¡°No hemos sabido comunicar que el cambio clim¨¢tico perjudica la salud¡±
La cient¨ªfica exige una regulaci¨®n estricta contra los contaminantes ambientales
Durante m¨¢s de 40 a?os, la toxic¨®loga Linda Birnbaum (Passaic, EE UU, 1946) ha capitaneado la investigaci¨®n estadounidense sobre riesgos ambientales para la salud. Desde 2009 fue la directora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (Niehs) y del Programa Nacional de Toxicolog¨ªa (NTP) de Estados Unidos. Pocas personas han desarrollado una visi¨®n m¨¢s completa del problema de salud p¨²blica que supone vivir en una ¡°sopa¡± de contaminantes y riesgos ambientales.
Tras su jubilaci¨®n en octubre de 2019, Birnbaum no ha tenido reparos en denunciar los descalabros que sufre la ciencia estadounidense bajo el Gobierno de Donald Trump. ¡°Intentaron despedirme hace dos a?os, porque tuve la osad¨ªa de escribir (en un editorial de la revista PLOSBiology) que se debe utilizar la ciencia para tomar decisiones pol¨ªticas¡±, cuenta a EL PA?S en esta entrevista. ¡°Me acusaron de activismo, algo que no puedes hacer si eres un empleado del Estado. Yo no lo ve¨ªa como activismo y mi representante legal tampoco¡±, a?ade. Birnbaum ¡ªque ahora reparte su tiempo entre la asesor¨ªa cient¨ªfica, la investigaci¨®n y la tutor¨ªa¡ª ha visitado Barcelona para compartir su conocimiento en una reuni¨®n del consorcio HERA, donde participa el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Caixa.
Pregunta. ?Los contaminantes ambientales provoca que suframos m¨¢s enfermedades, como el c¨¢ncer de mama, la obesidad o la infertilidad?
Respuesta. Lo voy a poner as¨ª: es una realidad constatada que ha habido un aumento dr¨¢stico en ciertas enfermedades que no se puede atribuir solo a la gen¨¦tica. Los genes no cambian tan r¨¢pido.
P. ?Pero podr¨ªa deberse a cambios en nuestro estilo de vida?
La gente m¨¢s desfavorecida o con problemas socioecon¨®micos tiene un mayor riesgo de enfermedad por contaminantes ambientales
R. Para m¨ª eso entra en la categor¨ªa de factores de riesgo ambientales. Pero si hablamos de contaminantes qu¨ªmicos, para calcular su riesgo hay que tener en cuenta que ocurren interacciones. Ning¨²n problema de salud se debe solo a la gen¨¦tica o solo a el entorno, siempre es una combinaci¨®n de los dos. Sabemos, por ejemplo, que la gente m¨¢s desfavorecida o con problemas socioecon¨®micos tiene un mayor riesgo de enfermedad por contaminantes ambientales. Y cuando no es una interacci¨®n de ese tipo, puede ser una interacci¨®n con los genes. Por ejemplo, mucha gente no sabe que solo entre el 11% y el 16% de los fumadores desarrollan c¨¢ncer de pulm¨®n; eso no significa que fumar no cause c¨¢ncer, sino que hay gente m¨¢s susceptible.
P. Si los efectos de los contaminantes siempre se multiplican con otros factores de riesgo en la vida real, ?c¨®mo se puede demostrar emp¨ªricamente que una sustancia es da?ina?
R. No hace falta conocer el mecanismo de acci¨®n de un contaminante para saber que es un problema. Por ejemplo, realmente no sabemos c¨®mo la intoxicaci¨®n de plomo afecta al desarrollo del cerebro. No lo sabemos. Pero creo que todo el mundo reconoce que exponer a ni?os a contaminaci¨®n de plomo es malo, ?no? No ser¨ªa ¨¦tico realizar un ensayo controlado en el que exponemos a gente a un producto que sospechamos que es da?ino, pero tenemos evidencias de los estudios observacionales ¡ªque constatan efectos similares en diferentes poblaciones¡ª y de los ensayos con animales. Uniendo evidencias de muchas v¨ªas de investigaci¨®n diferentes, se afianza la plausibilidad biol¨®gica de nuestra interpretaci¨®n.
P. ?Hay motivo para preocuparse por los disruptores endocrinos, las sustancias que alteran nuestra regulaci¨®n hormonal?
Una exposici¨®n baja a un disruptor endocrino ya tiene impacto en nuestro organismo, especialmente durante etapas de desarrollo
R. S¨ª. Estamos expuestos a disruptores endocrinos en productos de cuidado personal, en pesticidas y herbicidas¡ hay muchas sustancias que alteran la acci¨®n de las hormonas en nuestro cuerpo y es un problema global. Nuestro sistema endocrino responde a dosis muy, muy, muy peque?as, incre¨ªblemente peque?as, de manera que una exposici¨®n baja a un disruptor endocrino ya tiene impacto en nuestro organismo, especialmente durante etapas de desarrollo. Un ejemplo cl¨¢sico es el declive tremendo en la cuenta de esperma de los hombres.
P. Si se sabe que son da?inos, ?por qu¨¦ no est¨¢n prohibidos? ?Falta evidencia cient¨ªfica o falta voluntad pol¨ªtica?
R. Algunos compuestos qu¨ªmicos s¨ª se han eliminado, pero solo parcialmente; yo creo que deber¨ªamos considerar todo el problema con m¨¢s perspectiva. Por ejemplo, el BPA (bisfenol A) parece ser un disruptor endocrino potente que afecta a varias hormonas. ?Y qu¨¦ hemos hecho? Lo hemos quitado de los biberones y lo hemos quitado de las botellas reutilizables, vale. ?Pero con qu¨¦ lo hemos sustituido? Con compuestos como el BPS, el BPF o BPAF¡ hay una serie entera de compuestos parecidos en los que solo cambia un ¨¢tomo de la mol¨¦cula. ?Qu¨¦ nos hace pensar que su acci¨®n biol¨®gica es distinta? Pues ya est¨¢n empezando a llegar las respuestas: no es distinta. Hemos pasado de un compuesto que sabemos que es malo a otros desconocidos.
P. Habr¨ªa que replantear todo el modelo de producci¨®n.
Muere m¨¢s gente cada a?o por poluci¨®n del aire que por malaria, tuberculosis y sida, en total
R. S¨ª, yo creo que hay que considerar todo el ciclo, dejar de pensar en c¨®mo paliar un problema y empezar a pensar en c¨®mo crear una nueva soluci¨®n. Por seguir con el ejemplo del BPA: tambi¨¦n se utiliza en la resina epoxi para sellar latas de conserva; pues tendremos que empezar a considerar otras t¨¦cnicas para preservar la comida. Es un reto porque hay mucho dinero invertido en las cosas tal y como est¨¢n. Si un producto genera mucho dinero para la empresa, van a intentar hacer un cambio m¨ªnimo [para evitar el contaminante conocido] sin que afecte a su modelo de producci¨®n.
P. ?Los fabricantes responden a la preocupaci¨®n de los consumidores por el uso de sustancias t¨®xicas?
R. S¨ª. No conozco el sistema europeo con suficiente detalle, pero en Estados Unidos las demandas del mercado marcan la diferencia. Ahora hay mucha preocupaci¨®n por los compuestos PFAS y PFOAS que se utilizan para fabricar productos antimanchas, impermeables y antiadherentes. Recientemente, fabricantes de alfombras y fabricantes de ropa de monta?a en EE UU han anunciado que los van a dejar de utilizar, porque los consumidores no quieren comprar objetos tratados con estas sustancias. El problema, al menos en EE UU, es que se puede empezar a utilizar una alternativa sin analizarla. Debo reconocer el m¨¦rito de Europa, porque aqu¨ª s¨ª que es obligatorio realizar algunas pruebas antes de sacar nuevos compuestos qu¨ªmicos al mercado.
P. Tambi¨¦n est¨¢ el problema de qu¨¦ hacer con lo que ya se ha contaminado.
R. Exacto. Los compuestos t¨®xicos PFAS est¨¢n en muchos envases de alimentos, en EE UU han contaminado nuestras fuentes de agua potable, los sistemas fluviales y el agua subterr¨¢nea, y no se pueden eliminar. Cada propietario podr¨ªa instalar en su casa un sistema de filtrado que costar¨ªa miles de d¨®lares y a¨²n as¨ª no sabr¨ªamos si se eliminar¨ªan todos los compuestos. Va a ser un problema limpiar esto. Lo primero es dejar de contaminar. Yo siempre apuesto por la prevenci¨®n: mejor prevenir un problema que tener que arreglarlo.
P. ?Considera que las iniciativas de salud p¨²blica no prestan suficiente atenci¨®n a la prevenci¨®n de riesgos ambientales?
Vivimos en una sopa, una sopa qu¨ªmica, y a veces es dif¨ªcil se?alar a un solo agente como la causa definitiva del problema
R. Muere m¨¢s gente cada a?o por poluci¨®n del aire que por malaria, tuberculosis y sida, en total. Con esto quiero decir que hay mucho m¨¢s impacto en la salud global por la contaminaci¨®n ambiental que por algunas enfermedades infecciosas. La diferencia es que yo no puedo mirarle a usted y decir: ¡®Si hubiese estado expuesto a un poco menos de plomo en la infancia, ahora tendr¨ªa dos puntos m¨¢s de cociente intelectual¡¯, ?sabe? No es como analizar la sangre de alguien con neumon¨ªa y descubrir que tiene un virus. Tampoco puedo decir: ¡®Su ataque de asma se debe a la mala calidad del aire de hoy¡¯, porque nos basamos en an¨¢lisis estad¨ªsticos de toda la poblaci¨®n. Vivimos en una sopa, una sopa qu¨ªmica, y a veces es dif¨ªcil se?alar a un solo agente como la causa definitiva del problema.
P. ?Se pueden atribuir riesgos ambientales nuevos al cambio clim¨¢tico?
R. S¨ª, se han documentado muchos efectos da?inos para la salud derivados directamente del cambio clim¨¢tico: da?os por eventos extremos y olas de calor, enfermedades respiratorias y cardiovasculares por contaminaci¨®n del aire con carbono negro y ozono, expansi¨®n geogr¨¢fica de vectores y pat¨®genos causantes de enfermedad ?¡ªcomo el mosquito de la malaria o la bacteria de la c¨®lera¡ª, empobrecimiento nutricional de los cultivos, cambios de estacionalidad en las alergias¡ Es un problema enorme, y creo que no hemos sabido comunicar que el cambio clim¨¢tico perjudica directamente la salud.
P. Una parte importante de su trabajo al mando del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (Niehs) ha sido el estudio de estos riesgos ambientales. ?Se vio comprometido este trabajo por la elecci¨®n de Donald Trump en 2016?
Hab¨ªa ciertas locuciones que no deb¨ªamos usar, como "basado en evidencias" o "anticoncepci¨®n"
R. Somos parte del Instituto Nacional de Salud (NIH), que es como el hijo favorito de los institutos de investigaci¨®n: es muy dif¨ªcil que alguien ¡ªincluso alguien como Donald Trump¡ª est¨¦ en contra de entender y curar enfermedades. Sin embargo, cada a?o desde que es presidente ha propuesto recortes tremendos al presupuesto. No han salido adelante, porque el Congreso ha mostrado oposici¨®n, pero ¨¦l los ha propuesto. Hab¨ªa ciertas locuciones que no deb¨ªamos usar, como ¡°basado en evidencias¡± o ¡°anticoncepci¨®n¡±. Tambi¨¦n se nos inst¨®, desde la Administraci¨®n, a dejar de hablar de ¡°cambio clim¨¢tico¡±. Tuvimos que modificar nuestros textos publicados: en vez de versar sobre los ¡°efectos del cambio clim¨¢tico en la salud¡±, pasaron a ser sobre los ¡°efectos del clima en la salud¡±. El contenido del texto, m¨¢s all¨¢ de la introducci¨®n, era parecido, pero deb¨ªamos tener cuidado porque el lenguaje empleado no pod¨ªa verse como una provocaci¨®n.
P. ?Los nuevos cambios impuestos por el Gobierno afectar¨¢n a las investigaciones venideras?
R. Pues, por ejemplo, la Administraci¨®n ha bloqueado la investigaci¨®n con tejido fetal. En muchos estados es legal el aborto, y hab¨ªamos logrado gran progreso cient¨ªfico estudiando tejidos donados por mujeres que deciden abortar. Eso ya no se puede hacer. Desde luego hay una preocupaci¨®n que todo el mundo siente ahora, de que su trabajo pueda ser atacado porque la Administraci¨®n no crea en ello. A pesar de la interferencia, dir¨ªa que hay mucho inter¨¦s por la ciencia en el Congreso. Los dem¨®cratas est¨¢n muy interesados por el cambio clim¨¢tico y sus efectos. Tambi¨¦n hay republicanos que creen que el cambio clim¨¢tico existe, pero no lo quieren decir muy alto, porque el presidente no lo cree.
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