L¨ªderes de todo el mundo piden una respuesta com¨²n contra el virus | Carta al G20
Expresidentes y ex primeros ministros de 70 pa¨ªses, as¨ª como relevantes personalidades del mundo de la econom¨ªa y de las relaciones internacionales, exigen un liderazgo global que act¨²e con urgencia para evitar que el coronavirus se extienda y reaparezca en zonas vulnerables de Asia, ?frica y Latinoam¨¦rica
Decenas de exjefes de Estado y de Gobierno, junto con destacados diplom¨¢ticos, acad¨¦micos y otras relevantes figuras en las relaciones internacionales, exhortan a los Ejecutivos del G20 a elaborar una respuesta conjunta al formidable desaf¨ªo sanitario y econ¨®mico que plantea la pandemia a escala global. Frente al actual panorama de acciones nacionales y dificultades en articular una reacci¨®n com¨²n incluso en bloques homog¨¦neos como la Uni¨®n Europea, los firmantes postulan propuestas internacionales para superar el mayor reto global en d¨¦cadas.
En el apartado sanitario, el manifiesto propone la convocatoria de una conferencia de donantes para, entre otras cosas, ofrecer apoyo financiero a los pa¨ªses con los sistemas de sanidad m¨¢s d¨¦biles. En el econ¨®mico, fortalecer la capitalizaci¨®n del Banco Mundial y otras instituciones financieras regionales, incrementar los fondos para agencias de la ONU que ayudan a los desfavorecidos y condonar a los pa¨ªses m¨¢s pobres el pago de la deuda de este a?o.
Entre los firmantes figuran el ex secretario general de la ONU Ban Ki-moon, los expresidentes de la Comisi¨®n Europea Jos¨¦ Manuel Barroso y Romano Prodi, los expresidentes del Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, los ex primeros ministros brit¨¢nicos Gordon Brown (uno de los tres primeros signatarios), Tony Blair y John Major, y una pl¨¦tora de destacadas personalidades de la pol¨ªtica y otros sectores. A continuaci¨®n, lea la carta completa al G-20.
Manifiesto para una acci¨®n conjunta contra la pandemia
Escribimos para pedir una actuaci¨®n inmediata coordinada a nivel internacional ¡ªen los pr¨®ximos d¨ªas¡ª para hacer frente a las graves crisis sanitarias y econ¨®micas mundiales derivadas de la Covid-19.
El comunicado hecho p¨²blico tras la cumbre extraordinaria de los l¨ªderes del G20 el 26 de marzo de 2020 reconoci¨® la gravedad y la urgencia de la crisis de salud p¨²blica y la crisis econ¨®mica, pero ahora necesitamos medidas inmediatas y espec¨ªficas sobre las que podamos ponernos de acuerdo de inmediato y en la dimensi¨®n necesaria: ayuda de emergencia para las iniciativas mundiales de salud emprendidas por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y medidas de emergencia para restablecer la econom¨ªa en todo el mundo. Para ambas cosas es necesario que los l¨ªderes mundiales se comprometan a financiar cantidades muy superiores a la capacidad actual de nuestras instituciones internacionales.
En 2008-2010, la crisis econ¨®mica inmediata pudo superarse cuando se hizo frente a la l¨ªnea de fractura econ¨®mica: la subcapitalizaci¨®n del sistema bancario mundial. Ahora, sin embargo, la emergencia econ¨®mica no podr¨¢ resolverse hasta que se haya resuelto la emergencia sanitaria; y esta no se acabar¨¢ solo con vencer a la enfermedad en un pa¨ªs, sino garantizando la recuperaci¨®n de la Covid-19 en todos los pa¨ªses.
Medidas sanitarias mundiales
Es necesario ayudar a la OMS a coordinar la producci¨®n y la adquisici¨®n mundial de suministros m¨¦dicos con el fin de cubrir la demanda mundial
Todos los sistemas de salud ¡ªincluso los m¨¢s avanzados y mejor financiados¡ª est¨¢n tambale¨¢ndose bajo la presi¨®n del virus. Ahora bien, si no hacemos nada mientras la enfermedad se propaga por ciudades pobres de ?frica, As¨ªa y Latinoam¨¦rica y en comunidades fr¨¢giles con muy pocos equipos para realizar pruebas, respiradores y suministros m¨¦dicos, y en los que el distanciamiento social e incluso el lavado de manos son dif¨ªciles de garantizar, el coronavirus persistir¨¢ en esas zonas y reaparecer¨¢ para atacar el resto del mundo con nuevos brotes que prolongar¨¢n la crisis.
Los l¨ªderes mundiales deben ponerse inmediatamente de acuerdo en dedicar 8.000 millones de d¨®lares ¡ªseg¨²n lo previsto por la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparaci¨®n¡ª a cubrir los vac¨ªos m¨¢s urgentes en la respuesta contra la Covid-19. Las partidas deber¨¢n ser las siguientes:
1.000 millones de d¨®lares este a?o para cubrir las necesidades urgentes de la OMS: con ellos, podr¨¢ desempe?ar plenamente sus cruciales funciones. Aunque la OMS ha hecho un llamamiento p¨²blico y 200.000 personas y organizaciones ya han aportado generosamente m¨¢s de 100 millones de d¨®lares, no podemos pretender que dependa exclusivamente de las donaciones ben¨¦ficas.
3.000 millones de d¨®lares para vacunas: La Coalici¨®n para las Innovaciones en Preparaci¨®n para Epidemias (CEPI) est¨¢ coordinando los esfuerzos internacionales de investigaci¨®n para desarrollar y producir en masa vacunas eficaces contra la Covid-19. La Alianza Global para Vacunas e Inmunizaci¨®n (GAVI) tendr¨¢ un papel fundamental en la adquisici¨®n y distribuci¨®n de dichas vacunas, y necesita 7.400 millones de d¨®lares para su reabastecimiento, que habr¨¢ que financiar.
2.250 millones para tratamientos terap¨¦uticos; el Acelerador Terap¨¦utico para la Covid-19 tiene la intenci¨®n de distribuir 100 millones de tratamientos antes de que termine 2020, y necesita dinero para desarrollar y extender r¨¢pidamente el acceso a dichas terapias.
En lugar de que cada pa¨ªs, estado o provincia compita por una parte de las reservas existentes, con el riesgo de un r¨¢pido aumento de precios, debemos aumentar la oferta, para lo que es necesario ayudar a la OMS a coordinar la producci¨®n y la adquisici¨®n mundial de suministros m¨¦dicos, como tests, equipos de protecci¨®n individual y tecnolog¨ªa de telecomunicaciones, con el fin de cubrir la demanda mundial. Tambi¨¦n habr¨¢ que reservar recursos para acumular y distribuir material esencial.
Se deber¨ªa dar acceso a los acuerdos de canje de divisas a un grupo m¨¢s amplio de bancos centrales, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) deber¨ªa firmar acuerdos de canje con los principales bancos centrales. Adem¨¢s, el Fondo deber¨ªa utilizar esas reservas de divisas fuertes y establecer su propio instrumento de canje para ofrecer ayuda financiera de emergencia a los pa¨ªses emergentes y en desarrollo. Pero es vital que, para evitar despidos masivos, las garant¨ªas que se ofrezcan en cada pa¨ªs vayan inmediatamente acompa?adas de la puesta en pr¨¢ctica de la ayuda a las empresas y las personas por parte de los bancos locales.
Las econom¨ªas emergentes ¡ªy en particular, las de los pa¨ªses m¨¢s pobres¡ª necesitan una ayuda especial, entre otras cosas para asegurar que los recursos lleguen a todos los perjudicados por el dr¨¢stico descenso de la actividad econ¨®mica. El FMI ha dicho que va a movilizar todos sus recursos. Deber¨ªa haber una asignaci¨®n adicional de 500.000 ¨C 600.000 millones de d¨®lares en forma de Derechos Especiales de Giro (DEG). Al mismo tiempo, para garantizar que cada pa¨ªs tenga suficiente financiaci¨®n, recomendamos a los miembros del FMI que permitan que se excedan los l¨ªmites de la cuota de pr¨¦stamo en los pa¨ªses m¨¢s necesitados.
Asimismo se necesitar¨¢n otros 35.000 millones de d¨®lares, tal como ha destacado la OMS, para ayudar a pa¨ªses con sistemas de salud m¨¢s d¨¦biles y poblaciones especialmente vulnerables; entre otras cosas, para suministrar material m¨¦dico fundamental, dar m¨¢s apoyo al personal sanitario nacional (el 70% del cual, en muchos pa¨ªses, lo forman mujeres mal remuneradas) y reforzar la resistencia y la preparaci¨®n de cada pa¨ªs. Seg¨²n la OMS, casi el 30% de los pa¨ªses no tienen planes nacionales de respuesta a la Covid-19, y solo la mitad dispone de un programa nacional de prevenci¨®n y control de las infecciones. Los sistemas de salud en los pa¨ªses de rentas m¨¢s bajas tendr¨¢n m¨¢s dificultades, y las estimaciones m¨¢s optimistas del Imperial College de Londres indican que se producir¨¢n 900.000 muertes en Asia y 300.000 en ?frica.
Proponemos que se convoque una conferencia mundial de donantes ¡ªcon el respaldo de un Grupo de Trabajo Ejecutivo del G20¡ª para asignar recursos a estas urgentes necesidades sanitarias mundiales.
Medidas econ¨®micas mundiales
Los Gobiernos nacionales han trabajado mucho para contrarrestar la ca¨ªda de sus econom¨ªas. Pero un problema econ¨®mico mundial exige una respuesta econ¨®mica mundial. Nuestro objetivo debe ser impedir que una crisis de liquidez se convierta en una crisis de solvencia y una recesi¨®n mundial se convierta en una depresi¨®n mundial. Para ello se necesitan con urgencia iniciativas fiscales, monetarias, de bancos centrales y antiproteccionistas que est¨¦n m¨¢s coordinadas. Los ambiciosos est¨ªmulos fiscales de algunos pa¨ªses ser¨¢n m¨¢s eficaces si los acompa?an todos los dem¨¢s pa¨ªses que est¨¦n en situaci¨®n de implantarlos.
El Banco Mundial y muchos bancos regionales de desarrollo se han recapitalizado recientemente, pero ser¨¢ necesario inyectar m¨¢s dinero. Es probable que ¡ªcomo ocurri¨® en 2009, cuando solo el gasto del BIRF pas¨® de 16.000 millones a 46.000 millones de d¨®lares¡ª sea necesario ampliar mucho m¨¢s los recursos disponibles, tanto para el Banco como para los bancos regionales de desarrollo.
Para poder cumplir con sus responsabilidades de ayuda humanitaria, para atender a los refugiados y las personas desplazadas, cuya situaci¨®n seguramente va a volverse desesperada, y para no olvidar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los organismos de la ONU han hecho esta misma semana un llamamiento para recaudar 2.000 millones de d¨®lares que se necesitan urgentemente.
La comunidad internacional deber¨ªa renunciar este a?o a los pagos de la deuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres, incluidos 44.000 millones de d¨®lares que debe ?frica, y pensar en una condonaci¨®n para el futuro. con el fin de dar a los pa¨ªses pobres el margen fiscal necesario para afrontar los efectos sanitarios y econ¨®micos de la pandemia de Covid-19. Pedimos al G20 que encargue al FMI y el Banco Mundial que vuelvan a evaluar la sostenibilidad de la deuda de los pa¨ªses afectados.
Estamos de acuerdo con los l¨ªderes africanos y de los pa¨ªses en desarrollo en que, dada la amenaza existencial que se cierne sobre sus econom¨ªas, el vuelco cada vez mayor que van a sufrir su sustento y su educaci¨®n y su limitada capacidad para resguardar a las personas y a las empresas, se necesitar¨¢n al menos 150.000 millones de d¨®lares para crear redes de protecci¨®n sanitaria y social y otras ayudas urgentes.
Estas partidas de dinero deber¨ªan aprobarse de inmediato, ponerse en marcha bajo la coordinaci¨®n de un Grupo de Trabajo Ejecutivo del G20 dentro del Plan de Actuaci¨®n del G20 y quedar plenamente confirmadas en las pr¨®ximas reuniones del FMI y el Banco Mundial. Las dos instituciones econ¨®micas principales deben recibir garant¨ªas de que habr¨¢ m¨¢s aportaciones econ¨®micas bilaterales y se acordar¨¢ la necesidad de nuevas inyecciones de capital.
La soluci¨®n a largo plazo implica una dr¨¢stica reflexi¨®n sobre la salud p¨²blica mundial y la transformaci¨®n ¡ªcon los recursos necesarios¡ª de la arquitectura sanitaria y financiera del mundo entero.
La ONU, los Gobiernos de los pa¨ªses del G20 y las partes interesadas deben trabajar codo con codo para coordinar las actuaciones posteriores.
Gordon Brown fue primer ministro de Reino Unido, es enviado especial de la ONU para la Educaci¨®n Mundial; Erik Belgl?f fue economista jefe del Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo, es profesor y director?del Instituto de Asuntos Mundiales de la Escuela de Econom¨ªa y Ciencias Pol¨ªticas de Londres; Jeremy Farrar es director de la Wellcome Trust.
Adem¨¢s, firman esta carta: Felipe Gonz¨¢lez, expresidente del Gobierno entre 1982 y 1996, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, expresidente del Gobierno entre 2004 y 2011; Ana Palacio, ministra de Asuntos Exteriores entre 2002 y 2004; Malala Yoursafzai, Premio Nobel de la Paz 2014; Guy Verhofstadt, primer ministro de B¨¦lgica entre 1999 y 2008; Joseph Stiglitz, economista jefe del Banco Mundial entre 1997 y 2000 y Nobel de Econom¨ªa 2001; ?scar Arias, presidente de Costa Rica entre 2006 y 2010; Jos¨¦ Manuel Barroso, primer ministro de Portugal entre 2002 y 2004 y presidente de la Comisi¨®n Europea entre 2004 y 2014; Felipe Calder¨®n, presidente de M¨¦xico entre 2006 y 2012; Tony Blair, primer ministro del Reino Unido entre 1997 y 2007; Mauricio Macri, presidente de Argentina entre 2015 y 2019; Mario Monti, primer ministro de Italia entre 2011 y 2013; Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU entre 2007 y 2016; Romano Prodi, primer ministro de Italia entre 2006 y 2008; Juan Manuel Santos, presidente de Colombia entre 2010 y 2018. Aqu¨ª puede consultar todos los firmantes.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
? Project Syndicate, 2020.
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