?R¨ªo o lloro?: dos series excelentes sobre la pol¨ªtica de hoy

"?Por qu¨¦ Succession, la mejor serie sobre el poder en la era Trump, no es una serie sobre pol¨ªticos?¡±, se preguntaba hace poco la revista The New Republic. No s¨¦ si sobre el poder, pero esta temporada en HBO han coincidido dos series que, con premisas parecidas, parecen formar un inesperado d¨ªptico sobre el humor en esta terror¨ªfica legislatura. Se trata de la mencionada Succession y de la menos conocida Los Gemstone. Ambas tienen como protagonista a una riqu¨ªsima familia estadounidense, formada por un patriarca carism¨¢tico y sus diab¨®licos hijos. Muestran sus relaciones, contaminadas por el nepotismo, la incompetencia y la traici¨®n, y donde lujo y decadencia moral se dan la mano. Pero hasta aqu¨ª las similitudes.

Succession se inspira en News Corp, el imperio de los medios de comunicaci¨®n del ultraconservador Rupert Murdoch, encarnado en el anciano Logan Roy. En la serie, el presidente del Gobierno de Estados Unidos siempre queda fuera de campo: est¨¢ presente, y su favor siempre es el as en la manga del magnate, pero el personaje nunca aparece. Protagoniza la familia Roy, enfrentada entre s¨ª por la herencia del imperio y manipulada por el propio patriarca, que mantiene un tira y afloja entre lo humor¨ªstico y lo abyecto. Sobre todo Kendall, el hijo mediano, cuya inexpresividad al gestionar el poder y sus propios fracasos lo convierten en un Buster Keaton de la posdemocracia, ese h¨ªbrido entre autoritarismo y redes sociales que nos gobierna.

Los Gemstone es la otra cara de la misma moneda. Un despliegue de maximalismo, de puro kitsch republicano, obra del c¨®mico Danny McBride. Los divertidos tours por estadios del multimillonario clan de telepredicadores evangelistas son un ejemplo de populismo a trav¨¦s de la fe, donde lo monstruoso se va convirtiendo en entra?able.

En ambos casos parece resonar el eco de ese ¡°Looie Vooton¡± ¨Ccomo decir "luis vut¨®n"¨C pronunciado el pasado octubre por Trump. Un alarde de falsa campechan¨ªa con la que uno no sabe si re¨ªr o llorar.