2020: invasi¨®n en Marte
Las grandes potencias espaciales compiten para ser las primeras en encontrar indicios de vida en el planeta rojo
Este a?o, durante unas pocas semanas, Marte y la Tierra estar¨¢n alineados. La distancia entre ambos ser¨¢ la m¨ªnima ¡ªapenas 54 millones de kil¨®metros¡ª, algo que no volver¨¢ a suceder hasta 2022. Por eso en 2020 se da un hecho sin precedentes desde que acab¨® la Guerra Fr¨ªa: el lanzamiento de cuatro misiones rob¨®ticas a este planeta, tres de ellas encabezadas por las principales potencias espaciales, EE UU, Europa y China, que pretenden posar con ¨¦xito sus propios veh¨ªculos de exploraci¨®n con la intenci¨®n de ser los primeros en hallar indicios de vida.
¡°Esto es algo nunca visto¡±, explica a este diario Ken Farley, jefe cient¨ªfico de la misi¨®n Marte 2020 de la NASA, quien apunta que a los proyectos mencionados hay que sumar el orbitador lanzado por India recientemente y el ¡°entusiasmo creciente¡± de empresas privadas como Space X para llegar a este planeta.
Marte es un enorme cementerio de naves accidentadas. Una de cada dos misiones espaciales que intentan llegar fracasa. Posarse en Marte requiere una maniobra endiablada para frenar de los 21.000 kil¨®metros por hora a los que llega la nave hasta cero en apenas siete minutos, sin apenas ayuda de la atm¨®sfera marciana, mucho m¨¢s fina que la terrestre, y a merced del tiempo que ese d¨ªa haga en este inh¨®spito planeta donde no es raro alcanzar m¨ªnimas de 100 grados bajo cero.
En 2016, la nave ExoMars fue golpeada por una violenta r¨¢faga de viento en altura. La nave se movi¨® como un enorme p¨¦ndulo, pues a¨²n ten¨ªa amarrado el paraca¨ªdas y sus sensores de altitud apuntaron repentinamente al horizonte en vez de a la superficie. El ordenador de a bordo interpret¨® que la nave hab¨ªa aterrizado, apag¨® los retrocohetes antes de tiempo y ExoMars se estrell¨® contra el helado suelo marciano.
Aquella misi¨®n era un demostrador de la tecnolog¨ªa de aterrizaje que ahora debe usar ExoMars 2020, la misi¨®n de la Agencia Espacial Europea hom¨®loga de la estadounidense. Los responsables de la misi¨®n europea no ven el accidente como un fracaso y creen haber aprendido y solucionado el problema.
Las tres misiones mencionadas m¨¢s la cuarta, el orbitador Hope de Emiratos ?rabes, desarrollado gracias a la colaboraci¨®n de cient¨ªficos de EE UU, tienen ventanas de lanzamiento muy parecidas que comienzan a mediados de julio y finalizan a mediados de agosto. Tardar¨¢n siete meses en llegar al planeta rojo, con lo que los aterrizajes est¨¢n previstos para febrero de 2021.
¡°Nuestro principal objetivo es buscar rastros de vida en Marte de hace m¨¢s de 3.500 millones de a?os, cuando el agua l¨ªquida cubr¨ªa buena parte del planeta¡±, explica Ken Farley. La misi¨®n de la NASA va a aterrizar en el fondo de un antiguo lago de varios cientos de metros de profundidad denominado cr¨¢ter Jezero. ¡°En un lugar como este podr¨ªan haber vivido microbios como los de la Tierra sin problemas¡±, destaca este experto en geoqu¨ªmica del Instituto de Tecnolog¨ªa de California.
Otro de los objetivos de EE UU es allanar el terreno para mandar astronautas al planeta rojo. En este punto Espa?a tiene un importante protagonismo, pues lidera el instrumento MEDA, la estaci¨®n meteorol¨®gica a bordo del veh¨ªculo de exploraci¨®n que mide temperatura, viento, part¨ªculas de polvo y radiaci¨®n y que servir¨¢ para estimar la habitabilidad del planeta para los futuros astronautas. Otro de los instrumentos es un detector de ox¨ªgeno, elemento clave para hacer respirable el aire marciano y para construir combustible para los cohetes que despeguen desde el suelo marciano hacia la Tierra en un futuro.
¡°Lo m¨¢s novedoso de la misi¨®n estadounidense y la europea es que llevan una nueva generaci¨®n de espectr¨®metros Raman que son capaces de detectar biomarcadores a distancia¡±, explica Jorge Pla-Garc¨ªa, astrof¨ªsico del Centro de Astrobiolog¨ªa en Madrid, que participa en la misi¨®n estadounidense y ha colaborado con la europea. Se trata de compuestos qu¨ªmicos que pueden deberse a la presencia de vida actual o pasada. En este punto Europa puede tener ventaja, reconoce Pla-Garc¨ªa, pues su veh¨ªculo es el ¨²nico que lleva un taladro que penetra hasta dos metros en el suelo marciano. ¡°Este es el lugar m¨¢s factible para que pueda existir algo vivo, pues en la superficie est¨¢ todo frito no solo por radiaci¨®n, sino por la abundancia de sales con cloro, que es el material que en la Tierra usamos para matar microbios¡±, explica el investigador.
China, el tercer pasajero marciano, nunca antes ha conseguido viajar hasta all¨ª. El progreso espacial del pa¨ªs comunista ha sido apabullante y ha demostrado su capacidad de conseguir cosas que nunca antes se hab¨ªan logrado, como posar un rover?en la cara oculta de la Luna. Su misi¨®n a Marte Huoxing-1 incluye un m¨®dulo orbital, otro de aterrizaje y un peque?o rover cuya principal baza es un potente radar capaz de penetrar en el subsuelo marciano para desvelar su composici¨®n y que, en la Luna, permiti¨® descubrir un antiguo oc¨¦ano de lava. ¡°Si se tratase de cualquier otro pa¨ªs pensar¨ªa que no ser¨¢n capaces, pero de China me creo cualquier cosa. Solo hay que pensar que en 2019, por segundo a?o consecutivo, son el pa¨ªs que m¨¢s lanzamientos espaciales ha realizado en todo el mundo¡±, destaca Pla-Garc¨ªa.
En la mente de los tres pa¨ªses est¨¢ la idea de traer a la Tierra un pedacito de Marte. El rover estadounidense lleva un instrumento que podr¨¢ encapsular las muestras m¨¢s interesantes y preservarlas para que una futura misi¨®n a¨²n por detallar pueda recogerlas y traerlas de vuelta a la Tierra. Tanto EE UU como China quieren intentarlo antes de que termine la d¨¦cada y Europa y EE UU ya colaboran en una misi¨®n de este tipo que se lanzar¨ªa en 2026, explica Ken Farley. Todos son conscientes de que en esas muestras pueden viajar los primeros marcianos conocidos.
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