La ¡®teranga¡¯ es un puente pol¨ªtico hacia el otro

Comprender c¨®mo la crisis clim¨¢tica se entrelaza con la humanitaria es tarea preeminente ahora que queda apenas una semana para el comienzo de la pr¨®xima COP 25, la conferencia mundial de lucha contra el cambio clim¨¢tico, en Madrid. Y para lograrlo conviene prestar m¨¢s atenci¨®n a las voces para explicar el mundo y las relaciones de sus habitantes que llegan desde el Sur, especialmente desde ?frica. Hace unas semanas, pas¨® por Madrid el antrop¨®logo e historiador Abdourahmane Seck, profesor de la Universidad Gaston Berger de Sant Louis, Senegal, para participar de una mesa redonda acerca de la hospitalidad, que se celebr¨® en la sede de Sercade y en el marco del encuentro GrigriPixel, organizado por la plataforma GrigriProject. Seck se explay¨® en torno a la teranga, la voz wolof que se utiliza para designar nuestra occidental "hospitalidad", pero que va m¨¢s all¨¢ de la generosidad individual o el asistencialismo.

?Qu¨¦ nos puede ense?ar ?frica en un contexto de crisis migratoria??Hasta cu¨¢ndo el otro es otro?, son algunas de las preguntas que quedan suspendidas al hablar de los m¨²ltiples temores que nos invaden desde dentro y nos infunden desde fuera. ¡°Hay que tener en cuenta la dimensi¨®n pol¨ªtica del concepto de hospitalidad, para no caer en el riesgo de la nostalgia, del romanticismo y de la simple generosidad¡±, explica el antrop¨®logo. La manera en que Seck elige definir la hospitalidad es a la vez po¨¦tica y pol¨ªtica, porque ambas disciplinas abordan el concepto desde su hondura.

¡°Las sociedades europeas nos preguntan qu¨¦ podemos decir sobre el recibimiento a los dem¨¢s. Despu¨¦s de las dos grandes guerras, ha habido muchos intelectuales, artistas y pensadores que han venido a ?frica necesitados de una dosis de creatividad para afrontar sus problemas", argumenta Seck, "pero hoy la agenda internacional a?ade otras crisis a escala planetaria, como son la crisis ecol¨®gica y ambiental y la crisis de seguridad, a causa del terrorismo yihadista¡±.

Sobre la crisis ambiental, el historiador sostiene que el primer ejemplo de hospitalidad es la Tierra misma, y si no la tenemos en cuenta, caemos en la enfermedad: ¡°Si consideramos el ?frica colonial recordamos los movimientos urbanos, pero no prestamos demasiada atenci¨®n a la movilizaci¨®n de los campesinos, que fueron muy resistentes frente a la ingenier¨ªa agr¨ªcola occidental que tra¨ªa la noci¨®n y la pr¨¢ctica de la productividad. El centro del rechazo campesino era la idea de que no hab¨ªa que tomar a la ligera la relaci¨®n tierra-fruto-hombre; no hab¨ªa que herir a la tierra, ya que nuestra salud espiritual se asienta en su bienestar¡±.

Por su parte, la crisis de seguridad tiene uno de sus puntos ¨¢lgidos en el Sahel: ¡°Es de all¨ª de donde vengo, y es un sitio en el que se inventaron formas de gobernanza de integraci¨®n colectiva, con un pluralismo remarcable. All¨ª supieron crear maneras de acoger y formas de transacci¨®n pac¨ªficas, as¨ª como modos de garantizar la convivencia¡±, apunta Seck. Del Sahel nos llega, justamente, el t¨¦rmino teranga y de ah¨ª que Senegal sea ¡°el pa¨ªs de la teranga¡±.

¡°Teranga no es solo una palabra, es una estructura pol¨ªtica, que transmite sentido y dinamismo, porque la vida evoluciona¡±, asevera Abdourahmane Seck. En la etimolog¨ªa de Teranga hay varias ra¨ªces dentro. A saber: ¡°Ter, que es como aterrizar, despu¨¦s de un periplo, es llegar a tierra firme despu¨¦s de un largo camino, porque se utiliza especialmente en el ¨¢mbito de los pescadores, y nombra el encuentro que nos hace existir (antes del arribo no existimos); teu tiene que ver con esperar, pero no se trata de una espera pasiva sino de preparar el lugar y aclamar al que llega; teran transmite la idea de alcanzar el propio sentido, o la posibilidad de llegar a convertirse verdaderamente en uno mismo, o la plenitud del ser, y, por ¨²ltimo, terang, que habla de recibir con cuidado, ocup¨¢ndose del otro, porque el otro es alguien igual a uno¡±, seg¨²n la expresi¨®n del antrop¨®logo senegal¨¦s.

¡°Integraci¨®n y corresponsabilidad son los pilares de la inclusi¨®n de los hombres entre s¨ª y del hombre en la cadena de la Naturaleza, ya que esta no le pertenece¡±

Hay, para teranga, ¡°diferentes soluciones de sentido¡± y una relaci¨®n con otro t¨¦rmino que implica al parentesco, pero ¡°no necesariamente biol¨®gico, sino como posibilidad permanente del v¨ªnculo, porque tiene que ver con compartir un momento con otra persona¡±, en palabras de Seck. La teranga es, entonces, ¡°el intento de construcci¨®n pol¨ªtica de un v¨ªnculo que nos supera, que es m¨¢s fuerte que nosotros¡±. Y en esa genealog¨ªa de un concepto que se practica, subyace tambi¨¦n la noci¨®n de lo que es justo con un par, lo que no es negociable, porque el otro est¨¢ dentro de nosotros: ¡°Integraci¨®n y corresponsabilidad son los pilares de la inclusi¨®n de los hombres entre s¨ª y del hombre en la cadena de la naturaleza, ya que la naturaleza no le pertenece¡±.

En cuanto a la corresponsabilidad, Seck afirma: ¡°Todo hombre de este planeta tiene la obligaci¨®n de responder por m¨ª y yo respondo por cada hombre, sea cual sea el lugar que ocupe en el mundo. Eso quiere decir que hay en la civilizaci¨®n una garant¨ªa universal de seguridad social; todo comienza ah¨ª. Desde que se levanta hasta que se acuesta, cada hombre debe responder por todos los dem¨¢s y todos los dem¨¢s, deben responder por ¨¦l¡±. Desgranar las implicancias de estos t¨¦rminos nos llevar¨¢ a concluir que hay que defender estos valores, seg¨²n Seck, quien cita a Michel Foucault, porque los valores no se defienden solos.