El problema de la sequ¨ªa en Zambia, m¨¢s all¨¢ de las cataratas Victoria
Necesitamos analizar qu¨¦ podemos hacer para que estas ¨¦pocas de falta de agua, que seguro que volver¨¢n, no generen tanto sufrimiento en los nuestros
Han pasado 200 d¨ªas con sus 200 noches pero por fin empez¨® a llover en Livingstone (Zambia). No con la frecuencia necesaria ni en la cantidad que deber¨ªa, pero empezamos a respirar porque ya tenemos lluvia, un bien muy preciado por aqu¨ª. Desde septiembre hasta ahora, hemos vivido con cortes diarios de luz de entre diez y quince horas, pero ya parece que la presa del lago Kariba se va llenando de nuevo, ya no nos cortan tanto la luz y empezamos a volver a la normalidad pero la dif¨ªcil situaci¨®n por la que hemos pasado no ha desaparecido. Estas lluvias no son suficiente.
En los ¨²ltimos meses, las cataratas Victoria han copado los titulares de los medios, alertaban sobre que las consecuencias del cambio clim¨¢tico hac¨ªan peligrar un s¨ªmbolo de nuestro pa¨ªs, una de las siete maravillas naturales del mundo y, sobre todo, uno de los m¨¢s importantes recursos energ¨¦ticos y econ¨®micos que poseemos. Tengo 60 a?os y nunca en mi vida hab¨ªa escuchado que el caudal de las cataratas hubiera llegado al m¨ªnimo actual. Hubo una ¨¦poca en la que el humo de las cataratas llegaba hasta Livingstone y siempre han recibido el nombre de Mosi oa Tunya, en el idioma lozi, el humo que truena, pero si estos factores desaparecen, ?c¨®mo las vamos a llamar? ?En qu¨¦ se van a convertir? ?Las vamos a perder?
S¨ª, ha vuelto la lluvia pero no sabemos cu¨¢nto durar¨¢ y no podemos olvidar todo lo que est¨¢ suponiendo esta sequ¨ªa para el pa¨ªs.
La falta de electricidad ha llevado a los ciudadanos a verse obligados a recurrir a otras fuentes de energ¨ªa, especialmente para cocinar
En primer lugar, a nivel energ¨¦tico existe un problema grave. La falta de electricidad ha llevado a los ciudadanos a verse obligados a recurrir a otras fuentes de energ¨ªa, especialmente para cocinar, como es el caso del carb¨®n, que se ha convertido en un negocio para muchos y que proviene de la madera quemada. De esta forma, la deforestaci¨®n de nuestros bosques es una realidad ahora mismo brutal que traer¨¢ mayores consecuencias a corto y largo plazo como son la pobreza del suelo y el cambio del patr¨®n de lluvia. De hecho, la situaci¨®n es de tal calibre que desde la Oficina de Desarrollo Comunitario de Livingstone se ha recomendado a nuestra ONG no conceder microcr¨¦ditos a grupos comunitarios que se est¨¦n dedicado al negocio del carb¨®n.
Pero es que sin energ¨ªa que sustente la producci¨®n y que mantenga los hogares poco podemos hacer. Los comercios locales tambi¨¦n est¨¢n sufriendo porque hay d¨ªas en que ni siquiera pueden abrir ya que la mayor¨ªa precisan de electricidad, y a causa de los cortes han tenido que adquirir un generador de gasolina, que en los ¨²ltimos meses ha aumentado su precio debido a la crisis que est¨¢ atravesando el kwacha, la moneda local. Por su parte, las familias se ven obligadas a comprar carb¨®n para cocinar y mantener sus casas, lo que implica un gasto doble para ellas. Por un lado, tienen que pagar la electricidad que hoy en d¨ªa ha aumentado su precio, pero tambi¨¦n tienen que comprar carb¨®n, porque en demasiadas ocasiones nos quedamos sin electricidad.
Y hablando de gastos dobles, lo mismo est¨¢ sucediendo con el mealy-meal o harina de ma¨ªz, el alimento que constituye la base de la alimentaci¨®n zambiana. En tan solo unos meses la cosecha se ha visto gravemente afectada por la sequ¨ªa, especialmente la del ma¨ªz con el que se produce la harina, lo que ha supuesto que los sacos de mealy-meal hayan pasado de costar 80 a 190 kwachas, un precio impagable para la gran mayor¨ªa de las familias de Livingstone.
La agricultura es uno de los sectores m¨¢s importantes de la econom¨ªa zambiana, representa el 85% del empleo total, y de los m¨¢s afectados por la sequ¨ªa. En especial los peque?os agricultores que como no tienen acceso a pozos, no producen, por lo que tambi¨¦n se est¨¢ dando un desabastecimiento alimentario en algunas zonas del pa¨ªs, especialmente en las rurales en las que se produce para autoconsumo.
Tampoco podemos olvidar al sector tur¨ªstico, uno de los motores de nuestra maltrecha econom¨ªa, en especial para la ciudad de Livingstone. Las informaciones de los medios sobre la p¨¦rdida de caudal de las cataratas nos han hecho mucho da?o, la cifra de visitantes ha ca¨ªdo en picado porque las cataratas son nuestro bien m¨¢s preciado, las Victoria Falls son la imagen de Zambia hacia el exterior.
Con todo esto, no hacemos m¨¢s que preguntarnos, ?cu¨¢l es la soluci¨®n? Necesitamos parar y analizar qu¨¦ podemos hacer para que estas ¨¦pocas de sequ¨ªa, que seguro que volver¨¢n, no consigan generar tanto sufrimiento en los nuestros. Hay mucho en juego, el futuro de nuestro pa¨ªs y de nuestros hijos.
Joyce M. Kanimba es la directora de la ONG KUBUKA en Zambia.
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