Investi¡dur¨ªsima
M¨¢s que progresar hacia el objetivo, a cada movimiento Pedro S¨¢nchez parece hundirse en arenas movedizas
Al escenario endemoniado de la investidura, solo le faltaba la escenificaci¨®n de hoy con el decreto de la Rep¨²blica digital para que Pedro S¨¢nchez pueda sentir el v¨¦rtigo aritm¨¦tico de su posici¨®n en el tablero pol¨ªtico. M¨¢s que progresar hacia el objetivo, a cada movimiento parece hundirse en arenas movedizas. Lo sucedido solo en las ¨²ltimas 24 horas, antes de ver que a su socio del pacto del abrazo haci¨¦ndole oposici¨®n aunque diluida en una abstenci¨®n t¨¢ctica, resulta desasosegante. Y esto contando con que Podemos es el socio firme en una suma delicada que pasa por otra media docena partidos, m¨¢s si se discrimina entre canarios, con incompatibilidades ¨¢speras. Tal como van las cosas, incluso el PSC parece complicar la hoja de ruta. Y aunque no parece que Pedro S¨¢nchez sea de tirar la toalla, moverse entre tantas l¨ªneas rojas fijadas previamente por ¨¦l mismo ¡ªmeter a UP en el Gobierno, negociar con indepes y sumar con Bildu¡ª lo coloca en un campo de minas. La hip¨®tesis de terceras elecciones gana puntos.
Esquerra, despu¨¦s de llamar fracasado al presidente en funciones como mensaje para identificarlo como un aliado d¨¦bil, se sum¨® a las resoluciones en el Parlament desafiando al Tribunal Constitucional para condenar el fallo del Tribunal Supremo sobre el 1-O, reprobando la Monarqu¨ªa, defendiendo el derecho de autodeterminaci¨®n y reivindicando la soberan¨ªa del pueblo de Catalu?a. Cualquier negociaci¨®n a partir de ma?ana va a requerir mucho m¨¢s que habilidades comunicativas. Esquerra compite en el doble frente de Madrid y Catalu?a, y su prioridad no es Madrid, tanto m¨¢s con la presi¨®n de JxCat y la CUP. Aunque su texto no tuviera la crudeza de los otros, es notoria la incapacidad para salir de "los presos pol¨ªticos" o "el libre retorno de los exiliados¡± y ¡°el fin de la represi¨®n". Entretanto, los socios fiables del PNV est¨¢n sacando adelante un Estatuto conflictivo que reclama bilateralidad y derecho de prevalencia abriendo la puerta a la autodeterminaci¨®n, y adem¨¢s lo hacen con Elkarrekin Podemos, los propios socios de S¨¢nchez. No hay quien d¨¦ m¨¢s.
La derecha tiene incentivos para facilitar la investidura: de un lado, evitar el chantaje negociador del independentismo; y de otro, controlar un programa de reformas, en particular la fiscalidad. Pero en el PP se impone el miedo a que eso catapulte a Vox. Ciertamente no es deseable que las referencias de la oposici¨®n fuesen UP y Vox, algo que augurar¨ªa una etapa delirantemente polarizada, pero puede hacerse una legislatura de reformas de Estado donde prevalezca la l¨®gica del consenso. Por dem¨¢s, los organismos internacionales, no s¨®lo Bruselas, han enviado alertas nada desde?ables, sin m¨¢s sobre pensiones. Pero en el PP, m¨¢s obsesionado con Vox que con cualquier otra cosa, parecen asiladas las voces de Feij¨®o, ?lvarez de Toledo y alg¨²n outsider como el alcalde de M¨¢laga. Ciudadanos, ya en estado comatoso, s¨®lo puede ser actor secundario.
Quiz¨¢ Pedro S¨¢nchez siga persuadido de que puede tener ¨¦xito. En definitiva, hay cosas que se consiguen hacer, como dec¨ªa Jean Cocteau, solo porque se sab¨ªa que eran imposibles. De momento, aunque nunca pareci¨® f¨¢cil la investidura, en efecto parece cada vez m¨¢s imposible. Y tras lo sucedido con Podemos, aunque un socio no quepa esperar coincidencia al 100%, el presidente tendr¨¢ complicado dormir bien esta noche. As¨ª pues, marzo, antes de la Semana Santa, est¨¢ ya en las agendas como amenaza de terceras elecciones; casi un a?o despu¨¦s de iniciar el ciclo. A falta de otros incentivos patri¨®ticos o estrat¨¦gicos, s¨®lo queda el desastre de regresar a las urnas, algo que espanta a la ciudadan¨ªa como han apuntado ya varios sondeos. Un contexto en el que no es f¨¢cil apelar a la altura pol¨ªtica.
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