El ¡®sem¨¢foro¡¯ de la Ant¨¢rtida, en verde

"Sem¨¢foro verde a las 15.28 horas. Seg¨²n el Protocolo, iniciamos procedimiento de apertura de la base ant¨¢rtica espa?ola Gabriel de Castilla¡±. El mensaje llega al m¨®vil el pasado domingo desde el buque BIO Hesp¨¦rides, justo cuando estaba frente a la isla Decepci¨®n, ese pedazo de tierra con forma de rosquilla, o herradura, seg¨²n se mire, que en realidad son los bordes sobre el mar de una caldera volc¨¢nica. Es el ¨²nico sem¨¢foro en miles de kil¨®metros y su cometido no es regular el tr¨¢fico, sino dar v¨ªa libre a cient¨ªficos y militares de la campa?a ant¨¢rtica espa?ola a una isla de las muchas del archipi¨¦lago de las Shetland del Sur. En realidad, isla Decepci¨®n es un volc¨¢n activo y, aunque ¨²ltimamente est¨¢ tranquilo, no ser¨ªa la primera vez que los recibe con el sem¨¢foro en ¨¢mbar.

Una vez con el permiso en verde, algo que ocurri¨® solamente despu¨¦s de que los vulcan¨®logos de la Universidad de Granada y el Comit¨¦ Polar comprobaran que no hay fumarolas y todo est¨¢ estable, se dio paso al desembarco de las 30 toneladas de carga que se llevaban a bordo, as¨ª como de los 25 militares encargados de abrir esta base, la segunda que se activa en cuatro d¨ªas. Daban as¨ª por iniciada la gran aventura cient¨ªfica espa?ola en tierras polares. All¨ª, investigadores, t¨¦cnicos y el personal del Ej¨¦rcito de Tierra que les apoya pasar¨¢n las fiestas navide?as, con turrones y villancicos, como marca la tradici¨®n, a 13.000 kil¨®metros de distancia de sus hogares. Y, desde luego, con tiempo polar.

La primera apertura cient¨ªfica hab¨ªa tenido lugar apenas tres d¨ªas antes con la llegada a la base Juan Carlos I, en la cercana Isla Livingston, donde ya hab¨ªan dejado otras 20 toneladas de materiales y 16 personas que viajaron en el buque oceanogr¨¢fico, entre t¨¦cnicos de la Unidad Tecnol¨®gica Marina (UTM-CSIC), miembros de Aemet Ant¨¢rtida, que les facilitar¨¢n las previsiones meteorol¨®gicas en los casi tres meses que tienen por delante, y otros investigadores.

Finalmente, el mar de Hoces, ese turbulento paso entre Am¨¦rica y la Ant¨¢rtida dedicado al marino espa?ol Francisco de Hoces ¡ªque en 1535 fue el primero en descubrirlo al sur de Cabo de Hornos¡ª, fue esta vez relativamente tranquilo, con olas de ¡®tan s¨®lo¡¯ dos o tres metros, frente a l2 metros de algunas otras ocasiones. ¡°Mi labor es encontrar las mejores condiciones posibles para cruzarlo, sin fijarme en el calendario. Aqu¨ª no valen las prisas por llegar¡±, me explica v¨ªa sat¨¦lite el comandante del Bio Hesp¨¦rides, Jos¨¦ Emilio Regod¨®n.

¡°La llegada el d¨ªa 19 a isla Livingston fue espectacular. Con un sol radiante, sin nieve y con un gran iceberg en la bah¨ªa¡±, comenta el comandante. Gracias a estas buenas condiciones, en cielo y mar, enseguida comenz¨® la descarga de todos los materiales, con especial cuidado con el equipamiento cient¨ªfico. Importante labor era no transpaquetar nada, por tanto, hab¨ªa que mirar y remirar las etiquetas para que cada bulto fuera a su proyecto cient¨ªfico de destino. La Ant¨¢rtida no es lugar para olvidos o para errores, como bien hab¨ªa avisado el secretario t¨¦cnico del Comit¨¦ Polar, Antonio Quesada, antes de que partieran los equipamientos. "Etiquetar bien es muy importante", insist¨ªa.

Ahora, en la Ant¨¢rtida, las 24 horas de un d¨ªa son, precisamente, de d¨ªa ¡ªapenas hay cuatro horas de crep¨²sculo¡ª, as¨ª que estas primeras jornadas de organizaci¨®n en ambas bases espa?olas, separadas por cuatro horas de navegaci¨®n entre hielos flotantes, dan para muchas e intensas tareas, desde organizar la alimentaci¨®n de los pr¨®ximos meses (las bases permanecer¨¢n abiertas hasta finales de marzo de 2020) hasta comprobar que instalaciones, antenas y dem¨¢s dispositivos electr¨®nicos han soportado bien el duro invierno ant¨¢rtico.

Mientras parte de los t¨¦cnicos de la UTM hac¨ªan estas primeras actividades en isla Livingston, el Bio Hesp¨¦rides part¨ªa a la cercana isla Rey Jorge ¡ªen realidad, a ocho horas de navegaci¨®n¡ª para recoger a los primeros nueve cient¨ªficos y t¨¦cnicos que llegaban en vuelos desde Punta Arenas. Entre ellos, dos investigadores del proyecto sobre glaciares DINGLAC; tres del proyecto ORCA para medir la radiaci¨®n de rayos c¨®smicos, uno del Observatorio del Ebro, que gestiona un observatorio geof¨ªsico y otro m¨¢s del proyecto Permathermal, que trabajar¨¢ sobre el permafrost (suelo congelado) ant¨¢rtico. En futuros art¨ªculos ir¨¦ contando m¨¢s de c¨®mo estos trabajos nos revelan lo que pasa en tan fascinante lugar.

Aprovechando el viaje, el buque espa?ol, que en s¨ª mismo es una instalaci¨®n cient¨ªfica singular, llen¨® el pasaje con un grupo de 13 investigadores ecuatorianos que se hab¨ªan quedado varados en la isla del aer¨®dromo porque muchos de los buques comprometidos en campa?as polares de varios pa¨ªses est¨¢n destinados a la b¨²squeda de restos de la aeronave chilena accidentada el pasado 9 de diciembre, cuando fallecieron 38 personas. ¡°Esta cooperaci¨®n es algo normal en la Ant¨¢rtida. Hay mucha gente bloqueada en Rey Jorge y para ir a nuestra base pasamos por delante de la isla Greenwich, que es donde Ecuador tiene su base cient¨ªfica Jos¨¦ Vicente Maldonado. Tambi¨¦n paramos en una base b¨²lgara a dejar suministros", explica Regod¨®n.

Para cuando el d¨ªa 22, el Hesp¨¦rides llegaba a los Fuelles de Neptuno, las formaciones que dan acceso a la caldera inundada de isla Decepci¨®n, el tiempo hab¨ªa cambiado dr¨¢sticamente. Dicen los veteranos que es lo habitual en estos lares. Un cielo gris plomizo, una nevada y vientos de m¨¢s de 100 kil¨®metros por hora recibieron al buque espa?ol. All¨ª les esperaba, para su sorpresa, el buque de abastecimiento Antarctic Warrior, contratado por la campa?a polar para llevar materiales de construcci¨®n destinados a consolidar la costa cercana a la Gabriel de Castilla. En una semana, no hab¨ªan podido desembarcar los contenedores debido al mal tiempo. As¨ª que, durante unas horas no les qued¨® otra que esperar a ver qu¨¦ dec¨ªa en el sem¨¢foro volc¨¢nico ant¨¢rtico ¡ªno hay que olvidar que en 1967 una erupci¨®n de ese mismo volc¨¢n arras¨® dos bases cient¨ªficas, una chilena y otra brit¨¢nica¡ª y a que mejoraran las condiciones meteorol¨®gicas.

Finalmente, el sem¨¢foro, metaf¨®ricamente, se ilumin¨® en verde a las 15.28? (hora polar) del domingo y as¨ª en ambas bases, las ¨²nicas instalaciones cient¨ªficas espa?olas sobre los hielos terrestres, se daba por inaugurada una campa?a cient¨ªfica, en la que este blog de #SomosAnt¨¢rtida tambi¨¦n tendr¨¢ su protagonismo in situ en solo unas semanas.