El baile de los que sobran
De 1989 solo se esperaban los festejos del bicentenario de la Revoluci¨®n Francesa. Hasta que cay¨® el muro
Hace ahora medio siglo que el economista Albert Hirschman (1915-2012) termin¨® un libro seminal para las ciencias sociales que le har¨ªa famoso entre sus colegas de las universidades americanas y luego del resto del mundo: Salida, voz y lealtad. Respuestas al deterioro de empresas, organizaciones y Estados. Publicado en 1970 por la Universidad de Stanford (California), poco despu¨¦s apareci¨® en castellano en la entonces imprescindible editorial Fondo de Cultura Econ¨®mica. A punto de cumplir los 50 a?os, es uno de los libros m¨¢s citados entre los cient¨ªficos sociales, y plantea un dilema muy conocido por cualquier ciudadano: la indecisi¨®n ante cualquier acontecimiento pol¨ªtico, econ¨®mico y social que le defrauda, que le hace preguntarse: ?me quedo donde estoy y no protesto? (lealtad), ?alzo la voz aunque sea inc¨®modo? (voz) o ?me voy y abandono este sistema e intento encontrar otro? (salida).
Es muy dif¨ªcil acordarse de Salida, voz y lealtad y no vincularlo inmediatamente con la multitud de protestas callejeras que hoy inundan las calles y plazas de medio mundo, especialmente en algunos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, por cierto, tan conocidos por Hirschman (que vivi¨® muchos a?os en Colombia), un experto en los procesos de desarrollo de la regi¨®n, con muchos de cuyos sabios (Ra¨²l Prebisch, Celso Furtado, Fernando H. Cardoso, An¨ªbal Pinto, Enrique Iglesias, y dem¨¢s cepalinos ¡ªde la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina, un organismo de Naciones Unidas con sede en Santiago de Chile¡ª) coincidi¨® en la labor investigadora.
Un ciudadano cualquiera tiene su equipo de f¨²tbol, una ideolog¨ªa preferente o un escritor al que sigue libro a libro, que le han acompa?ado desde siempre y que de repente dejan de gustarle o simplemente, en su opini¨®n, ya no representan lo que fueron. Hirsch?man dice: descartada la lealtad sin matices (que nunca suele ser aconsejable y lleva a los fanatismos), la voz (la protesta) es la soluci¨®n democr¨¢tica por excelencia, mientras que la salida es la m¨¢s extrema. La mejor actitud se compone de una combinaci¨®n de la voz y la salida: pelear, discutir, intentar mejorar las cosas, pero si no hay m¨¢s remedio, abandonar y buscar otra opci¨®n. En este caso estamos sugiriendo estas respuestas a una situaci¨®n pol¨ªtica (la de las algaradas en lugares tan distantes como Hong Kong y Santiago de Chile, La Paz y Bagdad, Bogot¨¢ y Teher¨¢n), pero los ejemplos que utiliza Hirschman en su libro se refieren a los consumidores, dado que la idea del libro surgi¨® de un intercambio de cartas con Ralph Nader, el defensor del consumidor insatisfecho en EE UU.
El economista fue consciente de que su huida de la Alemania nazi, siendo apenas un adolescente, para estudiar en Par¨ªs, Londres o Trieste (y para luchar contra el fascismo en las Brigadas Internacionales, en Espa?a, en la Resistencia francesa, o en el Ej¨¦rcito americano), es un ejemplo cl¨¢sico de ¡°salida¡±. Dos d¨¦cadas despu¨¦s de la escritura de su libro aplic¨® su esquema a la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y la unificaci¨®n alemana, mediante un largo art¨ªcu?lo (publicado en Espa?a en la revista Claves de Raz¨®n Pr¨¢ctica). Del a?o 1989 no se esperaba nada m¨¢s que las conmemoraciones del bicentenario de la Revoluci¨®n Francesa, y entonces ¡°como si los esp¨ªritus de la revoluci¨®n, una vez invocados, hubieran asumido vida propia, lleg¨® la sorpresa, la ¡®divina sorpresa¡¯ de aquel a?o, una serie de movimientos pol¨ªticos totalmente inesperados¡±. Surgieron en r¨¢pida sucesi¨®n en Europa oriental, desbaratando el hasta entonces incuestionable poder de los partidos comunistas y modificando de manera fundamental el aparentemente estable orden mundial bipolar de los anteriores 45 a?os.
El m¨¢s radical de esos cambios tuvo lugar en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Alemania (RDA), donde la convulsi¨®n interna condujo en breve plazo a su extinci¨®n. Hirschman aplica los conceptos de salida, voz y lealtad de 1970 a lo ocurrido en la RDA en 1989. La colaboraci¨®n de la ¡°salida¡± y la ¡°voz¡± fue muy caracter¨ªstica del movimiento que acab¨® en la unificaci¨®n alemana. Veremos las combinaciones que se van a producir en nuestros d¨ªas en todos los lugares donde han estallado las protestas.
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