Cambiar para sobrevivir, la otra gran lecci¨®n de Greta Thunberg
Todos mostramos resistencia al cambio, a romper con nuestras rutinas cotidianas.Y las personas con trastorno del espectro autista, m¨¢s. Aun as¨ª, la joven sueca Greta Thunberg lo ha logrado, y adem¨¢s por una lucha que deber¨ªa ser com¨²n.
LA MAYOR?A de nosotros padecemos lo que se conoce como s¨ªndrome de resistencia al cambio. En todos los ¨¢mbitos: laboral, personal e incluso en actividades de la vida cotidiana nos cuesta cambiar. Nos da miedo, nos asusta. Y la mayor¨ªa de nosotros, adem¨¢s, somos dados a diagnosticar, aunque sepamos m¨¢s bien poco tanto de la enfermedad como del presunto enfermo. Etiquetamos colectiva ¡ª¡°vivimos en una sociedad deprimida, esquizofr¨¦nica¡±¡ª o individualmente ¡ª¡°ese es un bipolar; y la t¨ªmida es una autista ¡®de libro¡±¡ª. Y yo me pregunto¡ ?de qu¨¦ libro?
Parece que ahora s¨ª hay una chica, debidamente diagnosticada de trastorno del espectro autista (TEA) ¡ªasperger, concretamente¡ª, que ha dado la cara. Se ha expuesto, previa revelaci¨®n ¡ªtal vez para evitar el diagn¨®stico de legos encasilladores¡ª de su autismo, venciendo el miedo al cambio, y por miedo a que nada cambie.
Las personas con TEA son, como todas, singulares. Es dif¨ªcil establecer un conjunto de criterios con el que est¨¦n de acuerdo todos aquellos que conocen casos relacionados con esta condici¨®n. Adem¨¢s, cuando hablamos de espectro nos referimos a dimensiones lineales de gravedad. Se trata de establecer cuantitativamente en qu¨¦ grado una persona con autismo presenta s¨ªntomas m¨¢s o menos incapacitantes. Pero s¨ª tienen una serie de caracter¨ªsticas comunes, y una de ellas es la dificultad para establecer nuevas rutinas, para salirse de su encuadre habitual. En definitiva, tienen una dificultad a¨²n mayor que el resto para cambiar. A esto se le llama ¡°rigidez cognitiva¡±.
En un acto de enorme valent¨ªa, la joven Greta Thunberg se ha expuesto a la opini¨®n p¨²blica con el objetivo de remover la conciencia colectiva ante una crisis que nosotros mismos hemos provocado: la clim¨¢tica. Thunberg se ha reivindicado y se ha plantado frente a la m¨¢s que probable comodidad de la vida cotidiana de una joven sueca. Quiz¨¢ porque en su preclaro intelecto se ha encendido una luz de alarma advirti¨¦ndole de que cambiar, seg¨²n en qu¨¦ casos, no solo es necesario, sino que es vital. Vital, textualmente: de vida, de supervivencia. Hay que cambiar para no cambiar, para seguir disfrutando del mundo en que vivimos.
¡°Mi asperger me ayuda a no creer en mentiras¡±, apuntaba la conocida activista medioambiental hace meses
Greta solo tiene 17 a?os, y tiene asperger. Pero ha sido capaz de plantarse, un d¨ªa tras otro, ante la sede del Parlamento sueco para decir no al cambio clim¨¢tico, aunque ella, y seguro que no le ha sido f¨¢cil, haya tenido que cambiar su forma de afrontar los problemas y sus h¨¢bitos, su miedo a la exposici¨®n p¨²blica por un miedo m¨¢s grande. Nos encontramos ante un ejemplo paradigm¨¢tico de lo que es la discapacidad. Hace a?os dejamos de hablar de minusv¨¢lidos al referirnos a personas con condiciones diferentes a las de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Ser¨¢n diferentes, pero no son menos.
Otra de las caracter¨ªsticas que comparten muchas de las personas con asperger es la tendencia a fijarse en un tema. Es lo que se denomina ¡°intereses restringidos¡±. Dependiendo de la gravedad del TEA y del cociente intelectual que tengan, se centrar¨¢n m¨¢s o menos en algo y tendr¨¢n la habilidad para convertirse en verdaderos expertos. Es como si necesitaran llegar al n¨²cleo de aquello que tanto les interesa. Sea por su condici¨®n o no, Thunberg se ha fijado y ha apostado. Ha sabido utilizar esta caracter¨ªstica para convertirse en la mayor y mejor divulgadora de la necesidad de cambiar.
¡°Mi asperger me ayuda a no creer en mentiras¡±, apuntaba la joven hace unos meses. Las personas con TEA tambi¨¦n tienen francas dificultades para interpretar los dobles sentidos, el sarcasmo y las segundas intenciones que subyacen, entre l¨ªneas, en el lenguaje cotidiano. Tienden a interpretar de forma textual las palabras y los conceptos. Eso les hace menos vulnerables a los vendedores de humo; digamos que buscan textualmente el humo que les quieren vender y, al no hallarlo, no compran. No dejan endulzar las mentiras y falsas promesas con una sonrisa.
Thunberg sabe que los cambios no son f¨¢ciles, pero s¨ª necesarios. Sobre todo cuando lo que tenemos delante es una crisis. Dif¨ªcil y triste se me hace pensar que, adem¨¢s de resistencia al cambio, esta sociedad padece una incapacidad absoluta para afrontar sus obligaciones.?
Lola Mor¨®n es psiquiatra y experta en neuropsiquiatr¨ªa.
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