Si solo fueran los ex¡ Por qu¨¦ necesitamos a personas del pasado para sobrellevar el encierro
El confinamiento nos acerca a gente con la que hac¨ªa a?os que no ten¨ªamos relaci¨®n. Y hay una raz¨®n por la que casi todas pertenecen a la primera juventud
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Antonio llam¨® a David el pasado viernes por la noche. Estuvieron hablando durante m¨¢s de una hora, cara a cara, porque lo hicieron a trav¨¦s de una videollamada. Se contaron qu¨¦ tal hab¨ªa ido la semana y c¨®mo estaban, se dijeron que se extra?aban, acordaron verse en cuanto pudieran. Hasta aqu¨ª, todo normal. Pero el caso es que hab¨ªan sido amantes hace tres a?os, amantes de los de pasi¨®n intrincada y laber¨ªntica; y, luego, "cada uno por su lado". Hac¨ªa ese mismo tiempo (m¨¢s de mil lunas) que no hablaban.
Carla se llama a diario con Fran. Tambi¨¦n por FaceTime. Se dan ¨¢nimo mutuamente y repasan cada actividad de la jornada y cada peque?o gran hito dom¨¦stico: la primera lubina que ha cocinado Fran, la reuni¨®n de trabajo telem¨¢tica de Carla, el tiempo que hace al otro lado de sus distantes ventanas¡ Fueron pareja durante cinco a?os y hasta hace dos, el mismo tiempo que llevaban sin saber el uno de otro.
Como ellos, son muchos los casos de exparejas que han vuelto a retomar la comunicaci¨®n a ra¨ªz del confinamiento. Algunos hab¨ªan dejado la relaci¨®n poco antes y otros hac¨ªa ya bastante tiempo. "En este periodo de cuarentena, en el que hay mucho tiempo sin cubrir, se remueven los elementos afectivos. Las relaciones potentes que han modificado nuestra vida, aunque hayan acabado mal, marcan completamente nuestra identidad. Es normal, sobre todo si est¨¢s solo, no ya recuperar la relaci¨®n, pero s¨ª intentar conectar con esas emociones del pasado, pues estamos mucho m¨¢s sensibles", explica el doctor en Sociolog¨ªa y profesor titular de la Universidad Complutense Florentino Moreno.
?Es buena idea acercarse a un ex ahora mismo? ?Nos estamos dejando llevar por la necesidad de apoyo durante la crisis y deshaciendo nuestras decisiones previas a que estallara? "Depende mucho de lo que nos mueva al reencuentro. Los seres humanos hacemos las cosas por amor, o por miedo. Si lo que nos mueve es el miedo y la reconciliaci¨®n se produce por este motivo, las posibilidades de ¨¦xito de esta segunda oportunidad probablemente no sean muchas", afirma Ana Escobar Cirujano, psic¨®loga y coach de la Escuela Europea de Coaching. "En una situaci¨®n tan at¨ªpica no es f¨¢cil gestionar la incertidumbre. Y en un contexto de mucha incertidumbre no es raro que queramos volver a lo conocido para ganar un poco de seguridad y control sobre lo que est¨¢ pasando", desarrolla la experta, que advierte de que hacerlo por temor no servir¨¢ de mucho si los motivos que provocaron la ruptura no se abordan en esa segunda vuelta. Solo hay una opci¨®n con cierta probabilidad de ¨¦xito, seg¨²n Escobar, y pasa por que una pareja se d¨¦ cuenta de que le estaban dando demasiada importancia a cosas que no la ten¨ªan: "Si ese es el caso, esta crisis puede ser una buena oportunidad para replantearse las bases de relaciones pasadas y recuperar aquello que merec¨ªa la pena".
Una curiosa paradoja: tenemos m¨¢s vida social que nunca
Las relaciones entre amigos tambi¨¦n est¨¢n experimentando cambios durante estos d¨ªas. Maximina y Mari Carmen comparten memes a diario. El del v¨ªdeo de Resistir¨¦ les ha gustado especialmente. "Qu¨¦ cantidad de buenos artistas, oye", ha comentado Maximina. "Y de primera fila", ha respondido Mari Carmen. Son amigas desde la ¨¦poca en que trabajaban juntas, aunque ya llevan veinte a?os jubiladas. Durante esas dos d¨¦cadas, han salido pr¨¢cticamente cada d¨ªa a tomar el caf¨¦. Los s¨¢bados, pel¨ªcula en los cines Roxy. Los domingos, verm¨² por Ventas (todo en Madrid). Pero, en las ¨²ltimas elecciones, un encontronazo ideol¨®gico las separ¨®, provocando un distanciamiento de meses. El aislamiento ha hecho que vuelvan a acercarse.
Como ellas, son muchos los que han pisado el acelerador en sus relaciones amistosas. Se programan videoconferencias encadenadas para hablar con gente a la que hace a?os que no vemos en persona, que no formaban parte de nuestro mapa real de interacci¨®n. Hay incluso quien afirma que tiene "m¨¢s vida social que nunca". Grupos casi extintos (de colegios, de amigos del pueblo, de un trabajo que ya no existe¡) se prometen con verdadera pasi¨®n "salir a muerte" cuando el confinamiento haya terminado para todos. ?Vamos a cumplir estos juramentos? "Es algo parecido a lo de los ex: la conciencia de la importancia de los v¨ªnculos nos lleva a querer mantener el contacto con nuestros amigos o recuperarlo con personas a las que hab¨ªamos perdido de vista. Pero conviene actuar con responsabilidad y ser muy honestos en cuanto a las relaciones que realmente deseamos recuperar, sin dejarnos llevar por la necesidad (que puede ser moment¨¢nea) de estar permanentemente conectados", dice Escobar. Adem¨¢s, la psic¨®loga se?ala otro peligro: el impulso por conectar con tanta gente y de manera desmedida puede provocarnos un mayor estr¨¦s ante la situaci¨®n de confinamiento, y nos podr¨ªa estar privando de la oportunidad que este tiempo nos brinda: conectar, pero con nosotros mismos.
Pero, ?por qu¨¦ buscamos durante el confinamiento a personas de ¨¦pocas lejanas con quienes ya no ten¨ªamos apenas relaci¨®n? Hay una raz¨®n, particularmente curiosa, que aporta el profesor y doctor en Sociolog¨ªa: "En los espacios en los que tenemos m¨¢s tiempo para reflexionar tendemos a pensar en lo m¨¢s propio de nosotros mismos, lo que nos define mejor, y seg¨²n un principio de la psicolog¨ªa evolutiva entendemos que cuando hemos sido m¨¢s propiamente nosotros es en el momento de salida de la adolescencia, los primeros a?os de la juventud, porque ah¨ª fue donde empezamos a configurarnos como personas independientes". En esta l¨ªnea de pensamiento, ?te has sorprendido a ti mismo pronunciando, alguna vez, el giro "en mis tiempos"? Si piensas a qu¨¦ ¨¦poca aludes con ello, es muy probable que sea a la que el profesor se refiere. "Es razonable que en este tiempo de cuarentena pretendamos recuperar cosas de ese entonces, de nuestra primera juventud: viejos amigos, ex, momentos, personas que tenemos m¨¢s vinculadas a lo propiamente nuestro¡ All¨ª est¨¢ el coraz¨®n de la identidad", a?ade.
De hecho, en buena parte, debemos nuestro bienestar mental durante la pandemia a tales acercamientos. Seg¨²n el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), la gran mayor¨ªa de los espa?oles, nueve de cada diez, asegura que est¨¢ llevando muy bien o razonablemente bien el confinamiento. Cubrir nuestras necesidades afectivas a trav¨¦s de los otros contribuye indudablemente a ello.
El simulacro navide?o¡ con algo m¨¢s de calado
Solo han pasado cuatro meses, pero la intensidad de lo vivido hace que la pregunta sea obligada: ?recuerdas con qui¨¦n pasaste las ¨²ltimas Navidades? Muchos se reunieron con una parte de la familia a la que hac¨ªa meses que no ve¨ªan. Se preguntaron por sus vidas, se desearon un pr¨®spero 2020 (durante aquellos brindis, la sombra de la covid-19 ni siquiera nos planeaba) y se emplazaron a verse pronto, a pesar de que, con muchos de ellos, el encuentro solo sucede de a?o en a?o. Tambi¨¦n ahora son incontables los acercamientos entre familiares ¡ªt¨ªos y sobrinos, suegros, primos con diferente grado de cercan¨ªa o lejan¨ªa, cu?ados¡¡ª, cuyas relaciones se retoman, dejando que los puntos de vista, a veces enfrentados, pasen a un segundo plano. Prometemos visitas, comidas, abrazos¡ Nos preocupan que todos est¨¦n bien de salud. ?Te suena¡?
"Hay una diferencia entre lo que sucede ahora y los buenos prop¨®sitos de la ¨¦poca navide?a, y es que este virus nos est¨¢ poniendo delante el espejo de nuestra propia vulnerabilidad y la de nuestros seres queridos. Hay una tendencia a vivir como si no fu¨¦ramos a morir nunca, y esta crisis nos muestra directamente la realidad de nuestra finitud", afirma la psic¨®loga. "Esta pausa nos puede servir para revisar nuestra escala de valores, y preguntarnos d¨®nde est¨¢bamos poniendo el foco, las energ¨ªas y nuestro tiempo¡ porque quiz¨¢s no los est¨¢bamos depositando en lo realmente importante. La pausa y el distanciamiento que nos impone el coronavirus pueden ser una muy buena oportunidad para recolocar esos valores y, si aprovechamos este momento para hacer introspecci¨®n, quiz¨¢s los cambios sean m¨¢s duraderos que las fugaces buenas intenciones de Navidad". Por ello, la psic¨®loga anima a fomentar la relaci¨®n con nuestros allegados. Y afirma: "Esta situaci¨®n puede hacer que tengamos m¨¢s en cuenta la necesidad de ser tolerantes con las personas a las que amamos".
No todas las relaciones perdurar¨¢n
La pregunta que nos ronda durante estos at¨ªpicos d¨ªas es si vamos a mantener todos los lazos que hemos restaurado a ra¨ªz del confinamiento. En opini¨®n del experto en Sociolog¨ªa, no ser¨¢ as¨ª en una gran parte de los casos. "Durante la vida cotidiana, la mayor¨ªa de las interacciones sociales que llevamos a cabo (y que necesitamos para desarrollarnos como personas) est¨¢n regladas, y tienen que ver con las obligaciones laborales y las pautas culturales, como los compromisos familiares, las fiestas¡ Hay un margen muy peque?o para el ocio. Esos pocos espacios para la interacci¨®n elegida ahora se han multiplicado, ya que la mayor¨ªa no acudimos f¨ªsicamente al centro de trabajo, no vamos al gimnasio ni a otras actividades programadas¡", desarrolla el doctor Moreno. ?Y c¨®mo estamos cubriendo esos huecos? De una forma novedosa en la historia de la humanidad, ya que, aunque se hab¨ªan sufrido otras pandemias, es en esta cuando por primera vez tenemos a nuestro alcance la posibilidad de comunicarnos de forma casi infinita a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa. "?Qu¨¦ va a pasar cuando termine esto? En mi opini¨®n, lo recordaremos, se van a asentar mucho en nuestra memoria los meses que hemos estado confinados, pero no se va a trastocar nuestra l¨®gica de las relaciones".
Eso no quiere decir que todo se esfumar¨¢. "Las situaciones cr¨ªticas vitales suelen producir cambios a un nivel m¨¢s profundo. Un accidente, una enfermedad, tener un hijo, mudarnos a otro pa¨ªs, una ruptura de pareja¡ Son eventos que traen consigo cambios en nuestra manera de ver el mundo. La pandemia est¨¢ teniendo un impacto parecido en nuestras vidas. Depender¨¢ de cada uno sacarle alg¨²n provecho o no", concluye la psic¨®loga Escobar.
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