Las creencias con las que se fabrica el techo de cristal

No hay una sola mujer que habite hoy el planeta que vaya a conocer la igualdad de g¨¦nero. Al menos, no de continuar el ritmo actual de progreso hacia tal objetivo. Una ni?a nacida hoy tendr¨ªa que vivir m¨¢s de 202 a?os para experimentar qu¨¦ significa tener las mismas oportunidades, salario, derechos, poder, voz... Que los hombres. Pese a los avances conseguidos desde la Declaraci¨®n y Plataforma de Acci¨®n de Beijing de 1995 en la lucha contra la violencia de g¨¦nero, la reducci¨®n de la mortalidad materna o garantizar la educaci¨®n para las ni?as, los prejuicios representan un lastre que ha ralentizado el paso. Todav¨ªa en 2020, un 47,4% de la poblaci¨®n del mundo dice que los varones son mejores l¨ªderes pol¨ªticos y un 41,4% cree que son m¨¢s id¨®neos para mandar en los negocios. Es lo que ha encontrado un estudio del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado este jueves.

"Es inaceptable e insatisfactorio. Los cambios no suceden a la velocidad y escala necesarias", opina Raquel Lagunas, asesora para cuestiones de igualdad de g¨¦nero en el PNUD, sobre los dos siglos que llevar¨¢ cerrar la brecha de g¨¦nero. "Las normas sociales, las expectativas, los prejuicios, los sesgos de g¨¦nero, el sistema de creencias son los mayores obst¨¢culos para seguir progresando", explica por tel¨¦fono. Para?Pedro Concei??o, director del equipo encargado del Informe sobre Desarrollo Humano, un ejemplo claro se ve en la participaci¨®n pol¨ªtica. "Las mujeres no ten¨ªan derecho al voto a principios del siglo XX. Ahora s¨ª, es un progreso b¨¢sico. Pero si miras a los jefes de Estado, ellas apenas representan un 5%", apunta desde su despacho en Nueva York.

El techo de cristal no solo impide el ascenso de las mujeres en la esfera del poder pol¨ªtico, sino tambi¨¦n econ¨®mico y social. Mientras que algunas leyes y programas han abierto algunas grietas, esta barrera se mantiene fuerte a base de ideas contrarias a la igualdad de g¨¦nero. De acuerdo con el estudio, el 91% de los hombres y el 86% de las mujeres de los 75 pa¨ªses (81% de la poblaci¨®n global) en los que se han realizado encuestas tienen al menos uno de esos pensamientos machistas. Aparte de los ya citados sobre la capacidad para ser l¨ªderes, un 30% cree que est¨¢ justificado que un var¨®n pegue a su pareja y el 50% de los hombres cree que ellos tienen m¨¢s derecho a un trabajo.

Estos prejuicios no son solo cosa de hombres. De hecho, las mujeres tambi¨¦n tienen incorporadas estas ideas machistas en sus pensamientos que acaban paralizando el progreso de todas y tambi¨¦n de s¨ª mismas. "Los sesgos de g¨¦nero son inhibidores de oportunidades. Por ejemplo, a partir de los 12 a?os, las ni?as empiezan a levantar menos la mano en clase; con lo que se restan posibilidades de expresar sus ideas. Es tres veces m¨¢s dif¨ªcil para las mujeres llegar a ser pol¨ªticas por barreras externas, pero tambi¨¦n por sesgos propios", apunta Lagunas.

Al ritmo actual, se tardar¨¢n 202 a?os en cerrar la brecha de g¨¦nero

Esto se traduce en una sobre representaci¨®n de la poblaci¨®n femenina en trabajos informales y precarios, as¨ª como no remunerados en el hogar. Pero apenas un 21% son empleadoras y un 12% millonarias. "Las mujeres hoy son las m¨¢s cualificadas de la historia (...) Pero parece que eso no es suficiente para conseguir la igualdad en la edad adulta", escriben los autores. La elecci¨®n de las opciones educativas tambi¨¦n est¨¢ condicionada por los prejuicios. As¨ª, solo un 15% de las graduadas en carreras relacionadas con la ciencia, tecnolog¨ªa y matem¨¢ticas (STEM, por sus siglas en ingl¨¦s) son chicas.

En la esfera privada, las normas sociales tambi¨¦n tienen un impacto negativo sobre la vida de las mujeres. Cada a?o, 12 millones de ni?as son v¨ªctimas de matrimonios forzados, lo que en la mayor¨ªa de los casos significa que tienen que dejar sus estudios, quedan embarazadas a muy temprana edad y est¨¢n expuestas a un mayor riesgo de sufrir complicaciones en el parto. "Por regiones, las mayores tasas se dan en ?frica con un 36% de mujeres enlazadas antes de cumplir los 18, y el sur de Asia con un 29%", destaca el estudio del PNUD. Adem¨¢s, cuatro millones est¨¢n en riesgo de ser sometidas a la mutilaci¨®n genital femenina anualmente. El 70% de las v¨ªctimas de trata detectadas en todo el mundo son ni?as y mujeres, la mayor¨ªa de ellas con fines de explotaci¨®n sexual. "Es sorprendente que una de cada 20 ni?as de 15 a 19 a?os ¡ªalrededor de 13 millones¡ª haya sufrido un acto de violaci¨®n en su vida, una de las formas m¨¢s violentas de abuso sexual que pueden sufrir", denuncia un informe lanzado por Unicef en el marco de la campa?a Generaci¨®n Igualdad.

"El sistema de normas y creencias lo incorporamos desde que somos peque?os; son sesgos inconscientes de g¨¦nero sobre lo que significa ser hombre y mujer", analiza Lagunas. En general, la sociedad espera que ellas sean las encargadas del hogar y ellos lleven el pan a casa, detalla el informe. "Trabajar esto requiere una nueva metodolog¨ªa", anota la experta. "Tiene que haber un cambio sist¨¦mico en la familia, que es la instituci¨®n m¨¢s resistente al cambio porque se considera privada, y tambi¨¦n en la escuela, la religi¨®n, los medios de comunicaci¨®n, la cultura... En definitiva, en los espacios de socializaci¨®n".

El 30% de los encuestados en 75 pa¨ªses cree que est¨¢ justificado que un hombre pegue a su pareja

El documento del PNUD insta a los Gobiernos a tomar una bater¨ªa de medidas en esta l¨ªnea. Dar un salto de lo tangible ¡ªleyes, pol¨ªticas, compromisos y declaraciones p¨²blicas¡ª a lo invisible. Cambiar mentalidades requiere de intervenciones "m¨¢s complejas", reconoce Lagunas. "Pero se puede conseguir cerrar la brecha", comenta positiva. "Ahora se necesitan otras pol¨ªticas. Lo m¨¢s efectivo en este sentido es crear conciencia, un sistema de incentivos y m¨¢s inversi¨®n en educaci¨®n", enumera Concei??o. Una v¨ªa es, por ejemplo, impulsar los permisos de paternidad. "Esto cambiar¨¢ la expectativa de que siempre ser¨¢ la madre quien cuide del beb¨¦", explica. Lagunas propone "conversaciones significativas" como se trabaja en algunos programas sobre igualdad de g¨¦nero del PNUD. "Es una cuenta pendiente c¨®mo trabajar con hombres y ni?os", a?ade.

Adem¨¢s de la complejidad, este tipo de intervenciones enfrentan otros retos. Uno de ellos es que los resultados se observar¨¢n en el largo plazo y los mandatarios suelen buscar resultados r¨¢pido. La igualdad de g¨¦nero tiene que convertirse en un "compromiso de pa¨ªs", afirma Lagunas. La calle, tomada por una marea morada de mujeres a nivel global, lo est¨¢ reclamando. El movimiento feminista ha tomado fuerza en los ¨²ltimos a?os; fen¨®menos como el Me Too, el Ni una menos y m¨¢s recientemente la expansi¨®n del himno Un violador en tu camino dan cuenta de ello. Pero algunos l¨ªderes no solo son cortoplacistas, sino que no creen que la igualdad de g¨¦nero sea un objetivo a perseguir, como establece la Agenda 2030 de desarrollo sostenible que acordaron todos los pa¨ªses miembros de las Naciones Unidas. "La sociedad tiene sesgos de g¨¦nero, no es sorprendente que se reflejen en sus l¨ªderes", opina Concei??o.

Otra piedra en el camino hacia la igualdad de g¨¦nero es el surgimiento de nuevas discriminaciones. El director del informe de desarrollo humano del PNUD apunta dos. Las que generan el cambio clim¨¢tico y las nuevas tecnolog¨ªas.? Ellas son "m¨¢s vulnerables" al primero pues son quienes mayoritariamente desempe?an labores relacionadas con la naturaleza, como la agricultura. En cuanto a la brecha digital, Concei??o subraya c¨®mo los algoritmos y la inteligencia artificial "restan oportunidades de trabajo a las mujeres pues los sesgos de g¨¦nero hacen que se oferten las opciones mejor remuneradas a los hombres".

El horizonte dibujado en la Declaraci¨®n de Beijing, "el plan m¨¢s progresista que jam¨¢s hab¨ªa existido para promover los derechos de la mujer", seg¨²n ONU Mujeres, sigue lejos. ¡°Hace 25 a?os, los gobiernos del mundo asumieron un compromiso con las mujeres y las ni?as, pero solo han cumplido parcialmente su promesa. Aunque la comunidad internacional ha demostrado la voluntad pol¨ªtica necesaria para enviar a muchas ni?as a la escuela, ha fracasado vergonzosamente a la hora de dotarlas de las aptitudes y el apoyo que necesitan no solo para labrarse su propio futuro, sino para vivir con seguridad y dignidad¡±, afirma en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. ¡°El acceso a la educaci¨®n no es suficiente, debemos tambi¨¦n cambiar los comportamientos y las actitudes hacia las ni?as. La verdadera igualdad solo llegar¨¢ cuando todas las ni?as est¨¦n a salvo de la violencia, sean libres de ejercer sus derechos y puedan disfrutar de las mismas oportunidades en la vida¡±, zanja.

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