¡°Ahora que hemos conocido Madrid sin contaminaci¨®n¡±: el manifiesto de tres arquitectas para una ciudad ¡®postcovid¡¯

Nadie pod¨ªa imaginar nuestra ciudad sin autom¨®viles, sin atascos, sin ruido, sin poluci¨®n; sin embargo, debido al confinamiento de la poblaci¨®n y la paralizaci¨®n de la actividad, esta imagen es hoy una realidad. Una realidad que, afortunadamente, tiene algo positivo y es que nos ofrece la oportunidad de imaginar una ciudad mejor. A nadie se le escapa, al observar las calles vac¨ªas, el espacio que tenemos y la oportunidad ¨²nica de repartirlo de forma m¨¢s equitativa. Ahora es posible imaginar una ciudad en la que cabemos todos, y donde prevalece la convivencia, desaparecen la crispaci¨®n y el estr¨¦s y el ciudadano disfruta del espacio p¨²blico respirando un aire saludable, sin bocinas ni atascos.

Esa ciudad postcovid con la que nos gustar¨ªa encontrarnos al salir se conseguir¨ªa con una serie de intervenciones que otras ciudades del mundo han probado posibles.

Un plan serio de movilidad para bicicletas

La cuarentena por el coronavirus ha constatado lo que ya sab¨ªamos, que el coche es el responsable de la contaminaci¨®n en la ciudad, de la mala calidad del aire y de las p¨¦simas consecuencias que la poluci¨®n acarrea para la salud. Tambi¨¦n sabemos que la bicicleta es el veh¨ªculo privado que ofrece m¨¢s ventajas y, de hecho, esta es la mejor alternativa para la movilidad durante esta situaci¨®n, pese a los problemas que algunos ciclistas se han encontrado, y para el futuro inmediato.

Su uso es saludable, es silencioso, es compacto en la calzada, no ocupa espacio de aparcamiento y tampoco se pierde tiempo buscando d¨®nde aparcarla. El problema de Madrid no eran las pendientes de la ciudad, sino el peligro de un tr¨¢fico denso y la falta de espacio para circular. Es el momento de implementar en nuestra ciudad una red ciclista segura y segregada para que la bicicleta pueda servir de veh¨ªculo para todos, incluidos ni?os y mayores: el Plan director de movilidad ciclista de Madrid.

Volver a los bulevares de principios del siglo XX

Seg¨²n este plan, la nueva calle se distribuir¨ªa de la siguiente manera: ampliaci¨®n del espacio actual de las aceras ¨Ccon ¨¢rboles que ofrezcan sombra en verano¨C, carriles-bici segregados y seguros, espacio para el transporte p¨²blico tambi¨¦n segregado y, siempre que fuese posible, por el tama?o de la calzada, una zona verde o bulevar. La adaptaci¨®n a este modelo puede ser progresiva, empezando en algunas calles, y luego extendi¨¦ndose al resto de la ciudad. Tenemos que conseguir reducir el espacio del autom¨®vil (carriles y aparcamientos) y volver a la distribuci¨®n de principios el siglo XX, antes de que el coche invadiera nuestros bulevares, recortara nuestras aceras y eliminara nuestros ¨¢rboles centenarios para hacerse con todo el espacio en la calzada.

Muchos profesionales venimos reivindicando desde hace a?os este nuevo modelo de calles que apuesta por la promoci¨®n de la salud y la calidad de vida en la ciudad. Entre ellos, arquitectos, urbanistas y profesores de la Escuela T¨¦cnica de Arquitectura Superior de Madrid y la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (v¨¦anse algunos proyectos como ODS2030, Proyecto UNI-Health 2019, DuyOT, iniciativas en la semana de la movilidad, etc.).

La redistribuci¨®n del espacio de la calzada que proponemos ya est¨¢ siendo implementada en muchas ciudades del mundo, pero m¨¢s a¨²n se han unido a esta estrategia durante la covid-19. No queremos que Madrid vuelva a estar a la cola del desarrollo sostenible, apostando por la promoci¨®n del veh¨ªculo privado como medio de transporte. Como apuntaba un art¨ªculo de El Pa¨ªs, en Viena se han cerrado ya m¨¢s de 20 calles a los coches; en Berl¨ªn se han convertido las calzadas en recorridos preferentes para el ciclismo urbano; en Estados Unidos decenas de ciudades han cerrado avenidas a los coches y han transformado calzadas en carriles-bici, y Mil¨¢n transformar¨¢ m¨¢s de 35 km en espacio para peatones y ciclistas.

En Londres ya exist¨ªa un manual para ayudar a los dise?adores a pensar en calles m¨¢s saludables?¨CHealthy streets check for designes, Mayor of London March 2019¨C, donde se establecen 10 indicadores con medidas para incentivar el paseo por las calles, facilitar los cruces de peatones, establecer lugares sombreados para descansar y fomentar las zonas sin ruido ambiental.

Espacio para pasear

Est¨¢ comprobado que pasear es una actividad fundamental que mejora la salud: reduce entre un 35% y un 50% las posibilidades de desarrollar diabetes de tipo 2, entre un 20% y un 30% la depresi¨®n y, en porcentajes similares, Alzheimer, enfermedades del coraz¨®n, roturas de cadera y varios tipos de c¨¢ncer. Parece oportuno hoy reflexionar sobre esta nueva ciudad. Queremos conservar lo que se ha puesto en evidencia durante la cuarentena: una ciudad sin poluci¨®n, sin ruido, donde los p¨¢jaros no van al psiquiatra, que dir¨ªa Joaqu¨ªn Sabina. Sin tr¨¢fico.

En otros pa¨ªses, la cuarentena no impide salir de casa para ir al parque o a dar un paseo. Quiz¨¢ porque tienen en cuenta que est¨¢n comprobados cient¨ªficamente?los beneficios que los espacios verdes tienen en la salud mental.?La naturaleza reduce el estr¨¦s y la ansiedad, aporta sensaci¨®n de bienestar y, adem¨¢s, absorbe el CO₂ de la atm¨®sfera, lo que mejora la calidad ambiental. Es el momento de reivindicar el espacio verde de la ciudad.

El nuevo Madrid

Recientemente, el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana ha incorporado en su actualizaci¨®n la recuperaci¨®n de la red de bulevares hist¨®ricos de Madrid. Este proyecto permitir¨¢ el desarrollo de 17 kil¨®metros de calles m¨¢s verdes para hacer la ciudad m¨¢s peatonal y fomentar los desplazamientos activos, a pie, con las consecuencias positivas que eso tiene para la salud.

Como vemos, la ciudad de Madrid ya cuenta con un repositorio de ideas, proyectos y gu¨ªas de dise?o incorporando el concepto de infraestructura verde en el dise?o de la ciudad. El reciente Plan de infraestructura verde y biodiversidad de la ciudad de Madrid incluye los conceptos de infraestructura verde, azul y marr¨®n, que distingue la Uni¨®n Europea en la planificaci¨®n territorial, y recoge m¨¢s de 180 acciones concretas para ser desarrolladas y puestas en marcha de aqu¨ª a 2030.

En este plan destaca el proyecto de Red ARCE para la conexi¨®n de los grandes espacios verdes urbanos a trav¨¦s de una red continua y coherente de calles, avenidas y bulevares que se transformar¨ªan en corredores verdes, o parques lineales, que ofrecer¨ªan m¨²ltiples paseos en la naturaleza dentro de la ciudad.

Finalmente, cabe destacar que el ayuntamiento aprob¨® el pasado oto?o la realizaci¨®n de un carril-bici seguro en todo el eje de la Castellana desde Atocha hasta Plaza de Castilla. Pid¨¢mosle tambi¨¦n que el bulevar peatonal de la Castellana se convierta en el verdadero parque lineal que fue en su d¨ªa y ya no es debido a su trazado discontinuo.

No nos quedemos atr¨¢s, utilicemos este momento hist¨®rico para que todos estos planes para nuestra ciudad no tarden a?os en ponerse en marcha. Los ciudadanos reclamamos a nuestras administraciones, a nuestros pol¨ªticos, que se comprometan a darnos ya una ciudad m¨¢s saludable, m¨¢s limpia, m¨¢s segura y, por lo tanto, m¨¢s bella, que proteja la calidad del aire y mejore el espacio p¨²blico y la vida de todos los madrile?os.

(*) Bel¨¦n Moneo Feduchi es arquitecta cofundadora de Moneo Brock Studio y profesora del Departamento de Composici¨®n en la Etsam, de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid.

Ester Higueras Garc¨ªa es doctora arquitecta y profesora titular Urban¨ªstica y Ordenaci¨®n del territorio de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid.

Elisa Pozo Men¨¦ndez es arquitecta, urbanista e investigadora en la Etsam, de Universidad Polit¨¦cnica de Madrid.