El agricultor que desafi¨® a la industria con sus barras de chocolate
El peruano Gabriel Sangama lleva una vida luchando por elaborar su propio cacao, de formar artesanal e independiente. A sus cincuenta a?os, quiere compartir su experiencia con sus vecinos y as¨ª protegerlos de los terratenientes
Gabriel Sangama es productor de chocolate y vive en Chazuta, un pueblo de 8.000 habitantes en el amazonas peruano. A sus cincuenta a?os, y despu¨¦s de dedicar toda una vida investigando los procesos de producci¨®n del cacao, est¨¢ llevando a cabo una iniciativa local que desaf¨ªa el modelo de negocio de la agroindustria global y garantiza el desarrollo de las futuras generaciones.
Sangama es titulado en producci¨®n agropecuaria y especialista en sistemas de siembra de semillas de cacao. Este es el m¨¦todo al que ha dedicado gran parte de su vida: ¡°Primero fermento el cacao. Luego lo seco al sol durante siete d¨ªas. Despu¨¦s lo tuesto y lo hago grano para producir la pasta, hacer los chocolates y envasarlos. Si incorporamos este proceso localmente, vamos a eliminar al intermediario y as¨ª pagar un precio justo a los agricultores¡±, explica Gabriel. Y contin¨²a, ¡°solo mejorar el proceso de fermentaci¨®n me llev¨® dos a?os, he investigado toda mi vida y ahora tengo que concienciar a la gente de que esto no es un proyecto a corto plazo¡±.
Reformular la cadena de producci¨®n no es tarea sencilla en una regi¨®n donde la gente est¨¢ acostumbrada a vivir al d¨ªa y someterse a los intermediarios y las grandes industrias resuelven a las familias los problemas a corto plazo. Pero si alguien puede cambiar esa visi¨®n en la comunidad es Gabriel.
Una vez consigui¨® producir sus primeras barras de chocolate se dedic¨® a recorrer el Per¨² para darlo a conocer a pesar de perder dinero y de la oposici¨®n de su esposa. A los pocos meses, ya estaba recibiendo los primeros encargos. El pasado a?o vendi¨® m¨¢s de tres mil barras a clientes establecidos, sobre todo, en la costa del pa¨ªs. Le ha llevado toda una vida conseguir esta forma de trabajar que desaf¨ªa al modelo de producci¨®n establecido por las grandes multinacionales agroindustriales y las chocolateras occidentales.
Ahora, est¨¢ centrado en la ¨²ltima fase de la cadena de producci¨®n. ¡°Produzco cacao puro, con jengibre, con c¨²rcuma o con coca. Si le a?ado estos ingredientes con altas propiedades medicinales ya le estoy dando un alto valor a mi producto. Con el Sacha Inchi (conocido como el cacahuete de la selva) estoy ya preparando un aperitivo con chocolate. Creo que esta es la clave, darle un valor a?adido al producto¡±.
Un proyecto para la comunidad
Chazuta es una comunidad con larga tradici¨®n en la producci¨®n y elaboraci¨®n de productos con cacao. Las familias han elaborado en sus casas jugos, mieles o incluso marinados con este ingrediente como base y Sangama no se conforma solo con sacar su propio proyecto adelante. Quiere hacer de su regi¨®n un lugar sostenible no solo econ¨®mica si no tambi¨¦n socialmente. ¡°Yo he estudiado toda mi juventud, tengo la f¨®rmula y quiero darles las herramientas a los dem¨¢s para que trabajen. Hay que vincularlos ahora a todos y que tengamos un sentido com¨²n con una visi¨®n para toda la vida y para las nuevas generaciones¡±. El agricultor explica cu¨¢l ser¨¢ el siguiente paso: ¡°Planeamos organizar el mes que viene nuestra primera feria en la que estamos tratando de que todos vengan a dar a conocer y vender sus productos¡±.
Una vez consigui¨® producir sus primeras barras de chocolate se dedic¨® a recorrer el Per¨² para darlo a conocer a pesar de perder dinero y de la oposici¨®n de su esposa
Desde muy joven, Sangama fue una persona con visi¨®n de futuro, una manera de ver la vida que le hace trasladarse a un tiempo m¨¢s lejano incluso que al de su propia existencia. Por eso, sentencia: ¡°Aqu¨ª ya est¨¢n viniendo gente de fuera a comprar terrenos y para m¨ª esto es una amenaza que me preocupa. Van dejando a los agricultores sin espacio y se forman latifundios, como en los tiempos de antes. Es como volver a la antigua vida, vivir siempre siendo sus trabajadores y no poder prosperar ni darle una educaci¨®n a nuestros hijos".
En definitiva, la competencia entre los vecinos no es un problema ni para Gabriel ni para la comunidad sino el mejor aliado. Conseguir que las familias tengan un modo de vida independiente y sostenible blinda a la regi¨®n contra un sistema de producci¨®n industrial que impida su desarrollo.
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