¡®Chinofobia¡¯ por coronavirus: por qu¨¦ tienen que recordarnos que el virus est¨¢ en China, no en los chinos
La campa?a #NoSoyUnVirus ha provocado el en¨¦simo infundio sobre la comunidad, a la que se ha acusado sin motivo hasta de servir carne de perro en sus restaurantes
Cuando este periodista visit¨® China, llam¨® su atenci¨®n el intenso hedor que desped¨ªan los cuartos de ba?o. Ni los restaurantes elegantes se libraban de ¨¦l. Sorprendido, coment¨® sus impresiones con el gu¨ªa local, quien respondi¨® muy razonablemente a su curiosidad: "Huelen¡ como tienen que oler". Aquella percepci¨®n no merm¨® la inmejorable impresi¨®n causada por las excepcionales gentes de aquel pa¨ªs, pero si quien escribe hubiera dado cr¨¦dito a la extendida opini¨®n de que los chinos son poco higi¨¦nicos, el tufo de los aseos probablemente hubiera reforzado el de esta idea. Y quiz¨¢ ahora estar¨ªa proclamando su experiencia en las redes sociales, como prueba del en¨¦simo infundio a la comunidad china.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud acaba de bautizar el virus con el nombre de Covid-19, y le ha puesto en la amenazante categor¨ªa de "enemigo n¨²mero 1". Algunos ya se hab¨ªan adelantado a la organizaci¨®n supranacional, colg¨¢ndole esa etiqueta a todos los chinos y sus descendientes. Fue la gota que colm¨® el vaso de la "chinofobia". Los comentarios xen¨®fobos han salpicado las redes sociales hasta el punto de que la comunidad china en Espa?a ha tenido que lanzar la campa?a #NoSoyUnVirus, para reivindicar que el virus est¨¢ en China, no en los chinos. ?C¨®mo es posible que haga falta recordar esta obviedad?
No, la ternera del chino no carne de perro
Hasta el lector menos agudo habr¨¢ notado que la noci¨®n que en Occidente tenemos de la poblaci¨®n china alberga no pocos t¨®picos. La gran mayor¨ªa son negativos. De la desde?osa expresi¨®n "enga?ar como a un chino" a teor¨ªas tan disparatadas como que no entierran a sus muertos porque nos los dan de comer con setas y bamb¨², o que su ternera no es tal, sino carne de perro, han tenido cr¨¦dito entre los espa?oles en alg¨²n momento desde el siglo pasado. Su pr¨®spera existencia lejos de su tierra, no se sabe bien fruto de qu¨¦ virtud, nos empuja a imaginar intrincadas mafias, consideramos el made in China como sin¨®nimo de baja calidad y de su dominio de las falsificaciones desprendemos que no es gente legal.
Es obvio que el rechazo al extranjero afecta a todas las nacionalidades, pero este c¨²mulo de infundios solo se aplica a la china. "En el caso de los chinos, comparativamente son vistos como menos conflictivos, amenazantes o peligrosos, pero una mezcla de desconocimiento y exotismo les atribuye costumbres raras o misteriosas que no tienen base ninguna", explica Manel Oll¨¦, profesor titular de Historia y Cultura de la China Moderna y Contempor¨¢nea en la Universidad Pompeu Fabra (UPF Barcelona) y coordinador del M¨¢ster de Estudios Chinos (UPF).
Marta Lambrea, profesora de Sociolog¨ªa en la Universidad de Salamanca y autora del estudio Di¨¢spora, transnacionalismo, redes y negocios: elementos explicativos de la inmigraci¨®n china en Espa?a (2015), tambi¨¦n achaca esos mitos a la intriga que inspira un pueblo tan lejano y desconocido. "Existe toda una cultura acerca del lado misterioso de los chinos, desde las pel¨ªculas de Fu-Manch¨² a la magia. Es una civilizaci¨®n tan lejana que se juntan en ella muchas leyendas", expone.
Pero no cree que el c¨²mulo de sinsentidos se deba a una ¨²nica raz¨®n. Y apunta a que su envidiable capacidad de emprendimiento sorprende y provoca recelo entre los locales. "Que personas que vienen de tan lejos sean capaces de sobrevivir y llevar adelante empresas de ¨¦xito genera desconfianza: 'Algo debe de haber detr¨¢s", a?ade la soci¨®loga. Tambi¨¦n influye su conocida endogamia, que queda patente en la existencia de guetos (chinatowns) en casi todas las grandes ciudades del mundo. "Es una comunidad muy cerrada en s¨ª misma, fundamentalmente por el problema del idioma. Ya las segundas y terceras generaciones est¨¢n perfectamente integradas en los colegios". Pero ese c¨ªrculo cerrado, que raya en lo esot¨¦rico si uno deja volar su imaginaci¨®n, refuerza su halo enigm¨¢tico m¨¢s all¨¢ de los colores de la celebraci¨®n del A?o Nuevo chino y sus envidiables fuegos artificiales.
A 800 kil¨®metros del origen del coronavirus
Los bulos, bulos son, y Manel Oll¨¦ desmiente algunos de ellos, al tiempo que admite que algo de verdad puede haber en el origen de los estereotipos. "Que haya pocos entierros de chinos (que los hay) tiene que ver con la voluntad de los ancianos de volver a su tierra antes de morir, y que la migraci¨®n mayoritaria china es reciente¡, y todav¨ªa no ha tenido tiempo de morir. Lo del aseo es en general falso: los chinos son muy limpios, pero quiz¨¢s los inmigrantes en condiciones precarias lo son menos que la media. Que escupan al suelo es cada vez menos frecuente, y tiene que ver con una cultura eminentemente campesina, en transici¨®n a la modernidad (una vez un chino me dijo: 'Me parece m¨¢s sucio guardarse los mocos en el bolsillo')".
La realidad de estos ciudadanos, que comenzaron a llegar a Espa?a en la d¨¦cada de los ochenta, est¨¢ muy alejada de la magia y los bigotes de Fu-Manch¨². "Han venido hace poco y muy de golpe", describe la soci¨®loga. La mayor¨ªa son "muy currantes, y conciben la familia como una empresa. Trabajan todos, ahorran mucho y es a base de echarle muchas horas, mucho sacrificio y practicar una austeridad espartana en la mayor¨ªa de los casos", prosigue. Su integraci¨®n en nuestra sociedad es creciente, lo cual puede facilitar que a los m¨¢s j¨®venes los tengamos en mejor estima. "Est¨¢n muy preocupados de que sus hijos estudien, y a muchos j¨®venes ya los tenemos en la universidad", se?ala Lambrea.
En opini¨®n de los expertos, las reticencias por el coronavirus Covid-19, como tantas otras que son dirigidas a los chinos, carecen de fundamento. "Se dice que comen cosas muy raras y por eso pasa lo que pasa¡, pero el contagio de virus animales a humanos no tiene que ver con esto, sino con la seguridad alimentaria, con la gesti¨®n p¨²blica de los mercados, con la ausencia de veterinarios, etc¨¦tera", detalla Oll¨¦.
Por si fuera poco, hay razones geogr¨¢ficas que hacen dif¨ªcil establecer una relaci¨®n de los chinos que residen en nuestro pa¨ªs con la temida enfermedad. Como subraya Marta Lambrea, "la mayor parte de los chinos que viven en Espa?a provienen del distrito de Qingtian, en la provincia de Zhejiang. Bastante lejos, a 784 kil¨®metros, de Wuhan, foco de la epidemia. Creo que es un dato importante".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.