Por qu¨¦ no quiero que los Reyes Magos me traigan un juguete sexual
?No es algo osado abrirle la puerta del dormitorio a un tercero sin previo aviso?
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Melchor, con su barba blanca y ojos azules, porta un gel de masaje de textura suave y sedosa, con fragancia de fresa; Baltasar, de piel negra y brillante, lleva un discreto vibrador para parejas, es el ¨²ltimo modelo y tiene hasta control remoto; Gaspar, el pelirrojo de nariz aguile?a, custodia el juguete sexual estrella del momento, un rutilante succionador de cl¨ªtoris. Es la versi¨®n couple -que significa "pareja", en ingl¨¦s, y que est¨¢ pensada para compartir su "correcam¨ªnico" efecto-. Los Reyes Magos han querido innovar y han optado por traer los juguetes er¨®ticos m¨¢s demandados. Todo el mundo habla de ellos, nadie podr¨ªa resistirse a un regalo as¨ª... ?o s¨ª?
Ser¨ªa interesante observar la reacci¨®n de los destinatarios porque, por mucho que el uso de estos lujuriosos complementos de cama haya despegado en los ¨²ltimos tiempos -el Satisfyer merece una menci¨®n especial-, algunas personas habr¨ªan escondido su zapatilla de conocer lo que les iba a caer -Satisfyer incluido-. Y no es que los Magos de Oriente se equivoquen cuando deciden hacer este tipo de obsequios a los amantes que se han portado bien, es que a veces es algo osado abrirle la puerta del dormitorio a un tercero sin previo aviso.
Si ya es bastante considerable el riesgo de que uno se equivoque al regalar ese jersey que, esta vez s¨ª, encandilar¨¢ a la pareja es (puedes irte de la tienda sin pagar, pero nunca sin tu tique regalo), meterse sin br¨²jula en un terreno tan personal como el de la masturbaci¨®n asistida es un asunto m¨¢s peliagudo de lo que algunos se piensan. Cuando el regalo no est¨¢ en la carta a los Reyes Magos, quiz¨¢ lo mejor sea dejar que cada uno se compre el suyo propio, si es que no lo tiene ya y se cita con ¨¦l en la m¨¢s estricta intimidad.
Las nuevas aventuras tambi¨¦n se planean
S¨ª, a los espa?oles nos gustar¨ªa probar cosas nuevas para salir de la rutina: seg¨²n la ¨²ltima edici¨®n del bar¨®metro Los j¨®venes y el sexo, promovido por el fabricante de preservativos Control, casi un tercio de los encuestados desea poner a prueba la promesas de uno de los aparatos de ¨²ltima tecnolog¨ªa. Y s¨ª, los datos reflejan que la jugueter¨ªa sexual ha dejado de ser un tab¨²: el 63,4% de los espa?oles saben por experiencia qu¨¦ es la cosm¨¦tica er¨®tica, la mitad asegura haber probado alg¨²n vibrador y cerca del 30% lo usa desde hace m¨¢s de cinco a?os. Pero no, lo m¨¢s probable es que no todos deseen que este compa?ero er¨®tico sea una sorpresa inesperada.
Para empezar, hay un obst¨¢culo que toma la forma de una extra?a verg¨¹enza al rechazo, curiosamente selectiva. "A pesar del 'boom' de los juguetes sexuales y del despertar p¨²blico de la masturbaci¨®n, a muchas personas todav¨ªa les averg¨¹enza decirle a su pareja oficial que les apetece probar cosas nuevas. Por lo general, tanto a hombres como a mujeres les asusta que no apruebe que quiera explorar nuevos placeres. A solas o con amantes les resulta m¨¢s f¨¢cil", indica un sondeo de Gleeden, una plataforma de encuentros extraconyugales. En estas condiciones, es comprensible que el mensaje que implica el regalo, as¨ª transmitido, de sopet¨®n, sea dif¨ªcil de asimilar.
De hecho, la psic¨®loga y sex¨®loga Ana Lombard¨ªa recomienda andar con pies de plomo a cualquier Rey Mago que pretenda introducir estos elementos en la alcoba por su cuenta. No hay que pasar de cero a cien en un regalo... y mucho menos sin consultarlo. "La pareja tiene el mismo derecho a tener un tiempo para asimilarlo y ver si comparte ese deseo de exploraci¨®n y aventura". Por otra parte, conviene no perder de vista que cada uno tiene sus gustos, y que el succionador de cl¨ªtoris est¨¦ de moda (o cualquier otro juguete) no significa que encandile a todo el mundo.
Cuando es una decisi¨®n de dos, el placer se duplica
Lombard¨ªa recuerda que estos productos son una oportunidad para conocer nuevas experiencias y asegurarse un rato de diversi¨®n. Los juguetes sexuales tienen la virtud de avivar la llama cuando queda poco m¨¢s que ascuas, de ah¨ª que, por ejemplo, el Institut Marqu¨¨s de Reproducci¨®n Asistida haya empezado a recomendarlos casi por prescripci¨®n m¨¦dica a los que desean ser padres a trav¨¦s de talleres. "Cuando el embarazo no llega, tiende a disminuir el deseo y la frecuencia de las relaciones, convirti¨¦ndolas en una tarea de rutina", dicen. El objetivo de estos cursos es disminuir la ansiedad, y recuperar el deseo y la excitaci¨®n mediante masajes, fantas¨ªas y juguetes. Es un claro ejemplo de la sinton¨ªa que debe haber cuando se quiere disfrutar plenamente de estos elementos.
Pero esta opci¨®n no es para todos, y la psic¨®loga admite que no todas las personas est¨¢n dispuestas a subir a ese nivel en sus encuentros. En ese caso, no cabe m¨¢s opci¨®n que respetar la decisi¨®n. Cuando no es esa la situaci¨®n, hay que saber plantear el asunto. "La naturalidad es clave para evitar un rechazo. Si una persona cuenta algo ¨ªntimo como si fuera vergonzoso, quien lo escucha por primera vez tambi¨¦n lo puede interpretar como vergonzoso. Si lo comunica como una afici¨®n m¨¢s, divertida, esa primera impresi¨®n ser¨¢ respetuosa. Pero no hace falta dar toda la informaci¨®n a la vez, mostrar un armario secreto lleno de juguetes", aconseja Lombard¨ªa. La clave fundamental est¨¢ en una encuesta encargada por el fabricante canadiense de vibradores We-Vibe, en la que los usuarios se?alaron que lo ideal ser¨ªa comprarlos juntos. Entonces s¨ª que puedes tener claro que no te arrepentir¨¢s de tirar el tique regalo.
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