C¨®mo convertir el encierro en una aventura infantil
EL lenguaje crea realidad. Y la que estamos viviendo estos d¨ªas, tan diferente a lo conocido hasta ahora, que nos ha sacado de cuajo de nuestras rutinas vitales, requiere de nosotros respuestas que tengan en cuenta ¡ªm¨¢s que nunca¡ª el calado que tiene en nuestros hijos lo que decimos y hacemos con ellos. En palabras del psiquiatra y fil¨®sofo austriaco Viktor Frankl, ¡°las circunstancias externas pueden despojarnos de todo, menos de una cosa: la libertad de elegir c¨®mo responder a esas circunstancias¡±. Padres, madres y tambi¨¦n docentes tenemos una doble responsabilidad: de nosotros depende en gran medida c¨®mo vivan nuestros menores esta crisis. Reunimos aqu¨ª algunas ideas generales que pueden ayudar a las familias a gestionar estos d¨ªas de confinamiento por coronavirus. No son recetas infalibles, sino propuestas psicosaludables que pueden ayudar a aliviar el d¨ªa a d¨ªa e incluso convertir este tiempo en una oportunidad para conocernos mejor y fortalecer el v¨ªnculo con nuestros hijos.
Multiplica tu dosis diaria de paciencia. Con los peque?os, con los adolescentes, con tu pareja y contigo mismo. Igual que hemos aumentado la cantidad de actividades disponibles para no ¡°aburrirnos¡± o de comida ¡°por si acaso¡±, mucho m¨¢s efectivo es incrementar la paciencia. Dec¨ªa Gandhi que perder la paciencia es perder la batalla.
Revisa tus expectativas. De la misma manera que estamos ajustando elementos, por ejemplo, en la log¨ªstica diaria, hay que ajustar nuestros niveles de exigencia y perfeccionismo cotidianos. Estamos en otra realidad, por ello no nos sirve todo lo que tra¨ªamos de la anterior. Expectativas acerca de cu¨¢nto tiempo est¨¢n con las pantallas, cu¨¢nto dedican a tareas del cole, cu¨¢nto leen y hasta cu¨¢nto se pelean son necesariamente revisables. No te olvides en todo momento de que ellos tambi¨¦n est¨¢n encerrados, secuestrados por una realidad que no terminan de procesar, y con muchos menos recursos tanto emocionales como cognitivos que nosotros.
Crea nuevas rutinas. Sigue siendo importante tener rutinas, ya que los ni?os, cuanto m¨¢s peque?os, m¨¢s necesitan un ambiente predecible. Sin embargo, estas rutinas deber¨¢n ajustarse a la nueva situaci¨®n, pueden ser m¨¢s flexibles, pero es necesario que sean estables.
El sentido del humor es una herramienta potente. En tiempos de crisis, angustia e incertidumbres, el humor genera endorfinas y nos da perspectiva, siempre que no se convierta en una m¨¢scara que todo lo trivialice y lo lleve al absurdo y a la negaci¨®n. ¡°Todo debe simplificarse tanto como sea posible, pero no m¨¢s¡±, dec¨ªa Albert Einstein.
Sigue haciendo planes a medio plazo, sin perder el foco en el aqu¨ª y ahora. Haz proyectos para dentro de unos meses y construye mentalmente ese futuro que pronto ser¨¢ presente. Planes personales y planes familiares. Esto ayuda a grandes y peque?os a interiorizar la idea de que esta realidad no es sine die, sino un par¨¦ntesis. Hacerlo da ox¨ªgeno psicol¨®gico a nuestro cerebro y convierte el presente en algo m¨¢s llevadero, sobre todo si alg¨²n d¨ªa viene el baj¨®n, que vendr¨¢.
Crea citas diarias con las que todos disfrutan. Con los m¨¢s peque?os, una actividad al final de cada tarde puede ser dibujar lo mejor de ese d¨ªa, y con los m¨¢s mayores, jugar a verbalizarlo. Se trata de rescatar lo positivo y desplazar el foco hacia lo bueno y lo luminoso.
Implica a tus hijos en las tareas del hogar. Les ayuda a sentirse ¨²tiles y refuerza el sentimiento de pertenencia y equipo. Pero sin exigencias perfeccionistas. No se trata de que el vaso quede n¨ªtidamente limpio, sino de que el ni?o se esfuerce en colaborar y disfrute haci¨¦ndolo.
Aprovecha para ense?arles a hacer cosas para las que nunca hay tiempo. Cocinar, arreglar peque?os desperfectos del hogar¡, y tambi¨¦n aprende t¨² de ellos, dedica tiempo a compartir sus juegos de la tablet, por ejemplo. Es decir, ac¨¦rcate a su mundo, hay mucho que descubrir ah¨ª.
Es importante diferenciar los momentos de trabajo de los de ocio. Si no dispones de habitaciones diferenciadas para ello, entonces intenta adaptar el contexto: retira ordenadores, libros¡ Los ni?os, cuanto m¨¢s peque?os sean, m¨¢s se?ales del ambiente necesitan para comprender y ajustarse a las demandas de la realidad. Incluso a los adultos nos ayuda tambi¨¦n a separar entre una cosa y otra cuando se junta todo en el mismo espacio-tiempo, producto del confinamiento.
No llenes su tiempo de actividades. Permite el silencio (televisi¨®n apagada) y el aburrimiento. Aunque no lo parezca, ese es un tiempo de barbecho necesario para el descanso sensorial, la imaginaci¨®n y la creatividad.
Es importante sentirse conectados. Esto se logra dedicando ratos a llamar a otros miembros de la familia y a los amigos. En videollamadas grupales, los ni?os puedan contarse c¨®mo se sienten e incluso darse ideas para combatir el encierro.
Puedes vivir esto como un problema o como una oportunidad. Seg¨²n c¨®mo decidas vivirlo, lo vas a transmitir a tus hijos. Cuando todo esto pase a formar parte del pasado, ellos podr¨¢n recordarlo con cari?o y alegr¨ªa o como un encierro infernal. De ti depende. ¡ªeps
Olga Carmona es psic¨®loga cl¨ªnica experta en neuropsicolog¨ªa de la educaci¨®n (y pasa estos d¨ªas de confinamiento en familia con sus dos hijos).
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