Ya hemos visitado Arco 2020: las piezas pol¨¦micas, las comprables y las admirables
Nos colamos en el d¨ªa previo, cuando los espacios a¨²n est¨¢n instalando sus obras de arte para la feria que abre ma?ana sus puertas para los profesionales
La tarde del martes 25 de febrero, d¨ªa previo a la apertura para coleccionistas de ARCO 2020, la mayor¨ªa de los stands est¨¢n terminados o finalizando su montaje. Hay varios periodistas recorriendo los pasillos, y de vez en cuando se escuchan cuchicheos sobre cu¨¢l podr¨¢ ser este a?o la pieza-esc¨¢ndalo que tanto interesa a los medios.
Santiago Sierra ¨Cautor de los presos pol¨ªticos de 2018 y corresponsable del ninot royal del a?o pasado¨C presenta libro en espacio habitual de la galer¨ªa espa?ola Helga de Alvear, que en cambio no parece incluir piezas suyas en su stand de Ifema. Eugenio Merino (el otro artista de la falla borb¨®nica) s¨ª exhibe algunas obras en la galer¨ªa ADN, como una urna que contendr¨ªa las cenizas de la "difunta declaraci¨®n de los Derechos Humanos", aunque hay que decir que este a?o su trabajo pol¨ªticamente m¨¢s interesante son los felpudos que recibir¨¢n a los visitantes de otra feria, JustMad (en el Palacio de Neptuno desde el 27 de febrero), firmados junto a Avelino Sala, y en los que podremos darnos el gustazo de pisar frases mis¨®ginas de prohombres como Ortega y Gasset, Rousseau y Arist¨®teles del estilo de "Hay que considerar el sexo femenino como una malformaci¨®n natural".
La candidata a levantar llagas este a?o es una pieza del finland¨¦s Riiko Sakkinen en la que sentencia "Franco no fue tan malo como dicen" acompa?a a una instant¨¢nea del dictador (en el stand de Forsblom); aunque se nos antoja un material much¨ªsimo menos escandaloso de lo que posiblemente pretende.
Arte protesta
Hay, sin embargo, abundancia de arte pol¨ªtico en este ARCO 2020, y adem¨¢s bastante alineado con las preocupaciones sociales contempor¨¢neas. El sufrimiento y la lucha de las mujeres es, en este sentido, uno de los temas fuertes. Est¨¢ Diana Larrea en Espacio M¨ªnimo (despu¨¦s volveremos sobre su stand), que, bajo un t¨ªtulo hitchcockiano como De entre las muertas, reivindica la obra de varias grandes artistas silenciadas a lo largo de la historia. O, en la galer¨ªa italiana Prometeo (s¨ª, de nuevo, la del ninot de 2019) Regina Jos¨¦ Galindo presenta una foto escalofriante con la imagen proyectada de una portada de diario donde se lee: "Treinta violaciones en solo dos meses".
En el stand de Joan Prats, el chileno Fernando Prats nos depara una bandera nacional donde se lee la pintada "El violador eres t¨²", en referencia al estremecedor himno feminista escuchado en las protestas populares del pasado a?o en Santiago. Chile y las reivindicaciones de su poblaci¨®n aparecen tambi¨¦n en las piezas que la galer¨ªa parisina Mor Charpentier ha tra¨ªdo de Voluspa Jarpa y Teresa Margolles. Esta ¨²ltima presenta unas fotograf¨ªas de edificios destartalados donde puede leerse el lema "El capitalismo te culea", escuchado por la artista mexicana a un inmigrante de origen venezolano.
Aunque quiz¨¢ sea dif¨ªcil de superar la mordacidad de Patrick Hamilton, que en la galer¨ªa Casado Santapau cuelga una foto del Costanera Center ¨Cla torre m¨¢s alta de Latinoam¨¦rica, construida en Santiago de Chile¨C recubierta de falso m¨¢rmol negro para convertirla en una gigantesca l¨¢pida. La imagen es sumamente corrosiva en lo pol¨ªtico, pero resulta pl¨¢sticamente bell¨ªsima.
No es personal, es pol¨ªtico
Sobre la cuesti¨®n de g¨¦nero y roles sexuales, pocas obras m¨¢s interesantes que la fotograf¨ªa del d¨²o Cabello / Carceller Autorretrato como fuente (en Elba Ben¨ªtez, que como galerista cumple 30 a?os en 2020), con un zumb¨®n gui?o al famoso urinario/fuente de Duchamp. La pieza dialoga adem¨¢s con los v¨ªdeos de Itziar Okariz que muestra la vecina Mois¨¦s P¨¦rez de Alb¨¦niz, donde la artista vasca aparece orinando de pie en diversos espacios p¨²blicos y privados, y que ya levantaron pol¨¦mica (injustificada) con su instalaci¨®n en el pabell¨®n espa?ol de la ¨²ltima Bienal de Venecia.
Las preocupaciones sobre ecologismo y cambio clim¨¢tico tambi¨¦n ocupan el espacio que merecen en este ARCO. El esturi¨®n de bronce abierto en canal para desvelar unos intestinos llenos de bolsas de pl¨¢stico, obra de Bene Bergado para Espacio M¨ªnimo habla por s¨ª solo. Tambi¨¦n lo hace el Traffic Jam de Leandro Erlich en la galer¨ªa Nogueras Blanchard, maqueta a escala reducida de la enorme instalaci¨®n que el artista argentino realiz¨® el a?o pasado en Miami Beach con un embotellamiento de tr¨¢fico hecho ¨ªntegramente de arena a modo de castillos playeros. El comprador de la pieza se lleva, a cambio de 80.000 euros, un set de moldes de pl¨¢stico para realizar los coches con sus manos.
Recordemos que la misma galer¨ªa present¨® en 2015 un Vaso medio lleno, obra del artista cubano Wilfredo Prieto, que era exactamente lo que indica su t¨ªtulo, y que se vend¨ªa por unos m¨¢s m¨®dicos 20.000 euros. La obra gener¨® entonces un previsible debate sobre lo que es y lo que no es arte, y sobre los caprichos del mercado, y que en realidad no hizo otra cosa que cumplir algunos de los objetivos que se propon¨ªa y, por tanto, confirmar su aut¨¦ntico valor. Por cierto, Prieto es ahora el comisario de una exposici¨®n dedicada a la fallecida Ana Mendieta en el espacio madrile?o de Nogueras Blanchard, uno de los imprescindibles de ARCO 2020 m¨¢s all¨¢ de Ifema.
Homenaje a F¨¦lix Gonz¨¢lez Torres, a quien mat¨® la enfermedad y el arte hizo inmortal
Y siguiendo con la cuesti¨®n pol¨ªtica, nada mejor que acercarse a la secci¨®n "It¡¯s just a matter of time", ("es solo cuesti¨®n de tiempo) donde 16 artistas contempor¨¢neos, de la mano de sus galer¨ªas, presentan obras con reminiscencias de la figura homenajeada este a?o, el artista cubano F¨¦lix Gonz¨¢lez Torres, fallecido en 1996 por complicaciones derivadas del VIH. Las piezas de Glenn Ligon y Danh Vo (Chantal Crousel), Andrea B¨¹ttner (Hollybush Gardens) o Kia LaBeija (Parra Romero) nos interpelan directamente, como lo hace sobre todo la obra hist¨®rica del espa?ol Pepe Espali¨² (Garc¨ªa Galer¨ªa), que nos recuerda su acci¨®n Carrying de 1992, en la que, gravemente enfermo, se hizo llevar en brazos por una cadena humana.
Por su parte, Espacio M¨ªnimo tiene tambi¨¦n su propio secci¨®n extraoficial de Gonz¨¢lez Torres, en la que los dos galeristas rememoran su viaje a Nueva York en 1995 para presenciar en el Guggenheim una exposici¨®n del artista cubano, con obras de Manu Arregui, Ga¨¹eca y Tom of Finland, entre otros.
Los grandes, los exquisitos y los comprables
Si despu¨¦s de todo esto quieres m¨¢s grandes nombres y obras de poder¨ªo, tambi¨¦n sabemos d¨®nde encontrarlos. El stand de Hauser & Wirth, por ejemplo, est¨¢ consagrado a la obra de Chillida. La estrella Jaume Plensa y sus archisabidos bustos alargados nos esperan en Lelong. El stand de Elvira Gonz¨¢lez es un no parar donde destacan las fotos de Mapplethorpe o las esculturas de Olafur Eliasson (que acaba de inaugurar exposici¨®n en el Guggenheim bilba¨ªno).
La n¨®mina de Thaddaeus Ropac puede provocar mareos: Rauschenberg, Tony Cragg, Donald Judd, Alex Katz (pronto en el Thyssen), Barcel¨®, Vedova, Gormley y dos soberbios Baselitz negros. Y en Carlier Gebauer no nos podemos resistir al trabajo de la francesa Laure Prouvost, que represent¨® a su pa¨ªs (Le¨®n de plata incluido) en la ¨²ltima Bienal de Venecia.
Y, por favor, tampoco dejen de visitar algunos de los stands m¨¢s exquisitos de la feria. 1 Mira Madrid arriesga (y gana) con un espacio arquitect¨®nicamente complejo plagado de obras de Larry Clark, Esther Ferrer, ?ngeles Marco, Hamish Fulton o Ana Amorim, entre otros. En Maisterravalbuena no hay paso en falso, pero las esculturas de Maria Loboda (vistas antes en Venecia), Mar¨ªa Luisa Fern¨¢ndez (?podemos hablar un d¨ªa seriamente de la mejor artista de la nueva escultura vasca?) y B. Wurtz o las tipograf¨ªas de Alexanco son soberbias.
En Sabrina Amrani la teatralidad del dispositivo no est¨¢ re?ida con la calidad de sus artistas habituales y de la nueva incorporaci¨®n de la pintora Gabriela Bettini. Como siempre, merecen la visita Helga de Alvear, Parra Romero, The Goma, Ponce +Robles, Espai Tactel, Pelaires, Heinrich Ehrhardt, Max Estrella, Monitor o la citada Casado Santapau. Y Albarr¨¢n Bourdais se estrena en la feria con un stand impecable: por destacar un nombre, citaremos a la francesa Dominique Gonz¨¢lez-Foerster "travestida" de Bod Dylan, Klaus Kinski y Maria Callas, y que ya expuso en el Thyssen hace unos meses.
Por supuesto, no deber¨ªas dejar de visitar las piezas m¨¢s comprables de esta edici¨®n, seg¨²n la asesora experta Elisa Hern¨¢ndez Calero, que prepar¨® una selecci¨®n para ICON Design para todos los presupuestos y tipos de coleccionista. Hablando solo de mercado, las perspectivas tampoco parecen malas. Refiri¨¦ndose a la respuesta que ya ha recibido a los correos electr¨®nicos enviados a sus coleccionistas, un galerista me aseguraba en los pasillos que "la cosa pinta muy bien".
Si se cumple el pron¨®stico de ventas, podremos decir que, en efecto, ARCO 2020 es un esc¨¢ndalo.
Ola de calor en la sala VIP de ARCO
La fot¨®grafa Elsa Leydier (Lyon, 1988) vive desde hace cuatro a?os y medio en R¨ªo de Janeiro. All¨ª descubri¨® que los estereotipos la hab¨ªan jugado una mala pasada y se deshizo de los prejuicios en una obra fotogr¨¢fica que, con colores fuertes y llamativos, aborda las contradicciones de los lugares que gozan (o padecen) de un lugar en el imaginario popular.
Su ¨²ltimo viaje ha sido a la regi¨®n de Champagne que, pese a ser francesa, no hab¨ªa tenido ocasi¨®n de visitar hasta el pasado septiembre. All¨ª se encontr¨® de nuevo con una realidad que contradec¨ªa los t¨®picos: sol de justicia. En este caso, la verdad que se impon¨ªa sobre el prejuicio no es otra cosa que un cambio producido por la crisis clim¨¢tica, uno de los problemas que preocupan a Leydier, y una circunstancia a la que que han tenido que adaptar los ingenieros agr¨®nomos de la regi¨®n sus sistemas de producci¨®n.
Con motivo de este viaje, Elsa Leydier presenta en el espacio de Ruinart, el primer espumoso de la Champagne, en la zona VIP de ARCO la serie Heat Wave ("ola de calor"). En ella juega con la luz, un elemento tan fundamental en la creaci¨®n de un buen champ¨¢n como en la fotograf¨ªa. En sus instant¨¢neas ha adoptado el color naranja de las luces que se utilizan en las cavas para presevar las perfectas condiciones del champ¨¢n durante su maduraci¨®n en barrica. Tambi¨¦n ha usado como filtro el verde de las botellas del vino franc¨¦s que en los radiogramas ha resultado en un color rosa incandescente, tan encendido como el cambio clim¨¢tico. Todo ello se combina con esc¨¢ners y fotograf¨ªas convencionales, porque, como explica Leydier, no quiere "aportar un ¨²nico punto de vista, autoritario, sino presentar una realidad que se declina en varias posibilidades".
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