Los tesoros de Tutankam¨®n

Tras permanecer cerrada varios meses por la pandemia de Coronavirus, el pasado 15 de julio reabri¨® en el recinto Espacio 5.1 de IFEMA, la impresionante exposici¨®n Tutankham¨®n. La tumba y sus tesoros, organizada por la empresa de eventos Semmel y la productora Sold Out. Seg¨²n los organizadores, la muestra "se ha adaptado con las m¨¢s estrictas medidas de seguridad sanitaria para garantizar la salud de visitantes y trabajadores".

La muestra, que ya visit¨® la ciudad en 2010, re¨²ne un millar de copias de objetos pertenecientes al ajuar funerario del joven rey, fallecido hace m¨¢s de 3.300 a?os. Los carros de guerra, sarc¨®fagos, armas, esculturas, los vasos canopos donde se guardaban las v¨ªsceras del fara¨®n y hasta la famosa m¨¢scara de oro son reproducciones casi exactas de las piezas que se exhiben en el Museo Egipcio de El Cairo y se muestran por partida doble.

La primera, en dioramas que reproducen a tama?o natural las tres c¨¢maras funerarias de la tumba ¡ªla KV 62¡ª en el momento de su descubrimiento por Howard Carter (1874-1939) el 4 de noviembre de 1922 en el Valle de los Reyes, la necr¨®polis cercana a Luxor, en Egipto. Y los objetos tambi¨¦n son expuestos individualmente. El recorrido por la muestra, que cuenta con el asesoramiento cient¨ªfico de varios egipt¨®logos internacionales, se hace con audiogu¨ªa y est¨¢ apoyado por audiovisuales y una evocadora ambientaci¨®n musical (entrada: 15 euros; fin de semana: 18 euros. Ni?os: 8 euros. Pack familiar: 35 euros).

La maldici¨®n de la momia

El hallazgo de la momia de Tutankam¨®n, la primera y ¨²nica que se ha encontrado con el ajuar funerario ¨ªntegro, es uno de los episodios m¨¢s fascinantes de la historia de la arqueolog¨ªa y el que m¨¢s repercusi¨®n ha tenido de cara al p¨²blico, algo a lo que contribuy¨® la inesperada muerte en El Cairo, algunos meses despu¨¦s del descubrimiento, de lord Carnarvon, el mecenas que financi¨® la expedici¨®n, fallecimiento que algunos medios atribuyeron a la ¡°maldici¨®n de la momia¡± (aunque la causa m¨¢s probable fue una septicemia causada por la picadura de un mosquito infectado con erisipela).

Fallecido a los 16 o 17 a?os, Tutankam¨®n o Nebkheprura, ¡°la se?orial manifestaci¨®n de Ra¡±, fue el duod¨¦cimo rey de la dinast¨ªa XVIII del Imperio Nuevo egipcio. La mayor¨ªa de los egipt¨®logos creen hoy que era hijo del fara¨®n hereje Amenofis IV (1353-1336 a.C.), que cambi¨® su nombre por el de Akenat¨®n, y de una de sus esposas secundarias, Kiya.

Su predecesor fue el misterioso Smenkara, al que algunos expertos identifican con la reina Nefertiti, esposa principal de Akenat¨®n, que habr¨ªa sido coronada bajo otro nombre. Su c¨¦lebre busto, convertido en canon de belleza, fue hallado entre las ruinas del taller del escultor Tutmose en el curso de las excavaciones en Tell el-Amarna que dirig¨ªa el egipt¨®logo alem¨¢n Ludwig Borchardt; hoy reina altiva desde su pedestal en las salas de arte egipcio del Neues Museum de Berl¨ªn, remodelado por el arquitecto brit¨¢nico David Chipperfield. A su hijastro Tutankam¨®n le sucedi¨® Ay, un viejo y ambicioso cortesano con fama de malvado (algunas teor¨ªas sostienen que asesin¨® a al rey ni?o).

Recreaci¨®n de la c¨¢mara sepulcral con el sistema de poleas empleado por Howard Carter en 1922 para extraer los tres ata¨²des antropomorfos ¡ªuno de ellos de oro macizo, con la momia del fara¨®n¡ª del sarc¨®fago de piedra. En los jerogl¨ªficos de la pared se pueden ver los cartuchos con dos de los t¨ªtulos de Tutankam¨®n: Nesut-Bity Nebkheprura (¡°Rey de las dos tierras. Se?orial manifestaci¨®n de Ra¡±) y Sa-Ra Tut-Ank-Am¨®n (¡°El hijo de Ra. Imagen viviente de Am¨®n¡±).