M¨¢s vacunas que para viajar a ?frica y ojo a los cosm¨¦ticos: las pruebas previas para viajar a la Ant¨¢rtida

M¨¢s un mes despu¨¦s de salir de Espa?a, el buque oceanogr¨¢fico Bio Hesp¨¦rides por fin ha salido de Chile rumbo a la Ant¨¢rtida y las dos bases cient¨ªficas espa?olas, la Juan Carlos I y la Gabriel de Castilla, donde en breve se preparar¨¢n para abrir sus puertas al centenar largo de cient¨ªficos y otro de t¨¦cnicos y militares que pasar¨¢n por las instalaciones en esta 23.? campa?a ant¨¢rtica espa?ola

Desde Espa?a la traves¨ªa ha sido tranquila, aunque ha estado marcada en sus ¨²ltimos d¨ªas por el accidente por fallo t¨¦cnico del avi¨®n C-130 H¨¦rcules chileno cuando volaba hacia el continente helado, una tragedia en la que murieron 38 personas. En esa misma aeronave hab¨ªan viajado en muchas ocasiones cient¨ªficos espa?oles que estos d¨ªas repet¨ªan como un mantra que pod¨ªa haberles ocurrido a cualquiera. El suceso ha sido vivido por la tripulaci¨®n del buque espa?ol con profunda consternaci¨®n. ¡°Vamos a pasar por la misma zona, apoyaremos en lo que sea necesario a Chile en la b¨²squeda de restos en nuestro camino hacia el sur¡±, aseguraba el comandante, Jos¨¦ Emilio Regod¨®n, v¨ªa telef¨®nica.

La ciencia ant¨¢rtica contar¨¢ con 17 proyectos en acci¨®n (13 de ellos espa?oles). En Espa?a los que solo piensan en el horizonte en blanco se preparan para lo que ser¨¢, sin duda, una gran aventura investigadora y personal. Y tambi¨¦n para quienes contaremos lo que all¨ª suceda.

Para empezar, todos hemos tenido que pasar por un cursillo intensivo, organizado por el Comit¨¦ Polar Espa?ol, en el que nos han formado a novatos y veteranos no solo en el conocimiento de la Ant¨¢rtida en s¨ª, sino tambi¨¦n en las normas que la rigen: el Tratado Ant¨¢rtico y, en especial, al Protocolo de Madrid, ese importante convenio internacional firmado en 1991 y que protege desde 1998 el medioambiente de un continente que a la vez no es de nadie y es de todos.

Para desarrollar all¨ª cualquiera de los trabajos cient¨ªficos que previamente han sido seleccionados por su calidad y pertinencia entre una infinidad de propuestas, nos informan de que es imprescindible pedir permiso para recoger muestras de flora o rocas, para acercarse a a fauna o para visitar zonas muy vulnerables y protegidas, que son algo excepcional. Aquello que no se considere fundamental para el objetivo cient¨ªfico no ser¨¢ aprobado.

Tambi¨¦n en lo personal hay que ser muy estrictos: es fundamental llevar la ropa y calzado aspirados (s¨ª, con un aspirador) para evitar la entrada de especies invasoras, por peque?as que sean, en el continente. Nos cuentan que en la indumentaria de un cient¨ªfico se llegaron a encontrar 140 organismos distintos y alguno podr¨ªa haber prosperado en el clima polar. Adem¨¢s, nos instan a que llevemos cuantos menos embalajes sea posible y, adem¨¢s, que usemos en bolsas estancas por si en un desembarco sorprendiera un oleaje mayor del esperado. Se pide incluso evitar cosm¨¦ticos contaminantes o que puedan contener micropl¨¢sticos. En definitiva, para superar la prueba del equipaje hay que tener mi presente que el impacto debe ser el menor posible.

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Pero antes de ponerse con las maletas, tocar pasar un exhaustivo examen m¨¦dico, que incluye todo tipo de pruebas diagn¨®sticas. Sin el sello de "apto" por parte del m¨¦dico de la campa?a no se puede viajar. Algo curioso: hay que ponerse m¨¢s vacunas que para ir al centro de ?frica. "No es por lo que haya en la Ant¨¢rtida, sino por lo que pueden llevar las personas que van a convivir en un espacio muy cerrado durante muchos d¨ªas, dado que ser evacuado de all¨ª es muy complejo", explica Antonio Quesada, secretario t¨¦cnico del Comit¨¦ Polar.

No le falta raz¨®n. No hay m¨¢s que ver el rompecabezas que suponen los traslados de un lado a otro con un solo buque disponible, como ocurre este a?o. Miguel ?ngel Ojeda, de la Unidad de Tecnolog¨ªa Marina (UTM-CSIC), ha sido el responsable de este encaje de bolillos para organizar las idas y venidas de todo el personal entre las bases y entre Punta Arenas (Chile) y Ushuaia (Argentina), tanto en el Bio Hesp¨¦rides como en vuelos contratados para la Operaci¨®n Ant¨¢rtica, que llegan a la cercana isla Rey Jorge, la ¨²nica de los alrededores de las bases con pista de aterrizaje. De hecho, el reciente accidente a¨¦reo ha vuelto a cambiar los planes de algunos cient¨ªficos, pues ya saben que cualquier tormenta, tempestad o incidente inesperado puede descabalarlos de nuevo.

No menos importante, tambi¨¦n antes de salir de Espa?a, es la declaraci¨®n de riesgos laborales de las actividades previstas en el interior y el exterior de las bases cient¨ªficas o el Hesp¨¦rides, siguiendo la legislaci¨®n nacional vigente. De momento, y a la espera de la partida, los que participar¨¢n en la primera fase, que comienza en los d¨ªas navide?os, ultiman los detalles.