Ni ¡®El cuento de la criada¡¯ es feminista ni ¡®Bella ciao¡¯ es antifascista

En el ensayo audiovisual Yo me lo creo (2016), el colectivo Terrorismo de Autor pon¨ªa al espectador frente a frente con Antonio Ruiz, una persona con problemas psiqui¨¢tricos que, seg¨²n cuenta, se cree las pel¨ªculas. ¡°Son de verdad, creo los mensajes¡±, asegura tras recordar ?Viva Zapata!, la pel¨ªcula de 1952 donde se pod¨ªa escuchar a Marlon Brando ¨Cen el papel del revolucionario mexicano Emiliano Zapata¨C decir a un grupo de campesinos que ¡°Un pueblo que sabe ser fuerte es igual que una fortaleza inconquistable¡±.

Las campa?as de grupos ultraderechistas en EE UU ¨Cque creen, entre otras cosas, que las producciones Disney son caballo de Troya de una suerte de agenda comunista¨C demuestran que parte de la sociedad s¨ª se toma en serio la ficci¨®n

La pieza-mon¨®logo es, en esencia, una bronca de Ruiz: desde su punto de vista, solo una base social que no cree en lo que ve puede haber permanecido mansa y pasiva durante el expolio econ¨®mico de unas ¨¦lites que, al t¨¦rmino de la crisis, son el doble de ricas.

En los ¨²ltimos a?os, t¨ªtulos como Mad Max: Furia en la carretera o Star Wars: Los ¨²ltimos Jedi han difundido ante un p¨²blico masivo mensajes no m¨¢s radicales que los de cualquier pel¨ªcula de aventuras o fantas¨ªa con tiranos que viven a costa del sudor y la sangre de la gente y h¨¦roes que intentan derrocarlos. Sin embargo, las campa?as de grupos ultraderechistas en EE.UU. ¨Cque creen, entre otras cosas, que las producciones Disney son caballo de Troya de una suerte de agenda comunista¨C demuestran que parte de la sociedad s¨ª se toma en serio la ficci¨®n y, desde luego, reacciona cuando se habla de quitar privilegios a los poderosos, ya sea en un ¨¢mbito econ¨®mico, de g¨¦nero o de orientaci¨®n sexual.

En paralelo, acusaciones como que el feminismo se ha apropiado de El cuento de la criada (libro y serie ambientados en un Estado totalitario patriarcal), que la izquierda se ha adue?ado del himno antifascista Bella ciao o que la serie Watchmen (basada en el tebeo cofirmado por el intelectual anarquista Alan Moore) ha politizado los superh¨¦roes son, a su vez, s¨ªntoma de una actitud c¨ªnica que pretende esterilizar cualquier signo de discurso en el entretenimiento.

En otro momento de Yo me lo creo, Ruiz cita El puente (1959), drama b¨¦lico donde unos j¨®venes soldados defienden un peque?o puente pese a que la guerra est¨¢ perdida. El orador lo pone como ejemplo de no tener miedo a morir por un ideal, pero tambi¨¦n funciona a otro nivel: o reivindicamos el puente entre nosotros y las expresiones culturales o ser¨¢n otros quienes mediaticen y cuenten la historia a su interesada manera.