¡®Urbi et orbi¡¯ del coronavirus
El primer foro global sobre ciudades y Covid-19 debate las desigualdades y brechas que se evidencian en la implementaci¨®n de medidas para combatir esta crisis mundial
El mundo entero se ha visto conmovido por la pandemia del coronavirus, que aun no tiene cura, ni vacuna. Tambi¨¦n perturbado con incontables an¨¢lisis de los impactos biol¨®gicos, econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales. Sin embargo, muy poco se ha conocido respecto de su huella en las urbes. Llamativa situaci¨®n dado que la Covid-19 puede considerarse una enfermedad urbana porque la transmisi¨®n es inter personal, cuesti¨®n que mayoritariamente ocurre en las zonas de alta concentraci¨®n de poblaci¨®n, es decir las ciudades, porque son los lugares donde mayor densidad de habitantes existe.
Por eso, el pasado jueves 26 de marzo se organiz¨® el Primer Foro Global de Ciudades y Coronavirus, para discutir el impacto de la enfermedad en las ciudades de los cinco continentes; luego vendr¨¢ un segundo evento que tendr¨¢ lugar el 14 de abril para debatir los efectos de las pol¨ªticas sanitarias sobre vivienda, infraestructura, espacio p¨²blico y el urbanismo del futuro. Y concluir¨¢ con un tercero que se realizar¨¢ el 28 del mismo mes para conocer la experiencia y opini¨®n de los alcaldes de distintas ciudades de cada continente. La din¨¢mica con la que se ha construido el foro, ha permitido sumar m¨¢s de 100 redes e instituciones, y no menos de 20.000 asistentes.
Itinerario del coronavirus
La primera expresi¨®n del itinerario del COVID-19 es su expansi¨®n por los territorios, a trav¨¦s de focos de irradiaci¨®n. Por continentes: primero fue Asia, luego Europa y hace un mes las Am¨¦ricas, para finalmente recalar en ?frica. Seg¨²n pa¨ªses: el inicial fue China y despu¨¦s Corea del Sur, Italia, Espa?a, Estados Unidos, Brasil y Sud¨¢frica para hoy llegar a 185 naciones infectadas, de las 193 reconocidas por la ONU. Adicionalmente por ciudades: nace en Wuhan y continua por Mil¨¢n, Nueva York, Madrid, Sao Paulo y Santiago. Esta expresi¨®n espacial del contagio ha conducido al renacimiento de las fronteras y con ellas a las visiones nacionalistas, regionalistas y localistas, donde la soberan¨ªa pasa como zona de seguridad.
La propuesta de la distancia o aislamiento social convierte al espacio p¨²blico en una maldici¨®n, donde la poblaci¨®n desaparece y es criminalizada, volvi¨¦ndose un territorio fantasmal, expresi¨®n de una agorafobia colectiva que impide incluso que el informal trabaje, more y viva (urbicidio)
Una segunda manifestaci¨®n del itinerario del contagio tiene que ver con la condici¨®n social: inicialmente afect¨® a las clases medias y medias altas porque el virus fue importado (primario); para en la actualidad ser comunitario (terciario), afectando principalmente a los sectores populares. En ese sentido, a la vulnerabilidad enfocada en la tercera la edad debe sumarse la condici¨®n socioecon¨®mica de la poblaci¨®n.
Pol¨ªticas homog¨¦neas en territorios heterog¨¦neos
Las pol¨ªticas para contener el virus son homog¨¦neas en territorios desiguales, lo cual parad¨®jicamente incrementa la desigualdad y el contagio. La medida #Lavatelasmanos, pone en discusi¨®n recursos como es el agua y el jab¨®n, que son escasos o nulos en ciertas zonas del mundo. La pol¨ªtica #QuedateEnCasa, pone en riesgo a grupos poblacionales con casas precarias, alto hacinamiento o importante d¨¦ficit, incrementando la infecci¨®n en el espacio dom¨¦stico.
La propuesta de la distancia o aislamiento social convierte al espacio p¨²blico en una maldici¨®n, donde la poblaci¨®n desaparece y es criminalizada, volvi¨¦ndose un territorio fantasmal, expresi¨®n de una agorafobia colectiva que impide incluso que el informal trabaje, more y viva (urbicidio). A pesar de ello, la ciudad y los ciudadanos se reinventan en nuevos espacios como los balcones y las nuevas vecindades que se construyen.
A dichas medidas se suman la restricci¨®n a movilizarse, que conduce al retorno del sedentarismo, en un marco de una sociedad de flujos que muta a medios digitales, produciendo una evaporaci¨®n del espacio de los lugares. As¨ª, por ejemplo, el cierre de la escuela va acompa?ada de la implementaci¨®n de medios pedag¨®gicos virtuales que ampl¨ªan las brechas educativas. Lo mismo ocurre con el trabajo, los servicios, el comercio y la salud.
?Qu¨¦ viene?
La recesi¨®n econ¨®mica en el mundo se estima ser¨¢ entre el 2% el 4% del PIB, lo cual conducir¨¢ a la p¨¦rdida de millones de empleos y la presencia de millones de nuevos pobres. Las pol¨ªticas econ¨®micas se evaluar¨¢n en el tiempo seg¨²n los tres enfoques principales: auspiciar la econom¨ªa de mercado en Estados Unidos y Gran Breta?a, fortalecer la econom¨ªa social y solidaria en M¨¦xico o diferirla a despu¨¦s de la crisis como en Argentina.
El impacto de la contracci¨®n econ¨®mica y del colapso de los sistemas de representaci¨®n pol¨ªtica fortalecer¨¢n la "ciudad de la protesta", escenario donde se manifestar¨¢ la inconformidad de la poblaci¨®n, incrementando los estallidos sociales ocurridos en Hong Kong, Par¨ªs, Teheran, Santiago, Quito y El Cairo, entre muchas otras urbes.
La ciudad actual no volver¨¢ a ser igual. La Covid-19 evidencia la necesidad de actualizar la forma en que se construyen las ciudades, recuperando el sentido de lo p¨²blico y discutiendo lo privado. Se pasar¨¢ de una ciudad real, a la que est¨¢bamos acostumbrados, a una virtual que ya la empezamos a vivir con la revoluci¨®n tecnol¨®gica y su masificaci¨®n; lo cual acarrear¨¢ nuevas formas de convivencia y nuevas estrategias de enfrentar las desigualdades en cada territorio (justicia espacial).
La planificaci¨®n urbana que naci¨® con la revoluci¨®n industrial, destinada a reducir los procesos de contaminaci¨®n con criterios de salud p¨²blica vinculados a la zonificaci¨®n de las urbes con usos de suelo espec¨ªficos, deber¨¢ reinventarse para regular el mercado inmobiliario y recuperar las corrientes higienistas; con ciudades menos compactas y dispersas. Debido a que los focos de transmisi¨®n somos la poblaci¨®n misma, ?qu¨¦ tan cercanos y cuanta interacci¨®n deberemos tener en el futuro?. Pero adem¨¢s, ?c¨®mo se puede reducir la vulnerabilidad de los grupos populares? As¨ª otro urbanismo nacer¨¢, en el que el Derecho a la Ciudad deber¨¢ tener un puesto central.
En ese sentido, a pesar de que el aislamiento es el ¨²nico factor que en la actualidad demuestra reducci¨®n de casos de contagio, como el profesor Liao Fan de la Academia China de Ciencias Sociales mencion¨® en el Primer Foro Global: "los individuos y las ciudades, no podemos ser islas, debemos empezar a trabajar en conjunto para encontrar soluciones y unirnos en esta guerra, en la cual todo/as tenemos un enemigo com¨²n".
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