La violencia contra las mujeres se agrava en las crisis humanitarias
Expertas en respuesta a emergencias por desastres y conflictos subrayan la importancia de tener en cuenta que la poblaci¨®n femenina est¨¢ expuesta a situaciones de riesgo espec¨ªficas
El 25 de abril de 2015, un terremoto de magnitud 7,8, y un segundo en mayo de 7,3 dejaron 8.959 fallecidos y m¨¢s de 2,8 millones de personas afectadas en Nepal, adem¨¢s cientos de miles de viviendas e infraestructuras destruidas. Entre ellas, las chozas en el exterior de las casas en las que las mujeres nepal¨ªes eran recluidas durante los d¨ªas que ten¨ªan la regla, al ser consideradas seres impuros. Esta pr¨¢ctica, llamada chapaudi, est¨¢ tipificada como delito desde 2017. No era as¨ª un par de a?os antes cuando las caba?as quedaron reducidas a montones de paja tras el se¨ªsmo y algunas organizaciones humanitarias destinaron recursos a reconstruirlas. "Los movimientos feministas del pa¨ªs llevaban d¨¦cadas luchando contra este tipo de violencia contra las mujeres", explica Paloma Gonz¨¢lez, coordinadora de g¨¦nero de intervenciones de emergencias de M¨¦dicos del Mundo. Para "algo bueno" que hab¨ªa provocado el terremoto, la comunidad internacional lo ignor¨®, lamenta la experta.
Este es solo un ejemplo de la importancia de tener en cuenta los distintos tipos de violencia que sufren las ni?as y mujeres espec¨ªficamente cuando las organizaciones prestan ayuda en crisis humanitarias. Un tema que se ha debatido este lunes, D¨ªa Internacional de la Eliminaci¨®n de la Violencia contra la Mujer, en la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (Aecid) en Madrid. No sin antes guardar un minuto de silencio por las v¨ªctimas mortales del machismo, 51 en Espa?a en lo que va de a?o.?
"En todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia f¨ªsica o sexual, principalmente por parte de un compa?ero sentimental. La mitad de las mujeres casadas o que viven en pareja no decide libremente sobre sus relaciones sexuales. En 2019, hay 750 millones de mujeres y ni?as casadas antes de cumplir los 18 a?os. Y 200 millones se han visto sometidas a la mutilaci¨®n genital femenina", ha enumerado Aina Calvo, directora de la Aecid. En las crisis humanitarias, estas violencias "se disparan".
Es lo que sucede en Libia, donde hay "una crisis sobre otra", seg¨²n B¨¦rang¨¨re B?el-Yousfi, responsable del Fondo de Poblaci¨®n de la ONU (UNFPA) en aquel pa¨ªs. Una vez reconocida la importancia de considerar las espec¨ªficas necesidades de la poblaci¨®n femenina, es crucial tener muy en cuenta el contexto en el que se interviene. "Con la mejor voluntad del mundo se puede hacer mucho da?o, especialmente a ni?as y mujeres", ha sentenciado. "En Libia, hay un velo de silencio muy opaco. Se niega que exista violencia de g¨¦nero aunque hay 160.000 personas en riesgo de padecerla, un tercio de ellas migrantes y refugiadas. En los campos de detenci¨®n de migrantes, una mujer no tiene libertad de denunciar una violaci¨®n porque luego va a tener que volver a convivir con el perpetrador", ha explicado. Es al llegar a Europa cuando, no sin dificultad, revelan su calvario.?
En opini¨®n de Alba Cuadra, especialista en el tema de Plan Internacional, hay una tendencia a "generalizar" las necesidades, preocupaciones y problemas de las mujeres durante las emergencias. Si bien la ONG ha detectado que aumenta la posibilidad de que sufran violaciones, as¨ª como embarazo no deseados en la adolescencia, matrimonios infantiles forzados y las ni?as tienen que dejar la escuela para hacerse cargo de tareas dom¨¦sticas y de cuidados, no hay que dar los desaf¨ªos por supuestos y aplicar la brocha gorda para resolverlos. "Hay que dedicar tiempo a escuchar a las chicas en espacios seguros donde puedan expresar qu¨¦ es lo que necesitan", ha recalcado.?
Con la mejor voluntad del mundo se puede hacer mucho da?o, especialmente a ni?as y mujeres B¨¦rang¨¨re B?el-Yousfi, responsable del UNFPA en Libia.
Es as¨ª como se llega a saber que a una joven de 17 a?os en Nigeria, en el epicentro de la crisis en el lago Chad, sus padres la casaron con su violador, algo que frecuentemente en estas circunstancias los progenitores hacen para proteger el honor de sus hijas. Solo con un diagn¨®stico contextualizado e individualizado se pueden implementar soluciones eficaces. "Los programas tienen que estar pensados en la propia superviviente", ha subrayado Cristina Mu?oz, experta de la ONG Alianza por la Solidaridad. Esto quiere decir, ha apostillado Gonz¨¢lez, de M¨¦dicos del Mundo, "algo tan sencillo como respetar las decisiones de las mujeres con las que trabajamos". Que ellas puedan elegir qu¨¦ tipo de servicios ¡ªlegal, apoyo psicosocial, empoderamiento econ¨®mico¡ª quieren y hasta cu¨¢ndo.
M¨¢s all¨¢ de las formas de violencia habituales que sufren las mujeres, que se exacerban en las crisis, bien sea porque las estructuras nacionales de apoyo est¨¢n desbordadas o son inexistentes, la poblaci¨®n femenina no solo tiene que estar en el foco de las organizaciones humanitarias como seres vulnerables. As¨ª lo cree Mu?oz, de Alianza por la Solidaridad. "Tambi¨¦n son agentes de cambios. En las emergencias los roles de g¨¦nero cambian mucho, as¨ª como las relaciones de poder, y creemos que tenemos que aprovecharlo para que se reconozca a las mujeres su papel de liderazgo", ha zanjado.
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