Amigos activos y pasivos: qu¨¦ los distingue y c¨®mo hay que cultivar cada amistad
Ambos son apoyos vitales, pero requieren distintos esfuerzos que hay que conocer
Trabajo y familia. Es frecuente poner en estos pilares de apoyo todo el peso del bienestar y, por tanto, todo el esfuerzo por conseguirlo. Pero los amigos tambi¨¦n son un ingrediente fundamental en la receta de una vida feliz; no solo ayudan a embalar cajas en las mudanzas, la amistad tambi¨¦n se ha relacionado con una mejor salud, un envejecimiento m¨¢s sano y una vida menos estresante. Lo que no est¨¢ tan claro es en qu¨¦ proporciones hay que combinar amigos ¨ªntimos con meros conocidos, y es un conocimiento importante; de ambos se obtienen grandes beneficios.
El soci¨®logo Mark Granovetter maneja un concepto muy descriptivo para comprender el papel de los amigos y conocidos. ?l los llama amistades activas y pasivas, o relaciones de bajo riesgo. La importancia de cultivar las amistades ¨ªntimas es indudable; como una planta, son relaciones que pueden morir por el simple hecho de no regarlas, abonarlas ni trasplantarlas a tiempo. Pero tambi¨¦n es importante no menospreciar las amistades pasivas; seg¨²n un estudio de la Universidad de Columbia, cuantos m¨¢s lazos "d¨¦biles" crea una persona, m¨¢s feliz se siente. Adem¨¢s, de la misma manera que tu mejor amigo del instituto puede acabar siendo un conocido al que ves una vez por Navidad, uno de los conocidos a los que saludas educadamente en el rellano de la escalera o en el colegio, mientras esperas la salida de tus hijos, puede ser tu pr¨®ximo mejor amigo.
Taxonom¨ªa social en el jard¨ªn de la amistad
Volviendo a la met¨¢fora de las plantas, hay que aceptar que el jard¨ªn de la amistad est¨¢ lleno de ramas, ra¨ªces, flores y arbustos que crecen en un armonioso caos. El jardinero no tiene tiempo para poner todo el mimo en cada admirable recurso vegetal, as¨ª que tiene que priorizar. O sea, que vale la pena pararse a distinguir qu¨¦ amigos son activos y cu¨¢les son pasivos. El psic¨®logo Miguel ?ngel Rizaldos explica que "las amistades pasivas ser¨ªan, por ejemplo, la se?ora Carmen que regenta la panader¨ªa del barrio, Juan, el camarero del bar donde comes en el trabajo, y Laura, una compa?era de trabajo". Son personas con las que has compartido algo relativamente importante ¡ªun concierto, un trabajo¡ª, pero no has establecido una conexi¨®n m¨¢s fuerte.
"Las amistades activas son las personas con las que compartes valores y con las que tienes una conexi¨®n m¨¢s profunda. Es la familia que eliges. Un amigo viene cuando le llamas, los dem¨¢s cuando pueden. Te muestra un apoyo y cari?o incondicionales, por ser qui¨¦n eres y no por lo que haces", dice. Son esas personas en las que de verdad podemos confiar, y las protagonistas de las relaciones que m¨¢s debemos esforzarnos para que florezcan. Se puede pensar en ellos como las personas con las que compartes recuerdos (aunque siempre a su manera), de quienes aprendes y las que te ayudan a superarte, algo que precisa un esfuerzo tan grande como constante. Dicen que bastan d¨¦cimas de segundo para detectarlos, aunque no siempre es tan sencillo.
Seg¨²n Rizaldos, con los amigos pasivos "solo es necesario prestar peque?os momentos y gestos de atenci¨®n para mantener y cuidar una relaci¨®n". Algo tan sencillo como dar los buenos d¨ªas al vecino, preguntar por el fin de semana al camarero que sabe c¨®mo nos gusta el caf¨¦ o desear un feliz cumplea?os a ese compa?ero del trabajo que nos ha sacado de m¨¢s de un apuro. B¨¢sicamente. Se trata de unir simpat¨ªa con empat¨ªa. Adem¨¢s, como recuerda el psic¨®logo, "hoy en d¨ªa las redes sociales son un modo f¨¢cil y sencillo mantener y cultivar las relaciones de amistad". Por eso dejamos un me gusta o un comentario cuando toca, para mostrar que estamos ah¨ª.
El tiempo de m¨¢s calidad, el de compartir experiencias y vivencias, debe destinarse a las amistades activas. "Hay que, con una cierta regularidad, mantener contacto real, y quedar a tomar un caf¨¦, comer juntos o ir al cine". Es decir, que en estos casos est¨¢ bien tenernos en redes sociales y preguntar un qu¨¦ tal por WhatsApp, pero tambi¨¦n hay que cuidarla en la vida real. "De no cultivar y mantener la relaci¨®n de amistad (activa) pasa a ser de conocido (amistad pasiva)", concluye el experto.
No todos los ¨¢rboles dan los mismos frutos
Las relaciones personales no son est¨¢ticas, como el busto del famoso poeta con el que te cruzas en el parque cada ma?ana, ni tampoco c¨ªclicas, como las estaciones que ponen y quitan color a los jardines vegetales. En los vergeles de la amistad todo cambia constantemente, y las consecuencias son importantes. Un amigo de la universidad puede ser una amistad activa en la que invertir tiempo de calidad que, con el tiempo, acaba convirti¨¦ndose en una relaci¨®n m¨¢s pasiva. No desaparece de nuestro c¨ªrculo, pero las circunstancias de la vida implican que ha cambiado de categor¨ªa. Reflexionar acerca de estos cambios es fundamental para evitar las frustraciones que, irremediablemente, trae el hecho de invertir energ¨ªa en una relaci¨®n que luego no te corresponder¨¢ en la misma medida. En estos casos, en los que no es necesario invertir en tanto tiempo juntos, tampoco hay que desilusionarse si no estamos en la lista de prioridades de esa persona.
Para estos casos, Zoraida Granados presenta dos opciones: ser sinceros, por la amistad que nos ha unido, para "explicar la situaci¨®n en la que estamos y entender que podemos seguir como amigos, aunque en este momento nuestro camino sea divergente", o bien simplemente dejar que nuestros caminos fluyan, lo que implica respetar la decisi¨®n del otro. Qui¨¦n tiene un amigo tiene un tesoro, s¨ª, pero perder una gran amistad no quiere decir que camines por un sendero hacia la soledad m¨¢s absoluta.
Puede que una vecina con la que ten¨ªamos un trato cordial, por circunstancias de la vida, acabe por convertirse en una persona clave en nuestro nuevo d¨ªa a d¨ªa, y decidamos dedicarle m¨¢s tiempo. "Los beneficios de diferenciar d¨®nde aportar o dar m¨¢s de m¨ª y obtener un refuerzo constante e inmediato es lo que hace que muchas relaciones de amistad evolucionen", concluye Granados. El objetivo es rodearse de personas que nos aportan, sin perder de vista que no todos los ¨¢rboles est¨¢n hechos para dar los mismos frutos, y que cada cual nos llenar¨¢ a su manera, y no siempre como quisi¨¦ramos. Dejar de idealizar personas y valorarlas como lo que son, tambi¨¦n nos permitir¨¢ actuar en consecuencia, y evitar desilusiones innecesarias.
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