Hartmut Rosa: ¡°Todo va tan r¨¢pido que perdemos el contacto con la vida¡±
El pensador alem¨¢n, conocido por su estudio de los conceptos de ¡°aceleraci¨®n¡± y ¡°resonancia¡±, dice que el capitalismo no es el ¨²nico culpable de nuestro atropellado modo de vida
Si ya son raros los pensadores que hayan dejado un concepto perdurable, m¨¢s raro a¨²n son los que hayan dejado dos y adem¨¢s en una carrera relativamente breve todav¨ªa. Hartmut Rosa (L?rrach, Alemania, 1965) pertenece a este grupo exclusivo. Rosa es el fil¨®sofo de la ¡°aceleraci¨®n¡± y de la ¡°resonancia¡±. Acaba de publicar en castellano Remedio a la aceleraci¨®n (Ned Ediciones), una s¨ªntesis breve y divulgativa de su pensamiento, y su ¨²ltima gran obra, Resonancia. Una sociolog¨ªa de la relaci¨®n con el mundo (Katz Editores). De paso por Par¨ªs, en el Caf¨¦ de Flore, templo oficioso de la intelectualidad donde a mediados del siglo XX oficiaron Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, Rosa convers¨® sobre este mundo cada vez m¨¢s veloz y sobre las posibilidades para escapar de esta rueda imparable.
PREGUNTA.??Vivimos demasiado r¨¢pido, demasiado acelerados?
RESPUESTA.?Lo que hoy dicta nuestro modo de vida, en muchos aspectos, son los calendarios, las agendas. Preguntas a alguien: ¡®?C¨®mo est¨¢s?¡¯. Y responde: ¡®Bien, pero tengo prisa, no tengo tiempo¡¯. Pensamos que es culpa nuestra porque vivimos demasiado r¨¢pido, pero es un problema universal. Por lo menos para las clases medias. No digo que la velocidad sea mala siempre. Est¨¢ bien tener una conexi¨®n de Internet r¨¢pida, o un tren r¨¢pido, o un coche de bomberos r¨¢pido. O incluso si te subes a una monta?a rusa: lo disfrutamos. Pero las cosas van tan r¨¢pido que perdemos el contacto con la vida o con los lugares en los que nos encontramos.
P.?? Es culpa del capitalismo?
¡°La alienaci¨®n es no poder conectar con los lugares y las personas por ir corriendo a toda partes¡±
R.?El capitalismo es una de las principales fuerzas que impulsan esta l¨®gica. El capital se invierte solo cuando hay una perspectiva de crear m¨¢s capital. La circulaci¨®n del capital se acelera sin cesar y requiere innovaci¨®n y crecimiento constante. Pero, al contrario que algunos de mis amigos de izquierdas, no sostengo que el capitalismo sea la ¨²nica fuente de la velocidad.
P.??Qu¨¦ otras fuentes?
R.?Mi idea es que la l¨®gica de las instituciones modernas depende de lo que llamo la estabilizaci¨®n din¨¢mica.
P.??Estabilizaci¨®n din¨¢mica?
R.?La modernidad supone un cambio desde un modelo m¨¢s est¨¢tico a otro de estabilizaci¨®n din¨¢mica. Y esto significa que solo podemos mantener nuestros marcos institucionales a trav¨¦s de un aumento permanente. Las actividades econ¨®micas solo se emprenden si hay una perspectiva de crecimiento. Pero en las ciencias encontramos la misma l¨®gica: se empujan cada vez m¨¢s all¨¢ los l¨ªmites de lo que conocemos. Y lo mismo en el arte: Arist¨®teles dijo que era la imitaci¨®n de la naturaleza, pero en la modernidad el arte ya no imita a la naturaleza, sino que se trata de ir m¨¢s all¨¢, de ser innovador y original. Incluso la pol¨ªtica: el Gobierno ya no es un rey que manda con una continuidad din¨¢stica, sino que hay elecciones y cada cuatro a?os debes ser reelegido, y solo consigues ser elegido en la l¨®gica de la competici¨®n. Y las ganas prometiendo un incremento: m¨¢s empleo, mayor salario, mejores apartamentos.
¡°Hay gente con dinero, un gran trabajo, amigos en Facebook y opciones de viajar que son infelices¡±
P.??Hay que frenar?
R.?Es como una bicicleta: si vas r¨¢pido, te estabilizas, pero si frenas, te caes. En la econom¨ªa, si no crecemos ¡ªsi no se acelera la producci¨®n, el consumo y la circulaci¨®n¡ª, aumenta el desempleo y cierran empresas. Pero el problema no es solo econ¨®mico. Tampoco podemos mantener el sistema sanitario, ni el sistema de pensiones, ni el Estado del bienestar, ni la ciencia y las artes. Todo depende de un crecimiento permanente. O crecemos, aceleramos e innovamos, o la sociedad se derrumba.
P.??Cu¨¢l es la soluci¨®n?
R.?Toda nuestra cultura depende de la idea seg¨²n la cual aumentar el horizonte de lo que podemos alcanzar y a lo que podemos acceder nos dar¨¢ una vida mejor. Pero considero que lograr que el mundo sea m¨¢s accesible y alcanzable, m¨¢s disponible, no conduce a la buena vida. Hay gente con dinero, un gran trabajo, amigos en Facebook y posibilidades de viajar que es infeliz. Gran parte de la frustraci¨®n pol¨ªtica que vemos no se debe a problemas econ¨®micos, sino a que no se obtiene de la vida lo que esta promet¨ªa. La alienaci¨®n consiste en no poder apropiarnos ni conectar con los lugares y las personas, que es lo que ocurre cuando vamos corriendo de un lugar a otro. Por eso di con el concepto de resonancia: como una soluci¨®n a la velocidad.
P.??Qu¨¦ es la resonancia?
R.?La velocidad no es mala siempre. Solo cuando lleva a la alienaci¨®n, que es la p¨¦rdida de contacto: cuando sientes que est¨¢s en un lugar, pero que has perdido conexi¨®n, y el mundo est¨¢ muerto y sordo, y t¨² tambi¨¦n muerto y sordo en ¨¦l. Lo contrario de la alienaci¨®n es la cuerda vibrante: cuando en un lugar o una conversaci¨®n sientes que esta te habla, que te toca, que significa algo, y te sientes capaz de darle respuesta. Entonces empiezas a sentirte vivo. Es casi una sensaci¨®n f¨ªsica, una energ¨ªa din¨¢mica que va y vuelve entre yo y el mundo.
P.??C¨®mo sabemos que se est¨¢ produciendo la resonancia?
R.?Puedes analizar si una relaci¨®n es resonante si se dan cuatro elementos. Primero, que el sujeto se sienta tocado, conmovido por otro. Lo llamo afecto. El segundo lo llamo emoci¨®n: e-movere en lat¨ªn, moverse hacia fuera. Me abro a los sonidos, a las ideas, a las personas, a los lugares. El tercer elemento es la transformaci¨®n: con esta conexi¨®n cambio yo y cambia aquello con lo que estoy en contacto. Y el cuarto es la indisponibilidad: no se puede garantizar la resonancia, a veces ocurre y a veces no, y no sabemos cu¨¢l ser¨¢ el resultado ni cu¨¢nto durar¨¢.
P.??La resonancia es puramente emocional?
R.?No. No es algo que est¨¦ en m¨ª, sino entre nosotros. No es un estado emocional, sino una forma de relaci¨®n. La tristeza, por ejemplo, se considera algo negativo. Pero ves una pel¨ªcula y puedes decir: ¡°Era maravillosa, no par¨¦ de llorar¡±. Si es triste, ?por qu¨¦ te gusta? Por la resonancia.
P.??Es un concepto pol¨ªtico?
R.?La pol¨ªtica neoliberal ha creado un ambiente institucional con escasez de tiempo, con ansiedades existenciales y en competici¨®n. La l¨®gica de la aceleraci¨®n, del crecimiento, de la innovaci¨®n, de la optimizaci¨®n del mundo en que vivimos es incompatible con la de la resonancia. Cuando tienes prisa porque llegas tarde al aeropuerto, no puedes entrar en resonancia con nadie ni nada. O si est¨¢s en un contexto competitivo, en el que gano yo o ganas t¨², tampoco podemos entrar en resonancia. La resonancia solo es posible con confianza y tiempo, y sin miedo.
P.?Los fan¨¢ticos resuenan, las multitudes aclamando a un l¨ªder o el nacionalsocialismo en los a?os treinta. ?Hay una resonancia destructiva?
R.?Le he dado muchas vueltas a esta cuesti¨®n. Dir¨ªa que el fanatismo, aunque est¨¦ motivado por la b¨²squeda de la resonancia, implica la p¨¦rdida de la resonancia: el fan¨¢tico no escucha a nada ni a nadie, solo sigue una idea, mientras que la resonancia consiste en escuchar y responder. En el nacionalsocialismo solo hab¨ªa una voz, la del l¨ªder, y el resto era silenciado. No es resonancia, sino c¨¢mara de eco.
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