Hallada una ¡°poblaci¨®n fantasma¡± en los or¨ªgenes de nuestra especie
Cad¨¢veres de ni?os enterrados hace 8.000 a?os en ?frica aclaran el ¨¢rbol evolutivo del 'Homo sapiens' y la expansi¨®n de las lenguas en el continente
En un viaje por ?frica durante el cual ascend¨ª con mi hermano al Kilimanjaro (que es, con sus 5.895 metros, la monta?a m¨¢s alta del continente), contratamos en Nanyuki un gu¨ªa local que nos llevara al Parque Nacional del Monte Kenia. Al d¨ªa siguiente, mientras lo esperaba con las mochilas en la esquina convenida, vi a nuestro hombre bajar del jeep y ponerse a hablar con un tipo rubio y de ojos azules, con pinta de sueco, que estaba unos metros m¨¢s all¨¢; cuando descubri¨® que se hab¨ªa confundido de persona, me confes¨® que ¨¦l "ve¨ªa a todos los blancos iguales". Para entonces hab¨ªa descubierto que a m¨ª me pasaba lo mismo con los africanos; de forma que me parec¨ªa asombrosa, nuestro conductor pod¨ªa distinguir a simple vista si una persona era kikuyu, kamba o luo, y no digamos somal¨ª.
Al contrario que en Europa, la diversidad externa de los africanos se corresponde con una enorme diversidad gen¨¦tica. Si tomamos un europeo y comparamos su genoma, por ejemplo, con el de un aborigen de Nueva Guinea, ¨¦stos son m¨¢s parecidos entre s¨ª que cualquiera de ellos con un africano. Esto es debido a que los habitantes del resto de continentes derivamos de uno o varios grupos de humanos modernos que salieron de ?frica hace menos de 100.000 a?os; pero obviamente no representaban toda la diversidad existente en ese continente en aquel momento. Es por este motivo que los linajes m¨¢s antiguos de marcadores gen¨¦ticos, como el ADN mitocondrial ¡ªque se transmite por l¨ªnea materna¡ª o el cromosoma Y ¡ªque se transmite de padres a hijos¡ª se hallan siempre en ?frica. Hace tan s¨®lo seis a?os se descubri¨® el "Ad¨¢n" gen¨¦tico que vivi¨® hace cientos de miles de a?os en el oeste de ?frica, aunque la primera pista de su existencia lleg¨® desde Am¨¦rica.
Hay compa?¨ªas privadas que proporcionan un test de ancestralidad a sus clientes; en el caso del cromosoma Y, analizan una bater¨ªa de posiciones cromos¨®micas que definen los principales linajes actuales como si fueran las ramas de un ¨¢rbol que se hubieran diversificado a partir de un tronco ancestral. En 2013, genotiparon a un cliente afroamericano y se encontraron con la sorpresa que mostraba las mutaciones ancestrales para toda la bater¨ªa. Es decir, ten¨ªa un linaje del cromosoma Y que era anterior a todos los descritos hasta el momento y que se ha denominado A00. El estudio subsiguiente de esta persona demostr¨® que su linaje del cromosoma Y ten¨ªa una antig¨¹edad de unos 250.000 a 300.000 a?os. Su genealog¨ªa familiar se remontaba hasta un esclavo de Carolina del Sur llamado Albert Perry (de ah¨ª que a veces se le conoce como "cromosoma Perry"). Pero al cabo de pocos a?os, se descubri¨® que existe tambi¨¦n en algunas poblaciones del oeste de ?frica, aunque solo en Camer¨²n se halla en frecuencias apreciables.
Esta zona de ?frica es m¨¢s interesante de lo que se cre¨ªa. Por una parte, la zona de Camer¨²n parece ser el origen de la denominada expansi¨®n de los pueblos de habla bant¨². Se trata de una serie de grandes migraciones que tuvieron lugar hace entre 3.000 y 2.000 a?os y que pueden trazarse por la diversificaci¨®n de lenguajes con una ra¨ªz com¨²n y por la expansi¨®n de la ancestralidad de estos emigrantes por todo el este y el sur del continente. La expansi¨®n de los pueblos de habla bant¨² est¨¢ relacionada con el desarrollo de la agricultura y el uso del hierro y representa un paso hacia la uniformizaci¨®n gen¨¦tica del continente similar al que tuvo lugar en Europa con la agricultura en el neol¨ªtico.
Pero ?frica conserva poblaciones muy diversas entre s¨ª, y no hace mucho todav¨ªa deb¨ªan de serlo m¨¢s. En Nigeria, por ejemplo, se encontr¨® hace d¨¦cadas un cr¨¢neo muy primitivo ¡ªllamado Iwo Eleru¡ª que ha resultado tener tan s¨®lo 13.000 a?os.
En el trabajo que publicamos hoy en Nature hemos analizado el genoma de cuatro esqueletos procedentes de la cueva de Shum Laka, en Camer¨²n, dos de ellos datados en hace 8.000 a?os y los otros dos en hace 3.000. A pesar de su localizaci¨®n cercana al origen de la migraci¨®n bant¨², no tienen relaci¨®n con ellos; son algo distinto. Uno de ellos presenta un cromosoma paterno A00, o Perry, y es la primera vez que se encuentra en una muestra antigua. Lo que es m¨¢s interesante de estos individuos es que presentan en parte una ancestralidad que no existe en la actualidad, y que hace tres a?os se hab¨ªa detectado tambi¨¦n en el genoma actual de los Mende de Sierra Leona. Cuando se hallan se?ales gen¨¦ticas de una poblaci¨®n distinta de las actuales pero ning¨²n individuo perteneciente a ¨¦sta se denomina poblaci¨®n "fantasma".
Con el an¨¢lisis conjunto de poblaciones actuales y restos antiguos, se ha podido modelar la diversidad africana de hace unos 100.000 a?os en cuatro grandes grupos: los cazadores recolectores de Sud¨¢frica ¡ªlos conocidos como san, antes mal llamados bosquimanos¡ª, los africanos del este con los derivados de su salida de ?frica ¡ªes decir, nosotros¡ª, los cazadores-recolectores de las selvas ecuatoriales ¡ªllamados pigmeos¡ª y una poblaci¨®n "fantasma" que deb¨ªa de estar situada hacia el oeste del continente y que ha dejado rastros en algunas poblaciones actuales de la regi¨®n y en Shum Laka. Quiz¨¢s el cr¨¢neo de Iwo Eleru era uno de sus representantes. Estas cuatro ancestralidades han interaccionado y se han mezclado en proporciones distintas.
Lo que resulta evidente es que todav¨ªa queda mucho por conocer de la historia de ?frica, tanto a nivel gen¨¦tico como arqueol¨®gico y paleontol¨®gico. Hace unos meses, el mayor estudio de ADN mitocondrial de poblaciones khois¨¢n, pueblos africanos con un estilo de vida n¨®mada basado en la caza y la recolecci¨®n, sugiri¨® que nuestra especie ¡ªHomo sapiens¡ª se origin¨® en un id¨ªlico humedal situado al norte de Botsuana hace unos 200.000 a?os. Era una afirmaci¨®n demasiado sencilla como para ser totalmente cierta. Nuestro trabajo, basado en ADN nuclear, que aporta mucha m¨¢s informaci¨®n de ambas ramas, la materna y la paterna, dibuja una imagen mucho m¨¢s compleja con una humanidad que tuvo al menos cuatro poblaciones originales, incluida la ¡°fantasma¡±. La realidad es siempre mucho m¨¢s complicada e interesante.
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