Esp¨ªo a tortugas apare¨¢ndose con mu?ecos sexuales impresos en 3D
Un investigador estudia el comportamiento salvaje de los quelonios con nuevas tecnolog¨ªas
Soy un voyeur de tortugas. Grabo la vida privada de las tortugas con c¨¢maras ocultas y he llegado incluso a subir a Internet algunos fragmentos picantes. Esta peculiar inclinaci¨®n m¨ªa forma parte de mi trabajo como ec¨®logo comportamental de quelonios.
Esp¨ªo a las tortugas para documentar y entender c¨®mo hacen m¨¢s tortugas. Esto puede parecer una cosa sencilla teniendo en cuenta la lentitud de los sujetos, pero ?hasta qu¨¦ punto es dif¨ªcil espiar a tortugas? Pues m¨¢s dif¨ªcil de lo que parece, pero tambi¨¦n m¨¢s interesante. Y gracias a aparatos baratos como c¨¢maras e impresoras 3D, cada vez resulta m¨¢s barato y divertido.
En los documentales y en los medios de comunicaci¨®n a menudo se muestra a las tortugas haciendo una de estas dos cosas: o pasando perezosamente los d¨ªas de verano tomando el sol sobre un tronco o sorteando penosamente los coches para alcanzar un lugar seguro donde enterrar sus huevos. Estos comportamientos son esenciales para el negocio de la fabricaci¨®n de beb¨¦s de tortuga y ya sabemos bastante acerca de ellos.
Pero de lo que sabemos menos son de los entresijos del cortejo y el apareamiento: de lo que ocurre bajo la turbia superficie de lagos, r¨ªos, estanques, pantanos, marismas y otros entornos acu¨¢ticos.
Las c¨¢maras sumergibles baratas est¨¢n mejorando nuestra manera de trabajar. Los ec¨®logos animales han acogido de buen grado estos juguetitos porque les permiten echar una ojeada durante un tiempo prolongado y molestando solo lo justo a sus sujetos de estudio favoritos.
La impresi¨®n en 3D tambi¨¦n nos abre nuevas e interesantes v¨ªas para el estudio del comportamiento animal sobre el terreno. Ahora somos capaces de producir, r¨¢pidamente y sin mucho coste, se?uelos en forma de animal con una anatom¨ªa realista. Hemos empezado a usar estas nuevas herramientas para arrojar algo de luz en los h¨¢bitos de apareamiento de la tortuga mapa del norte, que est¨¢ en la lista de especies en peligro de extinci¨®n en Canad¨¢.
Lo m¨¢s sorprendente de las tortugas mapa es la gran diferencia de tama?o entre machos y hembras. Una hembra adulta grande puede superar los tres kilos, mientras que un macho buenorro?llegar¨¢ con suerte a pesar 350 gramos.
Esta asimetr¨ªa de tama?os es el resultado de dos hechos. El primero, que las tortugas mapa macho no pelean entre s¨ª, que es el comportamiento clave que justifica la corpulencia en los animales. Y es que en muchas especies, cuando dos machos encuentran a la vez a una hembra receptiva, las cosas se ponen feas entre ellos, si no es que corre la sangre. Lo normal es que el macho m¨¢s grande salga vencedor y pase sus genes de gran macho a la siguiente generaci¨®n. Pero en las tortugas mapa no. Sus machos diminutos no se ven alterados por sus rivales.
El segundo factor es la correlaci¨®n entre el tampoco de una madre y el de sus cr¨ªas. Las madres grandes ponen huevos tambi¨¦n grandes. Y de ellos nacen beb¨¦s grandes. Esos beb¨¦s grandes tienen m¨¢s posibilidades de superar los primeros d¨ªas de vida que los peque?os. Por eso la selecci¨®n natural ha favorecido a las hembras de gran tama?o.
Que los machos sean conscientes de esto o no es algo que ten¨ªamos que descubrir con nuestras c¨¢maras y nuestras mu?ecas de tortugas impresas en 3D de varios tama?os. Nuestra predicci¨®n era sencilla. Si un macho normal se topa con muchas hembras de varios tama?os (como ocurre por los peculiares h¨¢bitos de hibernaci¨®n de esta especie) y no puede aparearse con todas ellas, optar¨¢ por las hembras m¨¢s grandes.
Cada oto?o las tortugas mapa se re¨²nen en puntos espec¨ªficos de lagos y r¨ªos, y all¨ª pasan el invierno, tranquilamente, en el fondo. Estas zonas de hibernaci¨®n tambi¨¦n sirven para el apareamiento. Las tortugas copulan cuando llegan a esos lugares comunitarios a partir de oto?o, y se echan una siestecita de cinco meses (que se parece a algo como esto).
Y cuando por fin llega la primavera, se aparean de nuevo. Cientos de tortugas pueden juntarse en estos lugares comunitarios, y eso hace inconcebible para muchos machos que puedan aparearse con todas las hembras presentes. Durante un corto tiempo, nos encontramos con un pu?ado de tortugas libidinosas concentradas en un mismo punto. Y eso es un sue?o hecho realidad para un ec¨®logo comportamental de quelonios, como yo.
Para verificar nuestras predicciones, imprimimos unos se?uelos con forma de tortuga mapa hembra y los colocamos por parejas en dos de esos puntos de concentraci¨®n. Esos se?uelos eran totalmente id¨¦nticos en todo, salvo en su tama?o. Uno era del tama?o medio de una hembra, y el segundo era un poco m¨¢s peque?o que la mayor hembra que hemos encontrado en nuestros estudios de poblaci¨®n.
Luego montamos a la desigual pareja en un dispositivo en el que tambi¨¦n hab¨ªamos colocado una c¨¢mara, y lo sumergimos todo en el fondo de un lago a primera hora del d¨ªa para sacarlo al final de la jornada. Repetimos la operaci¨®n a lo largo de nueve d¨ªas, con dos parejas de se?uelos.
La respuesta de los machos salvajes era clara: prefer¨ªan las hembras grandes. Los se?uelos m¨¢s grandes recibieron casi el doble de visitas de machos y cinco veces m¨¢s intentos de apareamiento que los peque?os.
Este v¨ªdeo muestra c¨®mo es un intento de apareamiento (se reproduce acelerado y le hemos a?adido acompa?amiento musical).
Las c¨¢maras nos abren una ventana a la vida privada y subacu¨¢tica de los animales. Gracias a estos dispositivos y a otras tecnolog¨ªas, como los esc¨¢neres e impresoras en 3D, podemos comprobar nuestras hip¨®tesis y predicciones, o simplemente observar lo que hacen los animales.
Mientras analiz¨¢bamos los v¨ªdeos de nuestros experimentos, vimos varios fen¨®menos que no conoc¨ªamos, como el de una tortuga hembra que parec¨ªa chillarle a uno de los se?uelos o a un somorgujo atacando a un se?uelo macho. Puede que sean solo an¨¦cdotas ahora mismo, pero quiz¨¢ den m¨¢s de s¨ª.
La omnipresencia y el bajo precio de las c¨¢maras nos brindar¨¢n, sin duda, muchas observaciones interesantes sobre los animales acu¨¢ticos, las tortugas entre ellos. Y puede que algunos influyan en nuestro modo de concebir el comportamiento animal, y otros simplemente no den pistas intrigantes de un mundo bastante inexplorado.
Gr¨¦gory Bult¨¦ es instructor, ec¨®logo y bi¨®logo evolutivo en la Universidad de Carleton
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