La magia de las ma?aneras presidenciales
Desde aqu¨ª abajo del templete nos toca documentar la realidad por todos sus ¨¢ngulos, sin jugar a ser amigas o enemigos del presidente, sin someternos al poder o a la autocensura por agotamiento
Nunca en la historia de M¨¦xico un presidente hab¨ªa decidido crear un Gobierno de rendici¨®n de cuentas como el de L¨®pez Obrador, jam¨¢s tuvimos la oportunidad de descubrir a diario al ser humano detr¨¢s de la banda presidencial como nos lo permite ¨¦l. Siempre la presidencia fue un b¨²nker, un cuarto de guerra, un sal¨®n secreto de manejo de crisis y latrocinio. Hoy, por el contrario, podemos ver a ese hombre com¨²n que conoc¨ª en 2006, cuando un grupo de intelectuales y cineastas me invitaron a una comida en casa de Chema P¨¦rez Gay, para hablar con el ¡°Se?or L¨®pez¡± a quien hab¨ªan arrebatado las elecciones. Ese candidato habl¨® sobre su pasi¨®n por el cine de oro mexicano: El santo contra las momias, Mar¨ªa F¨¦lix y Pedro Infante como sus ¨ªdolos. Uno de los organizadores de la comida era el director de cine Luis Mandoki, quien acababa de filmar un documental sobre el candidato y estaba sentado frente a Beatriz Guti¨¦rrez.
Ante mi pregunta sobre qu¨¦ har¨ªa con la cultura cuando llegase a presidente, respondi¨® que impulsar la cultura popular y, recapacitando por estar en la casona de uno de los escritores m¨¢s queridos, dijo que se rodear¨ªa de los m¨¢s cultos para promover la lectura y la educaci¨®n, que el cine y las bellas artes tambi¨¦n ser¨ªan protagonistas de su Gobierno, ¡°pues es importante que el pueblo se distraiga y aprenda¡±. Dijo tambi¨¦n que al Ej¨¦rcito hab¨ªa que respetarlo, pero investigar su corrupci¨®n.
Este hombre de formas sencillas, que come y bebe muy poco, me invit¨® en aquel entonces a ser parte de una Secretar¨ªa de la Mujer que habr¨ªa de crear el d¨ªa que llegase a la presidencia; declin¨¦ de antemano pues soy reportera y defensora de derechos humanos, no tengo el menor inter¨¦s de obtener un puesto p¨²blico. Con amabilidad respondi¨® todas mis preguntas, sonriente y con frases dilatadas. Cuando sea presidente, me dijo, las organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la infancia y contra la violencia recibir¨¢n todo mi apoyo y atenci¨®n. Sin ellas, sin ustedes, dijo se?al¨¢ndome, las v¨ªctimas de este pa¨ªs en guerra estar¨ªan perdidas. Mencion¨® a los canallas pederastas que reci¨¦n me hab¨ªan torturado unos meses atr¨¢s, y dijo que se har¨ªa de un equipo de especialistas para ir tras todos los tratantes de personas sin darles tregua, hablamos de que las v¨ªctimas de esclavitud son, en su mayor¨ªa, las m¨¢s pobres.
Estoy segura de que Andr¨¦s Manuel estaba convencido de todo lo que dijo esa tarde. Admiti¨® tambi¨¦n no ser experto en Seguridad Nacional (de hecho, tuvo un dislate mezcl¨¢ndola con Seguridad P¨²blica). Alguien dijo que ning¨²n presidente es experto en todo, lo importante ser¨ªa que formase un s¨²per gabinete con grandes especialistas en conflictos armados y delincuencia organizada. Prometi¨® hacerlo, porque la paz en M¨¦xico era su m¨¢s grande anhelo, sin ella los m¨¢s pobres no tendr¨ªan descanso. No era demag¨®gico, como lo fueron otros candidatos a quienes alguna vez entrevist¨¦. La prensa fue nuestro ¨²ltimo tema esa tarde; yo estaba sentada a su lado en la gran mesa con vinos y comida casera. Su tono de voz cambi¨® por completo, me mir¨® a lo ojos y asegur¨® que la libertad de expresi¨®n ser¨ªa su prioridad ?Qu¨¦ ser¨ªa de M¨¦xico sin los reporteros valientes que se la juegan en los Estados con esta narco-violencia!, exclam¨® hablando de la realidad que ¨¦l mismo ve¨ªa a diario puebleando. Dejar¨¢n de asesinarles, de encarcelarles, de perseguirles y expulsarles por decir la verdad; asegur¨®. Tambi¨¦n fue tajante en que retirar¨ªa los recursos p¨²blicos a todos los medios de comunicaci¨®n para evitar la connivencia entre periodistas y Estado. En su Gobierno la oposici¨®n ser¨ªa bienvenida pues sin ella no habr¨ªa democracia.
Todas las ma?anas escuchamos al hoy presidente, que informa y desinforma, es el hombre el que habla, no un gobierno. A veces est¨¢ enterado y muchas otras no lo est¨¢. Dice lo que en verdad piensa, de all¨ª la desafortunada cita hist¨®rica sobre los periodistas que ¡°muerden la mano que les quit¨® el bozal¡±; incapaz de percatarse de que sus convicciones maderistas salieron a relucir llam¨¢ndonos perros. Los tuiteros hicieron el trabajo sucio cotidiano: profundizar la guerra pueril de opiniones y la burla a periodistas que durante d¨¦cadas hemos caminado el pa¨ªs entre balas, levantamientos armados, masacres, tortura, secuestros, violencia contra la ni?ez e injusticias atroces producto del racismo y el capitalismo rapaz.
Las conferencias ma?aneras son un ejercicio sociol¨®gico in¨¦dito: habla el hombre y muestra todas las contradicciones y fallas al interior de un gabinete. Habla el hombre y, cansado, se r¨ªe de lo que no debe reir; se niega a reconocer que su secretario de Seguridad P¨²blica no entiende de operativos antimafia. No acepta que se ha rodeado de enemigos internos. No es capaz de ver con claridad que su errada decisi¨®n de desactivar a las organizaciones de protecci¨®n a las v¨ªctimas de violencia est¨¢ arrojando m¨¢s femincidios, violencia contra la ni?ez, secuestros y homicidios. Ese hombre modesto y honesto (porque lo es, aunque a veces aborrezcamos lo que dice), es incapaz de reconocer que eligi¨® como secretaria de Gobernaci¨®n a una enemiga de su ideolog¨ªa, una ex jueza corrupta que opera para el PRI. No es capaz de ver que la Secretar¨ªa de la Defensa est¨¢ gravemente dividida desde el calderonismo, por ello asegura mentiras sobre los operativos contra los c¨¢rteles y que su fiscal General opera para grupos con intereses oscuros.
Es, en suma, s¨®lo el hombre el que habla cada ma?ana. Lleva a cuestas su religi¨®n, sus carencias, convicciones, sus anhelos que pretende sean realidad antes de tiempo y que proyecta en una sociedad que desea un milagro tambi¨¦n. Cuando hace falta sienta en fila a los responsables de su gabinete, quienes mienten o desmienten, corrigen o inventan, alimentan la ilusi¨®n del pueblo o desdibujan la realidad con su propia ineptitud y malicia.
Jam¨¢s hab¨ªamos visto tal radiograf¨ªa del Gobierno mexicano. C¨®mo funciona y c¨®mo falla; el retrato del patriarca que mantiene una ilusi¨®n que es la de millones. Un hombre que honestamente cree que la felicidad se decreta (como la decretaba Nicolae Ceau?escu). AMLO no busca la riqueza, sino la realizaci¨®n de un sue?o personal.
Desde aqu¨ª abajo del templete nos toca documentar la realidad por todos sus ¨¢ngulos, sin jugar a ser amigas o enemigos del presidente, sin someternos al poder o a la autocensura por agotamiento. Ya hay suficientes zonas de silencio en el pa¨ªs desgarrado por la violencia y el miedo; seg¨²n la UNESCO, el 93% de periodistas v¨ªctimas de asesinato han encontrado la muerte criminal en sus hogares, por ello aumentan los desplazamientos forzados de periodistas.
El periodismo es una linterna para iluminar la realidad, la pol¨ªtica es un instrumento de poder. La tarea de reporteras y reporteros es mostrarlo todo tal como es. El presidente se ha dado a la tarea de presentar con sus palabras el pa¨ªs que a?ora, el que gobierna, el que imagina y el que aborrece, la nuestra es mostrar el que existe, sin ello no habr¨¢ paz ni justicia; no habr¨¢ pa¨ªs seguro para nadie.
Lydia Cacho, periodista, escritora, autora de 16 libros y directora de documental. Vive por el momento en desplazamiento forzado por un atentado mafioso en su hogar.
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