El negocio en la sombra del discurso del miedo
La UE apuesta por incrementar 207% del presupuesto en control fronterizo sin visibilizar la protecci¨®n de los derechos humanos y abriendo puertas a la industria armament¨ªstica
Cada ma?ana la radio nos bombardea con anuncios de alarmas que fomentan el miedo al ladr¨®n, al inquilino y al okupa. Su lenguaje refleja curiosamente el discurso oficial y los mensajes de ciertos partidos pol¨ªticos. La sospecha se inocula a la sociedad y tragamos a cucharadas el jarabe del miedo. En cada consejo europeo se va consolidando una f¨¦rrea conexi¨®n entre migraci¨®n y seguridad, a la que se a?aden la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado o las nuevas amenazas emergentes e h¨ªbridas. En todos estos ¨¢mbitos, la industria armament¨ªstica y de seguridad va tejiendo su densa red de intereses privados que penetran cuando no condicionan, los mecanismos de decisi¨®n y financiaci¨®n de la Uni¨®n Europea. Hoy en d¨ªa, la frontera es un concepto polis¨¦mico y omnipresente, que supera el estatismo de los muros, se mueve, es digital, se externaliza, se adapta incluso a los individuos que excluye.
Esta obsesi¨®n por el blindaje fronterizo aparece en el marco presupuestario 2021-2027, dirigido a ¡°reforzar el papel de la Uni¨®n como proveedora de seguridad y defensa¡±. Se destinar¨¢n, entre otros, 30.829 millones de euros a migraci¨®n y control de fronteras (2,7% del presupuesto total, 207% m¨¢s respecto al periodo anterior), 24.322 millones a seguridad y defensa (2,1% del total) y buena parte de los 100.000 millones para innovaci¨®n y econom¨ªa digital. El exvicepresidente de la Comisi¨®n Europea Jyrki Katainen lo present¨® como ¡°la primera vez en la historia de la UE, en que una parte del presupuesto de la UE se consagra a invertir de forma colectiva para desarrollar nuevas tecnolog¨ªas y equipos para proteger a nuestra poblaci¨®n¡±. Se refer¨ªa al nuevo Fondo Europeo de Defensa, que potenciar¨¢ inversiones transfronterizas en tecnolog¨ªa y equipos incluido software de encriptaci¨®n y tecnolog¨ªa de drones.
A pesar del m¨ªnimo hist¨®rico de llegadas desde 2013 y de las expectativas frustradas de los xen¨®fobos en las elecciones europeas de 2019, el discurso antimigratorio se ha instalado en las instituciones. La Comisi¨®n Von der Leyen cre¨® una vicepresidencia para 'Promover (antes Proteger) nuestro Estilo de Vida Europeo' en las que mezcla Migraci¨®n y Seguridad. Cualquier otra concepci¨®n de la migraci¨®n que no sea la irregular, queda invisibilizada.
Una firme agenda externalizadora aleja el control de nuestras fronteras exteriores a pa¨ªses de origen y tr¨¢nsito migratorio, protejan o no los derechos humanos. Este proceso se consolida mediante acuerdos de retorno, las misiones exteriores de la UE y de la Pol¨ªtica Com¨²n de Seguridad y Defensa (en Libia, Mal¨ª o N¨ªger) o el creciente papel de Frontex m¨¢s all¨¢ de la vecindad europea. La subcontrataci¨®n del control migratorio sigue procesos cada vez m¨¢s informales que desaf¨ªan el Estado de derecho al quedar fuera del control del Europarlamento o de la jurisdicci¨®n del Tribunal de Justicia europeo como la Declaraci¨®n UE-Turqu¨ªa de 2016.
La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) naci¨® como una herramienta institucional de apoyo t¨¦cnico y especializado a los estados miembros, que aligeraba el trabajo de las instituciones y les permit¨ªa concentrarse en legislar y gobernar. Tras la revisi¨®n de su mandato en 2019, Frontex no solo ha multiplicado su presupuesto (420.6 millones de euros en 2020, un 34,6% m¨¢s respecto a 2019), sino que pasa de ser un intermediario a un actor que adquiere su propio equipamiento, coordina operaciones conjuntas, ejecuta retornos, firma acuerdos con pa¨ªses terceros o recluta un cuerpo de 10.000 guardias fronterizos armados. Frontex suele ser criticada por su supuesta falta de transparencia y escasa atenci¨®n a los derechos humanos, pero se habla poco de sus relaciones con la industria. Su lenguaje securitario parece tan solo dirigido a proteger a la ciudadan¨ªa europea, mientras que la protecci¨®n de los derechos humanos de los migrantes est¨¢ pr¨¢cticamente ausente en su comunicaci¨®n institucional.
Frontex ser¨ªa el palad¨ªn que nos asegura a escala continental el blindaje de nuestras puertas y ventanas contra robos e intrusos. Nuestro hogar ser¨ªa un id¨ªlico espacio Schengen donde ¡®Nuestro Modo de Vida Europeo¡¯ queda protegido de migrantes, delincuentes y maleantes. Seg¨²n el bar¨®metro de noviembre 2019 del Centro de Investigaciones Sociol¨®giacs (CIS), los problemas m¨¢s importantes que afronta Espa?a son el paro (60,3%), los pol¨ªticos (45,5%), los problemas de ¨ªndole econ¨®mica (30,4%), la independencia de Catalu?a (19%), la corrupci¨®n y el fraude (18,4%) y cinco puestos m¨¢s abajo, en d¨¦cimo lugar, la inmigraci¨®n (11,3%). ?La inmigraci¨®n alarma realmente a los espa?oles?
El miedo se contagia y la sociedad asustada agradece la protecci¨®n frente al ladr¨®n, el intruso o el migrante. ?tienne de La Bo¨¦tie escribi¨® en 1576 su Discurso de la servidumbre voluntaria defendiendo lo que hoy llamar¨ªamos desobediencia civil, al cuestionar la obediencia al tirano y se?alar que el hombre obedece por ¡°costumbre¡±. Hoy ese tirano es el miedo que invade nuestras sociedades y parece que seguiremos d¨®cilmente sus consignas.
Ana Gonz¨¢lez-P¨¢ramo es investigadora senior de la Fundaci¨®n porCausa de Investigaci¨®n, Periodismo y Migraciones.
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