®n son llevadas a lugares donde permanecen hasta el parto, las llamadas casas de "embarazo en crisis". La oferta es de ¡°cuidado¡±, pero es tambi¨¦n de vigilia al derecho a decidir. Poco se sabe sobre c¨®mo funcionan estos espacios y grupos, qui¨¦n los financia adem¨¢s del Gobierno estadounidense para acciones en su territorio, o c¨®mo las mujeres son vigiladas. Lo que s¨ª sabemos es que hay la importaci¨®n de un modelo de acoso para las mujeres v¨ªctimas de violaci¨®n, son como colonizadores de nuevos territorios para realizar misiones. La Iglesia ya no es suficiente: los espacios p¨²blicos y los hospitales deben ser ocupados, haci¨¦ndolos insoportables para las mujeres y las ni?as que ya son v¨ªctimas de violencia sexual en la casa.
Debora Diniz es brasile?a, antrop¨®loga, investigadora de la Universidad de Brown.
Giselle Carino es argentina, polit¨®loga y directora de la International Planned Parenthood Federation /WHR.
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