Un pa¨ªs sin Congreso
Las propuestas de algunos miembros del partido de Gobierno en Colombia buscan ambientar el debate para una posible reforma profunda al equilibrio de poderes
En Colombia, pareciera que el Congreso no existe. Apenas entr¨® en funciones hace pocos d¨ªas de forma virtual y ahora se debate entre largas sesiones de discusi¨®n sin fin y la imposibilidad de tener impacto en la agenda nacional. Se podr¨ªa decir que est¨¢n pasando cuatro situaciones diferentes. Por un lado, un bloque de congresistas muy grande est¨¢ con susto por la covid-19 o est¨¢n muy c¨®modos desde sus casas. No presionan mucho para que las sesiones y votaciones regresen. Obviamente, cada cual tiene sus miedos, muchos tienen problemas de salud y una buena parte tiene m¨¢s de 55 a?os.
En segundo lugar, hay un desespero, principalmente en la C¨¢mara de Representantes, porque los congresistas que presentaron proyectos de ley ver¨¢n naufragar todas sus iniciativas en el mes de junio. Por tanto, este bloque presiona para el regreso y para que la agenda legislativa no naufrague. En tercer lugar, los m¨¢s felices con esta situaci¨®n virtual son los miembros del partido de Gobierno, el Centro Democr¨¢tico, y el propio Gobierno al que, literalmente, no se le hace control pol¨ªtico. Las sesiones virtuales son largas, apenas se les permite hablar a los congresistas por tres o cinco minutos. En ese tiempo es imposible hacer control. Por ¨²ltimo, el Gobierno quiere presionar la votaci¨®n virtual de la agenda legislativa, con eso garantizar¨ªa la aprobaci¨®n de sus proyectos neur¨¢lgicos, sin tener ning¨²n tipo de control pol¨ªtico.
Esta situaci¨®n de par¨¢lisis en el Congreso choc¨® con dos realidades. Por un lado, el partido de Gobierno lanz¨® tres propuestas durante los ¨²ltimos d¨ªas. Una de ellas, reducir el Congreso con la disculpa de ahorrar recursos. En la vida real esto castigar¨ªa duramente a muchos territorios colombianos que tienen poca representaci¨®n pol¨ªtica. En el pa¨ªs, siete departamentos tienen el 52% de la representaci¨®n pol¨ªtica y el 70% del PIB, mientras que 11 departamentos tienen el 9% de la representaci¨®n pol¨ªtica y el 4% del PIB. Eso hace que Colombia sea un Apartheid geogr¨¢fico. Una reducci¨®n del Congreso no har¨ªa m¨¢s que profundizar esto. Pero, sobre todo, una reducci¨®n del Congreso provocar¨ªa que sea m¨¢s manipulable por Ejecutivo.
La otra propuesta que lanz¨® uno de los congresistas del partido de Gobierno es la ¡°intervenci¨®n¡± al Congreso de la Rep¨²blica. Para ¨¦l, el control pol¨ªtico torpedea el desarrollo del pa¨ªs. Pero la cereza del ponqu¨¦ lleg¨® de la mano de otro congresista del Centro Democr¨¢tico, quien en una especie de avanzada manifest¨® que los recursos de la implementaci¨®n del acuerdo de paz deber¨ªan utilizarse en la emergencia de la covid-19. El tema es que gran parte del proceso est¨¢ desfinanciado. Adem¨¢s, gran parte de la implementaci¨®n del proceso de paz esta destinada a los m¨¢s desfavorecidos. Por ejemplo, incluye un gran plan de salud rural, el cual no se ha implementado y que de haberse implementado habr¨ªa reducido la vulnerabilidad de los lugares m¨¢s pobres de Colombia ante la llegada de la pandemia.
La otra realidad con la que choc¨® la situaci¨®n de ausencia del Congreso es la mala imagen del legislativo en el pa¨ªs y, sobre todo, lo mucho que ha calado este discurso de reducci¨®n e intervenci¨®n en sectores importantes de la poblaci¨®n. En tiempos de crisis y de falta de recursos econ¨®micos este tipo de discursos pegan fuerte. Reduciendo el Congreso se ahorrar¨ªa muy poca plata, pero suena bien para la mayor¨ªa.
As¨ª las cosas, todo parece indicar que las propuestas lanzadas por los miembros del partido de Gobierno buscan ambientar el debate pol¨ªtico para una posible reforma profunda al equilibrio de poderes. Un sue?o que, por dem¨¢s, siempre han tenido. Pero la otra conclusi¨®n es que, efectivamente, hay un Congreso ausente, el debate se centra entre el presidente y los alcaldes y gobernadores. No parece a¨²n claro el desenlace de la historia, cada congresista anda por su lado intentando hacerse notar y pareciera que los partidos pol¨ªticos poco influyen.
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