Un Pacto Verde para Europa y el planeta
Todos los europeos pueden participar en la lucha contra el cambio clim¨¢tico
?Queremos los seres humanos seguir viviendo bien y seguros en este planeta? La humanidad se enfrenta a una amenaza existencial y el mundo entero est¨¢ empezando a darse cuenta. Los bosques arden desde Am¨¦rica hasta Australia. Los desiertos avanzan en ?frica y en Asia. El aumento del nivel del mar amenaza a las ciudades costeras europeas y a las islas del Pac¨ªfico. La humanidad ha visto estos fen¨®menos antes, pero nunca a esta velocidad.
La intensidad y la virulencia con la que la gota fr¨ªa (la llamada dana) ha azotado en septiembre de este mismo a?o el Mediterr¨¢neo en Espa?a pone de manifiesto la necesidad de actuar con rapidez y efectividad.
La ciencia nos dice que a¨²n podemos detener esta epidemia, pero ya apenas tenemos tiempo. La nueva Comisi¨®n Europea no est¨¢ perdiendo el tiempo. Hoy, menos de dos semanas despu¨¦s de asumir nuestros cargos, presentamos nuestra hoja de ruta para un Pacto Verde Europeo.
Nuestro objetivo es llegar a ser el primer continente clim¨¢ticamente neutro de aqu¨ª a 2050, frenando as¨ª el calentamiento global y mitigando sus efectos. Es una tarea para nuestra generaci¨®n y para la siguiente, pero el cambio debe comenzar ahora, y sabemos que podemos hacerlo.
El Pacto Verde Europeo que presentamos hoy es la nueva estrategia europea de crecimiento. Reducir¨¢ las emisiones, al tiempo que crea puestos de trabajo y mejora nuestra calidad de vida. Es el hilo verde que conectar¨¢ todas nuestras pol¨ªticas, desde el transporte hasta la fiscalidad, desde la alimentaci¨®n hasta la agricultura, desde la industria hasta las infraestructuras. Con nuestro pacto verde queremos invertir en energ¨ªa limpia y ampliar el comercio de derechos de emisi¨®n, pero tambi¨¦n impulsar la econom¨ªa circular y preservar la biodiversidad de Europa.
El Pacto Verde Europeo no es solo una necesidad, ser¨¢ un motor de nuevas oportunidades econ¨®micas. Muchas empresas europeas se est¨¢n haciendo m¨¢s ecol¨®gicas, reduciendo su huella de carbono y descubriendo las tecnolog¨ªas limpias, porque entienden que hay l¨ªmites de alcance planetario. Las empresas europeas de todos los tama?os han entendido que todos tenemos que cuidar de nuestra casa com¨²n. Y tambi¨¦n saben que, si descubren las soluciones sostenibles del ma?ana, tendr¨¢n la ventaja de llegar los primeros.
Lo que las empresas y los impulsores del cambio necesitan de nosotros es un acceso f¨¢cil a la financiaci¨®n. Para conseguirlo, presentaremos un plan de inversiones para una Europa sostenible, dotado con un bill¨®n de euros para las inversiones durante la pr¨®xima d¨¦cada. Trabajaremos codo con codo con el Banco Europeo de Inversiones, el banco clim¨¢tico europeo.
El pr¨®ximo mes de marzo propondremos la primera ley europea sobre el clima para trazar el camino a seguir y hacerlo irreversible: los inversores, los innovadores y los empresarios necesitan normas claras para planificar sus inversiones a largo plazo.
Promoveremos una transformaci¨®n de nuestras maneras de producir y consumir, de vivir y trabajar, pero debemos tambi¨¦n proteger y acompa?ar a quienes corren el riesgo de verse m¨¢s afectados por estos cambios. Esta transici¨®n debe funcionar para todos o no funcionar¨¢ en absoluto. Propondr¨¦ la creaci¨®n de un fondo de transici¨®n justa, y quiero que dispongamos, gracias al efecto multiplicador del Banco Europeo de Inversiones y del dinero privado, de cien mil millones de euros para las inversiones de los pr¨®ximos siete a?os. Para que nadie se quede atr¨¢s, garantizaremos ayudas a las regiones europeas que tengan que dar los pasos m¨¢s grandes.
En toda Europa, las personas j¨®venes y mayores no solo solicitan que actuemos contra el cambio clim¨¢tico, sino que est¨¢n cambiando su estilo de vida: pensemos en los viajeros de cercan¨ªas que utilizan la bicicleta o el transporte p¨²blico, en los padres que optan por los pa?ales reutilizables, en las empresas que renuncian a los pl¨¢sticos de un solo uso y aportan alternativas sostenibles al mercado. Muchos de nosotros formamos parte de este movimiento europeo y mundial por el clima. Gestos como el de m¨¢s de cuarenta j¨®venes junto a la Comisi¨®n Europea, retirando residuos de la playa de Rodas en las islas C¨ªes, en el D¨ªa Internacional de la Limpieza de Playas, nos muestran el camino de lo que cada uno de nosotros podemos aportar en nuestro d¨ªa a d¨ªa.
Nueve ciudadanos europeos de cada diez piden una acci¨®n decidida contra el cambio clim¨¢tico. Nuestros hijos conf¨ªan en nosotros. Los europeos quieren que la Uni¨®n act¨²e en su territorio y que sea tambi¨¦n l¨ªder fuera de ¨¦l. En esos d¨ªas todo el mundo se ha reunido en Madrid en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico, para debatir sobre la acci¨®n colectiva contra el calentamiento global.
El Pacto Verde Europeo es la respuesta de Europa a la exigencia de nuestros ciudadanos. Es un acuerdo por Europa y para Europa, y una contribuci¨®n para un mundo mejor. Todos los europeos pueden participar en el cambio.
Ursula von der Leyen es presidenta de la Comisi¨®n Europea.
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