El peligro de prohibir
Cuando vetas una opini¨®n porque te parece peligrosa para la democracia ya has empezado t¨² mismo a degradar la democracia
El programa electoral del PSOE inclu¨ªa la prohibici¨®n de la apolog¨ªa y exaltaci¨®n del franquismo. Su vicesecretaria general, Adriana Lastra, ha anunciado que la reforma del C¨®digo Penal llevar¨¢ la modificaci¨®n. Ha dicho que en democracia no se puede homenajear a dictadores ni a tiranos, aunque hay dirigentes de Podemos e IU que lo hacen con cierta frecuencia.
No se sabe bien en qu¨¦ consistir¨ªa la regulaci¨®n, ni queda claro qu¨¦ es la exaltaci¨®n del franquismo. Es posible que nadie lo sepa. Quiz¨¢ sea un globo sonda: el Gobierno anuncia una medida, hay un revuelo, se se?alan las consecuencias negativas, y cuando no sucede lo peor, porque la medida no llega tan lejos, parece que ha acertado. Entretanto, polarizas y colocas al PP en una posici¨®n inc¨®moda.
Tambi¨¦n puede ser una chapuza. Muchos expertos han manifestado dudas. Seg¨²n el Tribunal Constitucional, la libertad de expresi¨®n ¡°no puede verse restringida por el hecho de que se utilice para la difusi¨®n de ideas u opiniones contrarias a la Constituci¨®n¡±, que ampara la ¡°mera adhesi¨®n ideol¨®gica a posiciones pol¨ªticas de cualquier tipo¡±. El l¨ªmite es la incitaci¨®n a la violencia. Si queremos proteger la expresi¨®n de ideas y opiniones, hablamos tambi¨¦n ¡ªo b¨¢sicamente¡ª de la expresi¨®n de ideas odiosas. De que puedan circular ideas que nos gustan estamos todos a favor. C¨¦sar Rendueles ha escrito que perseguir ese delito de opini¨®n constituye un homenaje al franquismo. En los ¨²ltimos a?os, sin ETA en activo, se han utilizado leyes destinadas a combatir el terrorismo ¡ªpensadas para un delito y no una posici¨®n¡ª para perseguir a cantantes o tuiteros. Eso ha conducido a situaciones tan injustas como rid¨ªculas. Podemos intentar prohibir los discursos que nos resultan antip¨¢ticos y complicarle la vida a la gente que nos cae mal. Pero prohibir un discurso puede servir para que luego veten tambi¨¦n el tuyo.
Corres el riesgo de regalarle la defensa de la libertad de expresi¨®n a la ultraderecha. Y, sobre todo, cuando proh¨ªbes una opini¨®n porque te parece peligrosa para la democracia ya has empezado t¨² mismo a degradar la democracia. No hace falta que vengan los enemigos reales o imaginarios: has adelantado su trabajo. El franquismo no es ya una amenaza para nuestra democracia. Pero s¨ª puede serlo la pulsi¨®n antipluralista, que est¨¢ bien repartida por el espectro pol¨ªtico. @gascondaniel
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