La flor m¨¢s grande del mundo huele a cad¨¢ver

"Buenos d¨ªas con flores".?Manuel Peinado, catedr¨¢tico de la Universidad de Alcal¨¢ y doctor en Biol¨®gicas en la Universidad Complutense de Madrid, env¨ªa cada ma?ana una flor distinta en un grupo de WhatsApp desde hace dos a?os sin haberse repetido nunca. "Quiero que la gente se despierte con una bonita noticia. Es una manera de alegrar el d¨ªa", cuenta. El martes 7 de enero fue el turno de la Rafflesia tuan-mudae, la flor m¨¢s grande del mundo que se ha etiquetado hasta ahora. La flor que despierta la curiosidad de sus amigos tiene un di¨¢metro de 111 cent¨ªmetros y naci¨® la primera semana de 2020 en el ¨¢rea de conservaci¨®n de la naturaleza de Maninjau en la isla Sumatra de Indonesia. La planta desprende durante su floraci¨®n un olor repugnante de carne podrida, parecido al de un cad¨¢ver, para atraer las moscas carro?eras que la polinizar¨¢n.

Es una l¨ªnea evolutiva impresionante con un desv¨ªo brutal y creo, adem¨¢s, que es uno de los ejemplos de gigantismo m¨¢s extremos en el reino vegetal

Esta flor par¨¢sita, que se parece a un champi?¨®n gigante, tiene una vida de unos cuatro a cinco d¨ªas antes de marchitarse. Tiene cinco p¨¦talos rojizos, ninguna hoja, pesa m¨¢s de 10 kilogramos y es cuatro cent¨ªmetros m¨¢s grande que la que se encontr¨® en la misma planta hospedadora en 2017.?Aina S. Erice, autora de El Libro de las plantas olvidadas (Ariel, Grupo Planeta, 2019)?y bi¨®loga especializada en el reino vegetal, explica que esta talla descomunal se debe a la salud de la planta de la que se aprovecha, que suele ser del g¨¦nero Tetrastigma, una especie que crece solo en bosques del sureste asi¨¢tico. La planta no produce clorofila y roba los recursos de la otra planta, mediante una transferencia de su material gen¨¦tico, para desarrollarse. ¡°Formar una flor de este tama?o es muy costoso. Desconozco si existe un l¨ªmite, pero s¨¦ que en un momento cambiar¨ªa demasiado la existencia de la planta y ya no ser¨¢ viable¡±, comenta.

La cient¨ªfica precisa que estos ¨®rganos solitarios se forman en ambientes ¡°extremadamente diversos¡±, en ecosistemas de selvas todav¨ªa inexplorados en comparaci¨®n con las zonas del Mediterr¨¢neo. Otra de las curiosidades que cuenta Erice es que descienden de la familia de las flores de Pascua, que son peque?as y rojas. ¡°Es una l¨ªnea evolutiva impresionante con un desv¨ªo brutal y creo, adem¨¢s, que es uno de los ejemplos de gigantismo m¨¢s extremos en el reino vegetal¡±, confiesa.

La historia del descubrimiento

Las 39 flores de la especie Rafflesia tienen una historia que se remonta a los siglos XVIII y XIX y se divide en dos caminos que hicieron avanzar la ciencia en paralelo: el viaje de Louis Auguste Deschamps, un bot¨¢nico franc¨¦s miembro de una expedici¨®n cient¨ªfica a Asia y el Pac¨ªfico en 1797 y el descubrimiento de los brit¨¢nicos Joseph Arnold y sir Stamford Raffles, en 1818.

Sin embargo, en una ¨¦poca de guerras y conquistas, las muestras del curioso esp¨¦cimen recuperadas por los franceses fueron confiscadas por los brit¨¢nicos, seg¨²n cuenta Peinado en su blog Sobre esto y aquello. Fue en 1954 cuando el Museo de Historia Natural de Londres dio a conocer toda la informaci¨®n que se hab¨ªa quedado en la sombra. El curioso esp¨¦cimen era una Rafflesia Patma. Pero su prima, la Rafflesia Arnoldi, pese a haber sido encontrada m¨¢s tarde, fue reconocida y descrita oficialmente en 1821 por Robert Brown, un bot¨¢nico escoc¨¦s formado en la Universidad de Edimburgo.