Por qu¨¦ los beb¨¦s tienen que pasar tiempo en el suelo

Los beb¨¦s necesitan mucho contacto f¨ªsico, no hay duda, y el mejor lugar donde pueden estar es en brazos, pero hay determinados momentos del d¨ªa donde sostenerlos resulta imposible: ?D¨®nde dejamos al beb¨¦? ?En la hamaca o en el parque? ?Usamos tacat¨¢? Este tipo de dudas todav¨ªa surgen entre los padres. El uso de estos objetos est¨¢ muy extendido, a pesar de que son el peor enemigo para el desarrollo motor de nuestro peque?o.

El desarrollo psicomotor de los beb¨¦s tiene un papel muy importante en el progreso de habilidades b¨¢sicas de aprendizaje y el de cada uno es distinto. Esto es importante recordarlo porque como si de una competici¨®n se tratara nos preguntamos una y otra vez por qu¨¦ nuestro hijo no se sienta a los seis meses, no gatea a los ocho o no camina a los 15, si el beb¨¦ del vecino ya camina y, adem¨¢s, la abuela no para preguntar cu¨¢ndo lo har¨¢ el m¨ªo.

Seg¨²n la psic¨®loga Sonia Kliass, "para que el proceso motriz se haga con calidad, es importante que cada ni?o pueda seguir su ritmo individual sin sentirse presionado desde fuera". ?Es necesario realmente forzar el desarrollo motor de los beb¨¦s? ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si dej¨¢ramos que este se desarrollara de manera espont¨¢nea?

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A Emmi Pikler, pediatra h¨²ngara, le debemos grandes descubrimientos acerca de la motricidad global de los m¨¢s peque?os, y nos da respuesta a estas y muchas otras cuestiones. Pikler desarrollo un modelo pedag¨®gico basado en la autonom¨ªa y en la confianza de las capacidades de los ni?os, as¨ª como el respeto a su ritmo de aprendizaje. Seg¨²n esta experta, "intentar ense?ar a un ni?o algo que puede aprender por s¨ª mismo no es solo in¨²til sino tambi¨¦n puede resultar perjudicial". Los adultos solemos intervenir de manera directa sobre los movimientos del menor y, sin embargo, cada vez hay m¨¢s especialistas que sostienen que la intervenci¨®n del adulto no es una condici¨®n necesaria para la adquisici¨®n de estos.

Conviene reflexionar sobre ello, cuando lo habitual es mantener a los beb¨¦s durante el primer a?o en posturas a las que no han llegado por s¨ª mismos y no pueden abandonar, generando as¨ª dependencia del adulto, frustraci¨®n y limitando su capacidad de movimiento y exploraci¨®n.

Un ejemplo que nos ofrece Pikler en su obra Moverse en libertad es un error muy extendido, sentar al ni?o cuando a¨²n no est¨¢ preparado, de manera que si quiere alcanzar un juguete que no este pr¨®ximo a ¨¦l, lo dejamos inmovilizado (sin posibilidad de movimiento ni cambio de postura).

Si, por el contrario, mostramos confianza en sus capacidades, sin forzar su desarrollo acompa?ando desde el respeto, preparando el ambiente, dejando que se mueva en libertad, el ni?o se sentir¨¢ m¨¢s seguro y posteriormente m¨¢s aut¨®nomo. Por lo tanto, podemos concluir, que los beb¨¦s deben pasar el mayor tiempo posible en el suelo, el lugar donde el ni?o tiene mayor libertad de movimiento, empezado desde la posici¨®n de bocarriba.

?Por qu¨¦ bocarriba?

1. Tienen mayor posibilidad de movimiento y posibilidad de utilizar ambas manos.

2. Su cuerpo est¨¢ m¨¢s relajado al tener la espalda y la cabeza apoyada.

3. Est¨¢ postura favorece la comunicaci¨®n con el adulto.

4. Durante el sue?o previene la muerte s¨²bita del lactante.

?Qu¨¦ otras condiciones deben tenerse en cuenta para favorecer su desarrollo?

• Ropa adecuada que le permita libertad de movimiento. A ser posible, descalzos.
• Espacio adecuado, amplio y di¨¢fano, con material adecuado a su edad, seguro y pr¨®ximo a ¨¦l, sin hallarse fijo que pueda tocar. Suelo firme y mobiliario que le permita subir y bajar, escalar¡­

La doctora Myrtha Chokler lo resume como ¡°seguridad afectiva, seguridad postural, confianza en s¨ª mismo y en su entorno humano y material¡±.?

Partiendo de la posici¨®n bocarriba, el curso de los movimientos basados en la propia iniciativa del ni?o seg¨²n Pikler son: De la posici¨®n de tumbado hacia arriba hasta volverse sobre el vientre; vueltas repetidas, rodar.

1. Desde reptar hasta el gateo.
2. Hacia la posici¨®n sentada.
3. Hacia la posici¨®n de pie.
4. Desde ponerse en pie libremente y agacharse hasta la marcha estable.

Con nuestra intervenci¨®n los beb¨¦s tienen m¨¢s posibilidades de saltarse fases tan importantes como el gateo, pasar por cada una de ellas le facilitar¨¢ en un futuro aprendizajes tan importantes como la escritura o la lectura. Respetemos sus ritmos, sin forzar, proporcionando a los ni?os un espacio adecuado, acompa?amiento y confianza en sus capacidades, no hay porque pensar que antes es mejor.

Fuente: Pikler. E, Moverse en libertad: desarrollo de la motricidad global. https://www.piklerloczy.org/

Ruth Alfonso Arias, Educadora Infantil, Educadora de familias de Disciplina Positiva