Querido Bebo
Eras la encarnaci¨®n de la elegancia, en la vida, y en la m¨²sica. Cada nota que dabas lo era. Es algo que pertenece al misterio, es un don, un milagro
QUERIDO BEBO, YA s¨¦ que no vas a leer esta carta, aunque no creo que te moleste que la escriba, pues m¨¢s de una vez comentamos nuestra costumbre de hablar con nuestros muertos.
B¨¢sicamente quer¨ªa decirte que te echo mucho de menos, nuestras charlas, nuestros paseos, comidas y cenas, tus historias, tu risa¡
Recuerdo tantos momentos, la primera vez que llegu¨¦ a tu casa, resbalando por los hielos en la noche sueca¡ Fue un flechazo instant¨¢neo. Yo te pregunt¨¦ por todos esos a?os en Suecia, tocando en el lobby de un hotel m¨²sica ambiental que no molestase a los hombres de negocios que lo frecuentaban, quer¨ªa saber si no echabas de menos La Habana, tus orquestas¡ Y t¨² me respondiste que ese trabajo te hab¨ªa permitido alimentar a tu familia. Y lo agradecido que estabas por ello.
No te gustaba hablar de pol¨ªtica, pero los periodistas siempre te preguntaban si no pensabas volver a Cuba mientras estuviese Fidel Castro en el poder. Con la limpieza que te caracterizaba, t¨² respond¨ªas que volver¨ªas encantado a Cuba, incluso con Fidel en el poder, siempre que lo hubiesen votado todos los cubanos¡ Y dec¨ªas que t¨² s¨®lo reconoc¨ªas la Constituci¨®n cubana de 1901 y recitabas: ¡°Todos los cubanos son iguales ante la ley. La Rep¨²blica no reconoce fueros, ni privilegios personales¡¡±.
Eras la encarnaci¨®n de la elegancia, en la vida, y en la m¨²sica. Cada nota que dabas lo era. Demostrando que eso es algo que no se adquiere ni con dinero, ni por clase, ni siquiera con educaci¨®n¡ Sino que es algo que pertenece al misterio, es un don, un milagro.
Y siempre nos repet¨ªas que cuando murieras no te llor¨¢semos, sino que bebi¨¦ramos a tu salud y lo celebr¨¢ramos entre amigos.
Nunca olvidar¨¦ tu expresi¨®n de absoluta felicidad dirigiendo tu Suite cubana en Nueva York al frente de un all-stars del jazz latino¡ No te olvidar¨¦ engullendo el s¨¢ndwich de pastrami del Carnegie Deli o los callos de Casa Paco¡ Ni la noche del estreno de Chico y Rita, el cine Callao en Madrid lleno hasta la bandera y en pie aplaudi¨¦ndote cuando llegaste, en el que fue tu ¨²ltimo aplauso. La ¨²ltima imagen que tengo de ti y que parece salida de una pel¨ªcula de Dreyer eres t¨² despidi¨¦ndote de Rosemary en la capilla del cementerio de Benalm¨¢dena. Y la ¨²ltima vez que hablamos, por tel¨¦fono, unos d¨ªas antes de tu muerte, ya enfermo en un hospital de Estocolmo, y me dijiste que buscara alg¨²n trabajo para hacer y te ven¨ªas a Madrid¡
Cuando terminamos Chico y Rita quer¨ªa que fueras el primero en verla. Al acabar la proyecci¨®n una ma?ana en un cine de M¨¢laga, ten¨ªas l¨¢grimas en los ojos y me abrazaste y me diste las gracias. Cosa que no entend¨ª y te lo dije, que las gracias te las d¨¢bamos los dem¨¢s a ti, y entonces explicaste de forma muy simple por qu¨¦ me las dabas. ¡°Cuando yo ya no est¨¦, y la gente vea esta pel¨ªcula, escuchar¨¢n mi m¨²sica¡±. Entend¨ª que eso era lo m¨¢s importante para un m¨²sico.
As¨ª que es una responsabilidad y un placer cumplir tu deseo y que tu m¨²sica siga sonando siempre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.